miércoles, 26 de abril de 2023

EL CONDUCTOR DE TRANVÍAS METAFÍSICO

 


de Il tranviere metafisico, 1987

Regresa a veces el sueño en que me veo
maniobrar un tren sin vías
entre campos de papas e higueras verdes
en los cultivos las ruedas no se hunden
esquivo espantapájaros y cabañas
voy hacia setiembre, octubre
los pasajeros son mis muertos.
Al despertar reaparece la antigua duda:
si esta vida no es un evento casual
y el nuestro sólo un pobre monólogo
de preguntas y respuestas caseras.
Creo, no creo, cuando creo querría
llevarme al más allá un poco de acá
incluso la cicatriz que me marca
una pierna y me hace compañía.
¿Y entonces? parece decir in excelsis
otra voz.



de Nella terra di mezzo, 2000

Tayiko

En la ciudad uno se habitúa, dicen
a no ver las estrellas
desatender la luna
no advertir los signos del cielo,
pero reflejado en una vidriera en el paseo
entre un banco y un negocio de zapatos
veo un rostro que habría podido tener,
de pastor errante, de tayiko,
y entonces es todo un preguntarme
si se nubla y se alza un poco de viento
quién sentirá la primera gota de lluvia
en el barrio de las casas de época
¿será el sastre? ¿el cartero? de aquí paso
a otras preguntas sobre el destino.



de: "El segundo novecento"- Poesía italiana 
contemporánea, Ed. en Danza,2020. 

Luciano Erba (Milán, 1922-2010)

Selecciones y versiones: Jorge Aulicino


Il tranviere metafisico

Ritorna a volte il sogno in cui mi avviene
di manovrare un tram senza rotaie
tra campi di patate e fichi verdi
nel coltivato le ruote non sprofondano
schivo spaventapasseri e capanni
vado incontro a settembre, verso ottobre
i passeggeri sono i miei defunti.
Al risveglio rispunta il dubbio antico
se questa vita non sia evento del caso
e il nostro solo un povere monologo
di domande e risposte fatte in casa.
Credo, non credo, quando credo vorrei
portarmi all’al di là un po’ di qua
anche la cicatrice che mi segna
una gamba e mi fa compagnia.
Già, ma allora? sembra dica in excelsis
un’altra voce.
Altra?



Tagiko

In città ci si abitua, dicono
a non vedere le stelle
a trascurare la luna
a non accorgersi dei segni del cielo
ma riflesso nella vetrina lungo il corso
tra una banca e un negozio di scarpe
vedo un volto che avrei potuto avere
di pastore errante, di tagiko
e allora è tutt’uno domandarmi
se rannuvola e si alza un po’ di vento
chi sentirà la prima goccia di pioggia
al quartiere delle case d’epoca?
sarà il sarto? il postino? di qui passo
ad altre domande sul destino.





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