domingo, 3 de marzo de 2019

¿EL AMOR DE CAMARADAS?



Walt Whitman, un cosmos, de Manhattan el hijo,
Turbulento, carnal, sensual, comedor, bebedor y engendrador.
En absoluto sentimental, ni ubicado por encima de hombres y mujeres
O aparte de ellos,
En absoluto más modesto que inmodesto.

…A través de mí hablan mútiples voces largamente mudas
Voces prohibidas
Voces de sexos y lujurias, voces veladas y yo quito el velo,
Voces indecentes por mí clarificadas y transfiguradas…

Creo en la carne y en los apetitos,
Ver, oír, sentir, son milagros, y cada parte de mi es un milagro.
Divino soy por dentro y por fuera, y hago santa cualquier cosa
Que toco o me toca.

                                       ***

Amante divino y perfecto Camarada,
Que esperas contento aún invisible, pero cierto,
Sé tú mi Dios.
Tú, tú, el hombre Ideal,
Hermoso, capaz, bello, contento y amoroso,
Completo en cuerpo y dilatado en espíritu,
Sé tú mi Dios.

                                     ***

El gran Camerado, el fiel amante por quien languidezco allí va a estar.

                                     ***

Entonces en la tierra parcialmente reclinándome me senté a tu lado
con el mentón apoyado en las manos,
A pasar dulces horas, inmortales y místicas horas contigo camarada
queridísimo; ni una lágrima, ni una palabra,
Vigilia de silencio, amor y muerte, vigilia por ti mi hijo y mi soldado
(yo no pude salvarte, veloz fue tu muerte),
Te amé fielmente y me ocupé de ti mientras vivías, pienso que
seguramente volveremos a encontrarnos.  

                                    ***

Jovencito yo creo conocerte: creo que esta cara es la cara del mismísimo
Cristo
Muerto y divino y hermano de todos, y aquí de nuevo yace.

                                   ***

El caro amor del hombre por su camarada, la atracción del amigo hacia el amigo.

                                       ***

...sencillamente dos hombres comunes que hoy vi en el malecón
    en medio del gentío, despidiéndose con la despedida de amigos
    queridos,
El que se iba a quedar se colgaba del cuello del otro y lo besaba con pasión.
Mientras el que se iba a marchar estrechaba con fuerza al que se iba a quedar,
en sus brazos.

                                    ***
                                     
Y cuando pensé que mi amigo querido mi amante ya venía en camino,
       Oh entonces fui feliz
Pues la persona a quien más amo dormía conmigo bajo el mismo cubrecama
Y su brazo reposaba levemente en torno de mi pecho.

                                      ***

...mi alma es transportada través del aire libre,
Mecida en todas direcciones  Oh amor, por amistad, por ti.

                                     ***

...un atleta está enamorado de mí, y yo de él
Pero hacia él hay en mí algo feroz para brotar
No me atrevo a decirlo en palabras, ni aun en estos cantos.

                                    ***

Cada especie para sí y lo suyo, para mí macho y hembra,
Para mí los que han sido muchachos y que aman a mujeres,
Para mí el hombre que tiene su orgullo y siente cómo duelen los desaires, 
Para mí el amorcito...

                                  ***
corté una ramita de un roble de Virginia y me la llevé
y la puse a la vista en mi cuarto...
me hace pensar en el amor viril...

                                  ***

Mi negligente amante ya ha llegado, y está oscuro,
Dóblate y recíbeme ámbito oscuro,
Recíbeme y también a mi amante, no va a permitir que me vaya sin él.
Me revuelco en ti como en un lecho, me resigno a la penumbra.
Su carne estaba sudorosa y jadeante.
Siento aún la caliente humedad que él me ha dejado...

                                  ***

¿Qué hay pues entre nosotros?
¿Qué es la suma de veintenas o centenas de años
que hay entre nosotros?
Sea lo que fuere, no vale de nada, la distancia no vale del nada
y el lugar tampoco.

                                 ***

¡y a ti querría cantarte, hermoso mozalbete! ¡para ti ,mi bienvenida, joven
príncipe de Inglaterra!

                                 ***
La pareja casada duerme calma en su lecho, él con la mano en la cadera
de la esposa y ella, con la palma en la cadera de su marido,
Las hermanas amorosamente duermen lado a lado en su lecho,
Los hombres duermen amorosamente lado a lado en el suyo,
Y la madre duerme con su niño cuidadosamente protegido.

                               ***


Los cuerpos humanos son palabras, miríadas de palabras,
(En los mejores poemas reaparece el cuerpo, del hombre o de la mujer,
bien formado, natural, alegre,
Cada parte capaz, activa, receptiva, sin vergüenza ni necesidad
de vergüenza.)

                                ***

Camerado, esto no es ningún libro,
Quien lo toca toca a un hombre,
(¿Es de noche? ¿estamos aquí juntos los dos solos?)
Soy yo lo que tú aferras y quien te aferra a ti,
Yo salto de las páginas a tus brazos: el deceso me inspira.





Walt Whitman ( EE UU, West Hills 1819 - Camden, 1892)



("Biografemas" tomados 
de diferentes Cantos de 
la edición completa de Losada de 
Hojas de Hierba
traducidos por Pablo Ingberg)





IMAGEN: Walt Whitman (65) junto a su "camarada" Bill Duckett (16 años), en 1886.

Un posible amante de Whitman fue Bill Ducket. Desde el año 1880, Ducket y su abuela, Lydia Watson, alquilaron su propiedad del 334 de Mickle Street. Dada la proximidad entre las dos casas, es obvio que Whitman conoció a Ducket como vecino.​ Su relación era cercana, y el joven usaba el dinero de Whitman cuando éste lo tenía. Whitman describió su amistad como “abultada”. A pesar de que algunos biógrafos describen a Ducket como inquilino, otros lo identifican como amante.​ Su fotografía juntos tiene los rasgos comunes de los retratos de marido y mujer, y forma parte de una colección de fotografías del poeta junto a sus jóvenes amigos.


Oscar Wilde, conoció a Whitman en Estados Unidos en 1882 y escribió al activista por los derechos homosexuales George Cecil Ives que no había dudas sobre la orientación sexual del gran poeta americano. “Todavía guardo el beso de Walt Whitman sobre mis labios”.




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