sábado, 15 de mayo de 2021

UNA MUJER CUYO NOMBRE ES MEJOR NO MENCIONAR



 









Dentro de tu teléfono un niño guarda silencio
Sobre tus medias de seda hay una mancha de sangre
            indeleble
“El verano ya llegó. ¿Cuánto puede tardar el otoño?”
Tu inglés retrocede día a día
Tu espíritu es como el perfume sellado dentro de un frasco
 
Recuerdos cada vez más confusos hacen de tu mente
un oscuro depósito de antigüedades
donde el olor a muerte repele al desconocido
que llega con una antorcha en la mano
“Nunca he sido romántica. Nunca, nunca.”
El secretario diligente escucha detrás de la puerta
 
Sentada bien derecha al mediodía, o caminando en círculos:
             vos
El reflejo de tu rostro en la ventana, pelos enredados en el
            peine
Una mujer embarazada habla en una carta de su felicidad
pero tu belleza y tu porte están condenados a perderse
 
En el pasado te entregaste entera a la batalla
para retroceder al fin (mitad revolucionaria, mitad cristiana)
hasta la profunda habitación de tu época de muchacha
Un pájaro del siglo diecinueve se lanzó sobre tu regazo
Los héroes que pasaban a tu lado parecían ridículos y
            vulgares
La lealtad a un hombre es más difícil que la lealtad a un
            sueño
Una idea turbia te sacude el cuerpo,
tus pechos caídos se amoldan a la caricia de un fantasma
Pero los vivos que te rodean
son incapaces de expresarte su amor
 
Incluso el joven que entra temerariamente en vos
sólo puede llegar a sondear la mitad de tu hondura
porque sos una lámpara, una niebla, una constelación
Brillás de golpe, y tu rostro vivo
me produce asombro, alegría y sospecha.
 

TUS CÉLULAS


Tus células. Tu estrella. Tu escondite. Tu esquina. La puerta de tu casa. Tu silla sin pintar.
 
Una nube blanca se detiene en el cielo, como un tambo fla­mante.
Una araña trepa por mi espalda. Yo estoy absorto hace rato mirando la tierra.
 
Antes de que aparecieras, yo casi no era yo mismo.
Aunque los tiburones mordían en el agua y los tigres ataca­ban en el bosque,
esta ciudad vacía necesitaba que golpearas con tus dedos el vaso y la mesa.
 
Así que necesitaba que emergieras de la nada, o que bajaras de un techo.
Así que buscaba frenéticamente tus huellas en el vidrio.
 
¿Pero quién sos? ¿Tenés un hermano mayor, una hermana
menor? ¿En qué lugar naciste?
Sos como un invitado que no llega nunca a una cena,
y cuando al fin venís, extendés tus manos para abrazar puro viento.
 
Una brisa ligera a veces trae una lluvia feroz, y luego es la no­che
de las comadronas, y luego la mañana de los barrenderos.
Tengo pensamientos disparatados acerca del comienzo secre­to de todo.
Dejame que te agarre la mano.
 
Vestida con esas medias largas, como una diosa de la antigüe­dad,
parecés inventada.
 
Mirá, mis manos son más grandes que las tuyas, mis pies más sucios
que los tuyos, pero compartimos la misma luz, y la misma oscuridad
cobija nuestro miedo y nuestro valor.
¿Pero quién sos?
¿En qué te basás para existir?
 
1994
 
Bajo la luna, 2017)
 
Xi Chuan (Xuzhou, provincia de Jiangsu, China, 1963)

(Traducción: Miguel Ángel Petrecca
 

IMAGEN: La actriz Zhang Ziyi, en "Hero" (2003), película de Zhang Yimou.



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