sábado, 9 de agosto de 2008

NIHIL NOVUM



No busques nada nuevo, ¡oh mi canción!
nada hay oculto bajo el rascacielo,
nada en la máquina que sube al cielo,
nada ha cambiado desde Salomón.

Es muy antiguo el hombre y su pasión,
guarda en el nuevo día el viejo anhelo,
bajo la nueva noche igual desvelo
y el mismo palpitar del corazón.

No te engañen los nuevos continentes,
con sus plantas, sus bestias y sus gentes,
ni sus canciones con un nuevo acento.

Todo lo que dice algo ya está dicho:
sólo nos queda el aire y su capricho
de vagos sones que se lleva el viento.



 Coronel Urtecho  (Granada, Nicaragua, 1906 † Los Chiles, Costa Rica,  1994).



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