VERBO
Cada cosa del mundo comenzó en unos labios,
No es el amanecer el revés del crepúsculo,
Ni los tigres del agua son los tigres del fuego
Ni bastan seda y sangre para tejer la rosa.
Qué tintas y metales el taller de los nombres,
Con cada hoguera a punto de volar y ser pájaro,
Hay peldaños y hay hierbas que esperan su profeta
Pero quizás la luna se cansó de su música.
Silban, tiñen, aroman, pero la luz se quiebra
Y más allá hay silencios sobre ramas de cuarzo,
Cada nombre se duele del cielo que ha perdido,
Las palabras voraces persiguen las palabras.
VIDA
Sangre, lo que fue hecho para no ser visible,
Las músicas oscuras de la savia que asciende,
Los laberintos previos que intentan ser la rosa,
El futuro implacable aún disperso en sus causas.
El tiempo y sus innúmeros mecanismos de arena,
Los cansados planetas mendigando en los sueños,
Cuando en trenes mojados las ciudades se ausentan,
Todo lo que se abisma cuando Dios parpadea.
En el cristal las lágrimas que agrandan los suburbios,
Que entre tantas miríadas sólo un dolor exista,
El anciano en las ráfagas de los otoños muertos,
La mañana guardada bajo guerras y escombros.
ELLA
Alguien guardò en sus cántaros la belleza que pierdes,
Con ella alumbra túneles en noches de tormenta,
Presta tus viejas sílabas al eco en las terrazas,
Peleará por tus ojos al final con la muerte.
Tú no hagas caso, mira las piedras como incendios,
Pon las tres lunas rotas al pie de las murallas,
Enumera los huesos del ala del murciélago,
Oye la honda cigarra de los bosques solares.
Un rubí fue bastante para desviar el río,
Una hoja de tilo desamparó una espalda,
La ciudad de altas torres se perdió por un beso
Pero al fin nadie supo de quién fueron los labios.
TATUAJE
Usa la voz de un río para medir la noche
Mientras los soles cambian de color en la hondura,
Un día verás lo que hubo antes de lo visible,
Los rostros que se forman uniendo las estrellas.
Y esa tarde, ese crimen, ese avión, esas ráfagas,
Todo tendrá un preciso lugar en el relato,
Verás volver tu infancia desde un planeta en llamas,
Verás el beso incauto que se alargó en herida.
Cada calle empinándose desde su propia sombra,
Barcos que en su desvelo retienen las bahías,
Y esos brazos tatuados que fueron tu refugio
Cuando caían los mundos y temblaba el futuro.
(De: "Poesía completa",
Ed. Lumen, 2022)
William Ospina
No hay comentarios:
Publicar un comentario