martes, 26 de abril de 2022

CAYÓ DEL AZUL

 










Árbol de la vida
 
1
 
Un árbol de la vida ornamenta el parque
de una abadía centenaria.
 
2
 

Y en una colina de Entre Ríos 
cien años se van en un atardecer.

 
3
 
El amor que corona
es el que crucifica,
mientras las hojas de este árbol de la vida
                                  comienzan a caer.
 
 
 
Cayó del azul
 
En un vidrio rajado
se refleja un jardín
una imagen de la semejanza perdida
entre el niño y el adulto
(esa distancia entre la tierra y la ceniza
                           que es todo humano).
Una luz lejana
se concentra en la rajadura del vidrio
y mi mano palpa lo absoluto del frío.
Este invierno de la purificación
es un ir a una segunda inocencia
donde el camino hacia lo cercano
               es el más largo
y conserva el enigma de lo íntimo.
El cielo está aquí
se pierde y se recupera: un rayo de sol
                                       cayó del azul.
 
 
 
 
Salto
 
1
 
Cae el sol sobre tus ojos
y el nacer del otoño nos llama a la caída,
 
la de encontrarnos humanos en finitud hacia el
cielo.
 
2
 
Desde la orilla nos contemplamos raíz
siendo la ausencia
de lo que creció y nos olvidó.
 
La luz en el río y nuestra tierra del otro lado
                       destierro en el horizonte azul.
 
3
 
Algo de la belleza de tu nombre
sabe a partida:
                         la de aprender a volver a morir.
 
 

 Gonzalo Acosta Tito

 

Gonzalo Acosta Tito nació en Entre Ríos en 1982. Estudió Ciencias de la Comunicación de Ciencias Sociales de la UBA, e hizo su formación inicial en el Colegio Capuchinos de Concordia. Publicó los ensayos: Los góticos en la Argentina y Caminar la caída. Génesis y sentido cristiano, y el poemario El mendigo de ojos celezul  (Primer premio del Certamen Juventud y poesía 2009, Paraná). Realizó retiros espirituales en abadías de los monjes trapenses. Considera al poeta Hugo Mujica como uno de sus maestros.
 


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