martes, 5 de abril de 2016

TODO LLEGÓ POR SÍ SOLO





Todo llegó por si solo
pero estaba rigurosamente significado
asustaba la complicación de su simplicidad
los pequeños deseos incumplidos
colgados como cartas desde el cielo.

Había que aceptar lo recibido
y tomar todo el aire para comulgar.




UNA TARJETITA de julio de 2014
                               a María Zulema 
                               que no le gustan los diminutivos.
Hace frío y acá estamos todos abrazados.
Somos cuatro en la cama grande: Rosario, Francisco, mi hermana y yo.
Tengo una sensación de no necesitar nada más que esta habitación, 
esta casa 
en la que ahora duermen repartidos debajo de frazadas profundas,
los afectos familiares.

No necesitar más que esto: ‘los lugares comunes’.
Lo otro pasa afuera.



APERITIVO PINERAL

En la nochecita los balcones templados 
un poco de luna que flota en los pelos y jejenes entibiando el encuentro. 
Perfecto: música ecuatorial resbalada en los hielos, 
la camisita del raso celeste que había elegido para esa nocturnidad del feeling
y los vasos altos tallados como libros del calor.
¿Cómo sino así?

Como un golpe seco contaste: Tengo cáncer.

Sin ficciones quedamos y en ascuas
mirando al ventilador viniéndosenos encima:

…sus pétalos ajantes
…la oscilación de sus pencas
…las alas en cintas metálicas
…las escamas de un pez muerto.

Listo dije; ¡Salud!, ahí donde debían venir consuelitos.

Renuentes a tanta orfandad celebramos la vida en hélices 
que a puras vueltas se desgaja, 
viniéndosenos encima.



¿AMAINA LO QUE LIGA?

Tras el pabellón de caminos y años
pude refrescar eso que le decía Ambarita a su novio:

“No me levanté el vestido, se me arremolinó”.

La redacción de su danza hizo la mañana confidencial.
No se soportó la oquedad en el pasto.

Los loros de ahora,
esos
están degollados en aquel presente.

Apenas me queda el color de la canción que sonaba desde el almacén,
el perraje, el emporio de malvones entre nosotros, familia.

No se despertarán las luciérnagas
Me escondo en una hendidura 
con estos amuletos acopiados trato 
de calmarlo todo en un mecer de espiguitas verdes.


(Inéditos)


María Paula Alzugaray





María Paula Alzugaray nació en Rosario (Argentina), donde vive y pasó su infancia en Coronda. Es Licenciada en Letras. En 2004 estuvo a cargo de la Coordinación General del “III Congreso Internacional de la Lengua Española: Identidad Lingüística y Globalización”, Educación de la Municipalidad de Rosario.  Compiló, editó y publicó las antologías bianuales de poetas rosarinos: Abat-jour Antología poético-nocturna (2014); Fin zona urbana Poéticas sobre el campo (2010) y Dodecaedro de poetas (2004), entre otras. En 2006 publicó El inquilinato de Don Genaro (sainete, en colaboración con Marta Blanco) y en 2008,  Lo albergado (poesía); en 2014 publicó Estampados -haikus,  con dibujos de María Zulema Amadei. Dirigió y coordinó Ciclos Literarios de lectura y escritura.Integró el Staff de la Revista Viajeros de la Underwood desde 1997 al 2000. Participó en el Festival Internacional de Poesía de Rosario, en sus ediciones: 1997 y 1998, leyendo sus textos y coordinando mesas de escritores.Ha sido Jurado en certámenes de poesía. Condujo micros radiales en 1998 y 1999 de Literatura Hispanoamericana y de reseña de libros. Coordina Talleres de Lecto-escritura desde 1998, entre ellos Los Lanzallamas del Centro Cultural Fisherton. Sus textos figuran en numerosas antologías, revistas y suplementos culturales como la Revista Literaria Baquiana, Año X, N° 59-60 (Miami, USA), entre  muchas otras. También en diversas páginas y blogs de Internet. Edita libros y trabaja desde 2003 en la Municipalidad de Rosario. 
Los poemas que presentamos integran un libro aún no publicado, que lleva el mismo título: "Todo llegó por sí solo".




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