viernes, 30 de septiembre de 2016

ARTE Y VIDA




¿Conoces esa lechera de un Vermeer? Ensimismada 
en el acto de verter un pequeño flujo de leche. 
Impresiona en el Mauritshuis Museum de La Haya 
ver lo blanca que es, y lo real, como ante alguien 
que lee su propia poesía o canta en un coro, crees 
estar viendo su alma, un animal concentrado en su quehacer, 
una ardilla, su pelaje resplandeciente en otoño, que se estira 
bajo una delgada rama para alcanzar la baya madura 
de un espino, prueba la rama con su peso, 
se queda quieta cuando se inclina, estira luego con cautela una pata. 
Nada hay menos ambiguo que la concentración de un animal 
y por eso celebras, admiras incluso, que la atención de ella, 
ajena a ti, sea tan vívida, y te provoca melancolía 
no obstante. Nada mejor que ser la fiel sirviente 
y como pensamiento suyo, el influjo de leche. 
En La Haya, en la cafetería de empleados, me pregunto 
quién será el restaurador. La chica rubia 
en el reservado, chaqueta japonesa de marca, que picotea 
el requesón -¿Requesón y pastel? El azúcar 
del pastel ya había sufrido su transformación en el horno 
mucho antes de que se despertara. Parece una persona 
que calcula precios y decide conformarse con eso. 
Es algo que se percibe cuando su blanca boca ensimismada 
acepta los bocados de pastel con el azúcar reposada. 
O el hombre mayor, pelo castaño encanecido, chaqueta de lana marrón, 
zapatos marrones de ante como el instante en que alboroto y puesta de sol 
se unen y desvanecen. Una boca conformada a base de ironías privadas, 
como si hubiera asistido callado a demasiados encuentros con personas 
que le parecían más poderosas pero mucho menos inteligentes que él. 
¿O ese tipo delgado como un silbido, el pelo negro peinado hacia atrás 
con la forma en zigzag de un rayo en la nuca? 
No sé si existe realmente un arquetipo. Me hubiera gustado 
hacerle una entrevista. ¿Qué haces en la vida? 
Sólo soy un acólito. Mondo el tiempo, con mucho cuidado, 
de las delgadas capas de pintura en lienzos de hace trescientos años. 
Restituyo la leche que fluye bajo la pintura oscurecida 
del cántaro que sujeta la mujer representada, joven, su mejilla 
rosa y ligeramente de amarillo, fortuna de la luz 
que casi la toca a través de la ventana que la refracta. 
Soy el sirviente de un ademán tan perfecto, de un cuerpo 
tan en armonía, que se convierte en un pensamiento, tan ensimismado, 
y, aunque apacigua el deseo, lo provoca infinitamente. 
Pero ni la conoces ni la vas a poseer, ni tú 
ni nadie. El hombre de negro debe de ser un ayudante del conservador. 
Mira como si pensara que él es la obra de arte. Por todas partes 
en La Haya ese olor de tierra baja a sal marina. 
No sabemos nada de la madre de Vermeer. 
Obviamente suplanta ahí su pezón, toma 
toda la tradición de la Virgen y la transforma en luz y leche 
con ese hábito tan meticuloso de imaginar las geometrías 
de la composición que opera en él. Y en ella: robusto cuerpo alemán, 
luz tenue, habitación muy sencilla. 
El exquisito tapiz rojo que su piel, quizá teñida 
un poco por la aspereza de una toalla, adquiere. 
Y esa estacada que mueve la nostalgia 
hacia lo sombrío y el aturdimiento, se agradece después. 
Uno de vosotros toca la vena del cuello del otro, 
siente el pulso de la impresión, la corriente de un río 
o el flujo de leche. Quién desea el paraíso oriental de la Amida 
cuando existe todo este mundo para probar con la lengua, 
tocar con los dedos, vello como hilos de seda 
que se alisa en los brazos del otro, en las piernas, bajo la espalda. 
Entonces hablas. Siempre esa otra impresión 
de la vida concreta, la vida vivida, una madre en un asilo, 
pudiera ser, una persona difícil, dolida o vengativa. 
El chismorreo de los otros sirvientes. Un hermano que trabaja 
en una posada y tiene grandes planes. 
Escuchas. Aprendiste hace tiempo la regla 
de no pensar lo que vas a decir a continuación 
cuando está hablando la otra persona. Una parte de ti 
la sorbe como leche. Algo en ti empieza a notar 
que somete a prueba la decepción consigo misma en el acopio 
de una complejidad indolentemente formulada. La observas 
menear la cabeza para corregirse; percibes 
que tiene una mente que quiere hacer las cosas bien. 
El temblor de su cuerpo arrulla una noción 
a lo largo de tu costado y te estiras para sentir de nuevo 
la humedad que nos corresponde en lugar de la luminosidad 
de la pintura. Más tarde, en una de esas rutas la mente 
retorna de nuevo sobre sus pies, habla de 
Hans, el mayordomo, cómo fuerza a la chicas 
y luego reza con fervor los domingos a cada hora. 
Es domingo. Se está vistiendo. Habéis acordado 
pedir un taxis para que la lleve con su madre 
a Gronigen. Está contenta, se pone un poco mimosa, 
hace su pequeño primer gesto de posesión 
al cepillar tu chaqueta. Afuera se oye 
el ruido de los cascos de los caballos sobre los adoquines. 
Es el momento en que las obligaciones para con la vida de otra persona 
parecen insoportables. Siempre queremos volver a nacer 
pero en realidad hacerlo, ¿te das cuenta? 
Parece redundante. Ésta es la vida que te eligió 
y que tú elegiste. Aquí tienes el cepillo, la crin, 
el pelo del tejón, la barba del macho cabrío, la arena. 
Y el olor de la pintura. El volátil, acre aceite 
de linaza, semilla de colza. Aquí está el hedor de la esencia 
de pino en un bote de trementina. Aquí está la mano, 
la mancha de la muñeca, el escarceo del tendón en el golpe de pincel. Aquí 
la nube, el agua del lago alzándose una mañana de verano, 
polvo y polvo y polvo de tiza, la humedad de la pintura 
que se adhiere al entramado de lino del lienzo, aquí 
está la fidelidad de capas sobre capas sobre capas de pintura. 
Hay algo que permanece de un modo inaprensible, 
sigue vivo porque no lo podemos poseer. 




Robert Hass (San Francisco, E.E.U.U., 1941)

(Traducción: Jaime Priede)





IMAGEN: La lechera; pintura de Vermeer.




miércoles, 28 de septiembre de 2016

EL MONSTRUO AMA SU LABERINTO (I)




























LA MEJOR RECOMENDACIÓN que pueden tener el vino, el tabaco, el sexo y el lenguaje vulgar es que todas las presuntas mayorías morales están en contra de ellos.

*****

ME ENCANTA Mina Loy cuando dice que "ningún hombre cuya vida sexual es satisfactoria se ha convertido jamás en un censor moral."

*****

HABÍA UNA CRIADA en casa que me dejaba meter la mano por debajo de su falda. Yo tenía cinco o seis años. Aún puedo recordar la humedad de su entrepierna y mi sorpresa al ver que estaba cubierta de pelo. Yo nunca me cansaba ni tenía suficiente. Ella solía meterse a gatas bajo la mesa en la que guardaba mii fuerte militar y mis soldaditos de juguete. No recuerdo qué nos decíamos, si es que nos decíamos algo. Sólo su mano, guiándome con firmeza hacia aquel lugar.

*****

ÍBAMOS POR NUESTRA TERCERA BOTELLA DE VINO cuando anunció que iba a enseñarme las fotos de su novia. Para mi sorpresa, las fotografías que esparció sobre la mesa mostraban a una mujer desnuda exhibiéndose sin pudor. Él se inclinaba sobre mi hombro animándome a que tomara nota de cada detalle: su entrepierna, el culo, los pechos, hasta que comencé a excitarme. Era una situación extraña. La esposa embarazada de mi amigo dormía en la habitación de al lado. Las fotos estaban esparcidas sobre la mesa del comedor. Había como cien, por lo menos. Yo miraba y escuchaba. De vez en cuando, se oían los ronquidos de la mujer.

*****

NO OLVIDEMOS que también Romeo y Julieta solían tirarse pedos y rascarse el culo de vez en cuando.

*****

"ESTE MUSEO está lleno de falsificaciones", susurré mientras le tocaba el culo. "No me importa -respondió mientras arrimaba la mano a mi entrepierna-. A mí me parecen reales".

*****

ELLA ERA COMO UNA ENCANTADORA de serpientes en un abrigo de visón de segunda mano.

*****

OH, TRISTIA, vayamos a la cama y amémonos hasta que los muelles del somier empiecen a berrear.

*****

A OÍDOS DE LOS AMANTES, hasta sus nombres de pila son poesía.

*****

¿CÓMO LLEGAMOS a conocer al Otro? Estando locamente enamorados.

*****

LA LUNA esta noche es como el culo de una joven novia que se pone en cuclilas para mear.

*****

EL CULO desnudo de esa mujer me resulta más atractivo que el paraíso.

*****

MI CONCIENCIA: una niña con un vestido blanco de comunión desplomada en la cama de una pensión de mala muerte.

*****

EN LA ESCUELA DE LA VIRTUD, sigo tiniendo cinco años. Quiero sentarme en el regazo de una mujer y mamar de su pecho, pero no me dejan. ¡Al menos dadme mi pulgar para que pueda mordisquearlo!, me quejo. Pero me rocían los dedos con salsa de chile picante y me mandan estar de pie contra la pared.

*****

"ELLA FINGÍA UN ORGASMO cada vez que se masturbaba", escribe un gracioso anónimo en un tabloide.

*****

LAS MUJERES DESNUDAS de los museos dan la impresión de que disfrutan siendo miradas.



Charles Simic (Belgrado, Yugoslavia, 1938-En 1953 emigra a E.E.U.U.)

(Traducción: Jordi Doce)


IMAGEN: Fotografía del artista Noritoshi Hirakawa  






lunes, 26 de septiembre de 2016

VERANO EN EL CAMPO




Una me enseña a echarme sobre un campo de tréboles.
Otra cómo meterle la mano bajo su pollera de domingo.
Otra cómo besar con la boca llena de moras.
Otra cómo atrapar bichitos de luz en una botella cuando oscurece.

Aquí hay un establo con sólo una yegua negra
Y la prueba de la existencia de Dios cabalgando
en camisón rojo.
Hija del Diablo -o lo que quiera que sea.
Tiene el coraje de pedirme que vaya a buscarle un látigo.



Charles Simic (Belgrado, Yugoslavia, 1938-En 1953 emigra a E.E.U.U.) 


(Traducción: Nieves García Prados)




SUMMER IN THE COUNTRY


One shows me how to lie down in a field of clover.
Another how to slip my hand under her Sunday skirt.
Another how to kiss with a mouth full of blackberries.
Another how to catch fireflies in jar after dark.

Here is a stable with a single black mare
And the proof of God's existence riding in a red nightgown.
Devil's child--or whatever she was?
Having the nerve to ask me to go get her a whip. 





sábado, 24 de septiembre de 2016

ADVERTENCIAS PARA UNA PERSONA ESPECIAL




Ten cuidado con el poder,
esa avalancha puede enterrarte,
nieve, nieve, nieve, asfixiando tu montaña.

Ten cuidado con el odio,
puede abrir la boca y arrojarte fuera de ti
para comerse tu pierna, un instante leproso.

Ten cuidado con los amigos,
porque cuando los traiciones,
como lo harás,
enterrarán sus cabezas en la taza del baño
y tirarán la cadena.

Ten cuidado con tu intelecto,
porque sabe tanto que no sabe nada
y te deja colgando al revés,
bramando conocimiento mientras tu corazón
cae de tu boca.

Ten cuidado con los juegos, el papel del actor,
el discurso planeado, sabido, dado,
porque te traicionarán
y te quedarás como un niño pequeño desnudo,
orinándose sobre su propia camita.

Ten cuidado con el amor
(a menos que sea verdadero,
y cada parte de ti diga sí incluyendo los dedos de los pies),
porque te envolverá como una momia,
y tu grito no podrá ser oído
y ninguno de tus movimientos servirá.

¿Amor? Sea hombre. Sea mujer.
Debe ser una ola por la que quieres deslizarte,
entregarle tu cuerpo, entregarle tu risa,
entregar, cuando la arena áspera te atrape,
tus lágrimas en la tierra. Amar a otro es algo
semejante a una plegaria y no puede ser planeado, solo caes
en sus brazos porque tus creencias desarman tu incredulidad.

Persona especial,
si yo fuera tú no prestaría atención
a mis advertencias,
hechas en cierto modo de tus palabras
y en cierto modo de las mías.
Una colaboración.
No creo una palabra de lo que he dicho,
excepto una, excepto que te pienso como un árbol joven
con hojas pegadas y sé que te enraizarás
y vendrá lo realmente verde.

Déjalo ser. Déjalo ser.
Oh, persona especial,
hojas posibles,
a esta máquina de escribir le gustas en el camino hacia ellas,
pero quiere quebrar copas de cristal
en la celebración,
por ti,
cuando la oscura corteza se arroja
y flotas alrededor
como un globo desinflado.



Anne Sexton (E.E.U.U.,  Massachusetts en 1928 -1974)
(Traducción: Luz M. Astudillo)


ADMONITIONS TO A SPECIAL PERSON

Watch out for power, 
for its avalanche can bury you, 
snow, snow, snow, smothering your mountain.

Watch out for hate, 
it can open its mouth and you'll fling yourself out
to eat off your leg, an instant leper.

Watch out for friends, 
because when you betray them, 
as you will, 
they will bury their heads in the toilet
and flush themselves away.

Watch out for intellect, 
because it knows so much it knows nothing
and leaves you hanging upside down, 
mouthing knowledge as your heart
falls out of your mouth.

Watch out for games, the actor's part, 
the speech planned, known, given, 
for they will give you away
and you will stand like a naked little boy, 
pissing on your own child-bed.

Watch out for love
(unless it is true, 
and every part of you says yes including the toes) , 
it will wrap you up like a mummy, 
and your scream won't be heard
and none of your running will end.

Love? Be it man. Be it woman.
It must be a wave you want to glide in on, 
give your body to it, give your laugh to it, 
give, when the gravelly sand takes you, 
your tears to the land. To love another is something
like prayer and can't be planned, you just fall
into its arms because your belief undoes your disbelief.

Special person, 
if I were you I'd pay no attention
to admonitions from me, 
made somewhat out of your words
and somewhat out of mine.
A collaboration.
I do not believe a word I have said, 
except some, except I think of you like a young tree
with pasted-on leaves and know you'll root
and the real green thing will come.

Let go. Let go.
Oh special person, 
possible leaves, 
this typewriter likes you on the way to them, 
but wants to break crystal glasses
in celebration, 
for you, 
when the dark crust is thrown off
and you float all around
like a happened balloon. 







jueves, 22 de septiembre de 2016

CARTA DE AMOR ESCRITA EN UN EDIFICIO EN LLAMAS




Queridísimo Foxxy,

Estoy en una jaula,
la jaula que fue nuestra,
llena de camisas blancas y ensaladas verdes,
el congelador criticando nuestras deliciosas críticas,
y llevé películas en mis ojos,
y llevabas huevos a tu madriguera,
y jugamos a las sábanas, sábanas, sábanas
todo el día, incluso en la bañera como lunáticos.
Pero hoy prendí fuego a la cama
y el humo está llenando la habitación,
se está calentando lo suficiente para derretir las paredes,
y el congelador, un pegajoso diente blanco.

Me he puesto una máscara para escribir mis últimas palabras,
y son solo para ti, y las pondré
en el congelador designado para el vodka y los tomates,
y tal vez perduren.
No será así con la perra. Sus manchas se caerán.
Las cartas viejas se derretirán dentro de una abeja negra.
Los camisones ya están despedazados
en el papel, el amarillo, el rojo, el morado.
La cama –bueno, las sábanas se han convertido en oro–
duro, oro duro, y el colchón
se está convirtiendo en piedra por un beso.

En cuanto a mí, querido Foxxy,
mis poemas para ti pueden o no pueden alcanzar el congelador
y su esperanzadora eternidad,
¿es suficiente para ti?
¿El primero donde nombraste
mi nombre directamente en P.R.?
Si mis pies no estuvieran cediendo terreno
contaría toda la historia–
no solo la historia de la sábana
sino la historia del ombligo,
la historia de los curiosos párpados,
la historia del whisky amargo del pezón–
y empujaría nuestro amor donde perteneció.
Pese a mis guantes de amianto,
la tos está llenándome de negro,
y un polvo rojo se filtra a través de mis venas,
nuestra pequeña jaula se viene abajo públicamente
y sin pretenderlo, ya ves,
el sentido de un acto solitario,
una incineración del amor,
pero en lugar de eso parece que nos estamos hundiendo
justo en medio de una calle rusa,
las llamas haciendo el sonido de
un caballo siendo golpeado y golpeado,
el látigo adora su triunfo humano,
mientras las moscas esperan, golpe por golpe,
directamente desde United Fruit S.A.



Anne Sexton (E.E.U.U.,  Massachusetts en 1928 -1974)
(Traducción: Luz M. Astudillo)


LOVE LETTER WRITTEN IN A BURNING BUILDING

Dearest Foxxy,

I am in a crate, the crate that was ours,
full of white shirts and salad greens,
the icebox knocking at our delectable knocks,
and I wore movies in my eyes,
and you wore eggs in your tunnel,
and we played sheets, sheets, sheets
all day, even in the bathtub like lunatics.
But today I set the bed afire
and smoke is filling the room,
it is getting hot enough for the walls to melt,
and the icebox, a gluey white tooth.

I have on a mask in order to write my last words,
and they are just for you, and I will place them
in the icebox saved for vodka and tomatoes,
and perhaps they will last.
The dog will not.  Her spots will fall off.
The old letters will melt into a black bee.
The night gowns are already shredding
into paper, the yellow, the red, the purple.
The bed -- well, the sheets have turned to gold --
hard, hard gold, and the mattress
is being kissed into a stone.

As for me, my dearest Foxxy,
my poems to you may or may not reach the icebox
and its hopeful eternity,
for isn't yours enough?
The one where you name
my name right out in P.R.?
If my toes weren't yielding to pitch
I'd tell the whole story --
not just the sheet story
but the belly-button story,
the pried-eyelid story,
the whiskey-sour-of-the-nipple story --
and shovel back our love where it belonged.

Despite my asbestos gloves,
the cough is filling me with black and a red powder seeps through my
veins,
our little crate goes down so publicly
and without meaning it, you see, meaning a solo act,
a cremation of the love,
but instead we seem to be going down right in the middle of a Russian
street,
the flames making the sound of
the horse being beaten and beaten,
the whip is adoring its human triumph
while the flies wait, blow by blow,
straight from United Fruit, Inc.





martes, 20 de septiembre de 2016

De: TRES MUJERES: POEMA para TRES VOCES


























SEGUNDA VOZ:

No estoy fea. Estoy incluso bonita.
El espejo me devuelve una mujer sin deformaciones.
Las enfermeras me devuelven mis vestidos y una identidad.
"Estas cosas pasan", me dicen.
Es algo normal, en mi vida, y en la de los demás.
Soy una de cada cinco, más o menos. Aún tengo esperanza.
Soy hermosa como una estadística. Acá está mi lápiz de labios.

Me pinto la vieja boca de siempre.
La roja boca que guardé junto a mi identidad
Hace un día o dos, o tres: un viernes.
Ni siquiera necesito descansar; puedo ir a trabajar hoy mismo.
Puedo amar a mi marido, que lo va a entender.
Que me amará a través de mi confusa deformidad
como si hubiese perdido un ojo, una pierna, la lengua.

Y aquí estoy, un poco ciega pero erguida. Marchándome
sobre ruedas en lugar de con las piernas, pero tanto da.
Aprendiendo a hablar con los dedos, no con la lengua.
Porque el cuerpo está lleno de recursos.
El cuerpo de una estrella de mar puede regenerar sus tentáculos,
y los tritones son pródigos en piernas. Que yo también
pueda ser tan pródiga en aquello que carezco.




Sylvia Plath


(Traducción de Xoán Abeleira)

SECOND VOICE:

I am not ugly. I am even beautiful.
The mirror gives back a woman without deformity.
The nurses give back my clothes, and an identity.
It is usual, they say, for such a thing to happen.
It is usual in my life, and the lives of others.
I am one in five, something like that. I am not hopeless.
I am beautiful as a statistic. Here is my lipstick.

I draw on the old mouth.
The red mouth I put by with my identity
A day ago, two days, three days ago. It was a Friday.
I do not even need a holiday; I can go to work today.
I can love my husband, who will understand.
Who will love me through the blur of my deformity
As if I had lost an eye, a leg, a tongue.

And so I stand, a little sightless. So I walk
Away on wheels, instead of legs, they serve as well.
And learn to speak with fingers, not a tongue.
The body is resourceful.
The body of a starfish can grow back its arms
And newts are prodigal in legs. And may I be
As prodigal in what lacks me.





Sylvia Plath  nació en Boston, E.E.U.U., en 1932. Su padre, un destacado biólogo alemán, fue para ella "un gigante" amado y odiado, "el coloso" que da título al único libro de poemas que publicó en vida. Al morir él, teniendo Sylvia ocho años, empezó a escribir. Cuenta que descubrió el hechizo de la poesía mientras su madre le leía un poema de Mathew Arnold: "Vi que se me ponía la carne de gallina. No sabía por qué. No tenía frío. ¿Habría pasado un fantasma? No, era la poesía. Una chispa de Arnold se desprendió y me sacudió un escalofrío, y tuve ganas de llorar. Me sentía extraña. Había descubierto un nuevo modo de ser feliz." Asiste a los mejores colegios, destacándose en todas las disciplinas y obteniendo beca tras beca. A los 19 años gana un premio para ser redactora durante un mes en una revista neoyorkina. Relata esta etapa de su vida en su novela La campana de cristal, publicada un mes antes de su muerte. De regreso en Boston, su estado psíquico, ya deteriorado, hace crisis e intenta suicidarse. Luego de tomar una gran cantidad de somníferos, permanece encerrada dos días y medio en el sótano de su casa, en el mundo subterráneo que evoca el Poema para un cumpleaños. A lo largo de toda su carrera de estudiante escribe cuentos y poemas, y los publica en diarios y revistas. Siempre temió la falta de dinero y la marginalidad social que implica el ser poeta. Su diario registra obsesivamente su miedo de no llegar a ser famosa: "Sí, quiero el elogio del mundo, dinero y amor, y me pongo furiosa con cualquiera que tenga una trayectoria similar a la mía y me lleve la delantera". En 1955 gana una beca para continuar sus estudios en Cambridge. Allí conoce a Ted Hughes, con quien se casa y tiene dos hijos. La pareja vive de 1957 a 1960 en los Estados Unidos. Sylvia trabaja como profesora, pero la abruma el tiempo que le quita a su escritura la enseñanza. Deciden volver a Inglaterra y consagrarse exclusivamente a escribir. Al tiempo, compran una casa de campo en Devon, donde viven hasta que se separan, a mediados de 1962. Sylvia se va a vivir a Londres con sus hijos e inicia su última y más febril etapa creativa escribiendo los poemas que póstumamente se recogieron en Ariel (1965) y Arboles invernales (1971).  Teniendo apenas 30 años, se suicida en 1963.







domingo, 18 de septiembre de 2016

A LA LUZ DE UNA VELA


















Es invierno, es de noche, mi pequeño amor:
Una suerte de crin negra,
Una tosca y taciturna materia agreste,
Acerada con el fulgor
Que las estrellas verdes provocan en nuestra verja.
Te cojo en brazos.
Es muy tarde.
Las campanas tediosas bardean su hora.
El poder de una vela nos hace flotar en el espejo.

Es aquí. en este fluido, donde tú y yo nos conocemos,
En este halo radiante que parece respirar
Y deja que nuestras sombras se apaguen
Tan sólo para avivarlas
Y agrandarlas de nuevo: gigantes inmpetuosos en la pared.
Prendo un fósforo y, de repente, vuelves a ser real.
Al principio la vela se niega a mantenerse:
Recorta su llama hasta reducirla
a casi nada, a una penosa decepción azul.

Contengo el aliento hasta que estallas a la vida,
Mi pequeño y furioso
Erizo ovillado. El cuchillo amarillo
Crece a lo alto. Tú te aferras a tus barrotes.
Mi canción te hace gritar.
Te acuno como una barca, yendo de un lado a otro
Sobre la alfombra india, sobre el suelo helado,
Mientras el hombre de latón
Se arrodilla, encorvado, todo cuanto puede,

Alzando su pilar blanco con esa luz
Que mantiene a raya el cielo, ¡el ataque de la negrura
Que está por todos lados, acercándose, acercándose!
Ese pequeño atlas marrón te pertenece:
Es todo lo que tienes, tu pobre herencia. Ese titán de juguete,
Sin esposa ni hijos, con cinco balas de cañón apiladas a sus pies.
¡Cinco balas! ¡Cinco brillantes balas de latón!
Para que tú hagas malabarismos con ellas, cariño,
Cuando el cielo se derrumbe.



Sylvia Plath (E.E.U.U.; Boston,  1932 - Londres,  1963)


(Traducción de Xoán Abeleira)

BY CANDLELIGHT


This is winter, this is night, small love─
A sort of black horsehair,
A rough, dumb country stuff
Steeled with the sheen
Of what green stars can make it to our gate.
I hold you in my arm.
It is very late.
The dull bells tongue the hour.
The mirror floats us at one candle power.

This is the fluid in which we meet each other,
This haloey radiance that seems to breathe
And lets our shadows wither
Only to blow
Them huge again, violent giants on the wall.
One match scratch makes you real.
At first the candle will not bloom at all─
It snuffs its bud to almost nothing, to a dull blue dud.

I hold my breath until you creak to life,
Balled hedgehog,
Small and cross. The yellow knife
Grows tall. You clutch your bars.
My singing makes you roar.
I rock you like a boat
Across the Indian carpet, the cold floor,
While the brass man
Kneels, back bent as best he can

Hefting his white pillar with the light
That keeps the sky at bay,
The sack of black! It is everywhere, tight, tight!
He is all yours, the little brassy Atlas─
Poor heirloom, all you have
At his heels a pile of five brass cannonballs,
No child, no wife.
Five balls! Five bright brass balls!
To juggle with, my love when the sky falls.





viernes, 16 de septiembre de 2016

PACTO ROTO








































Un rostro se hace viejo mucho antes que una mente.
Y muslos, brazos, pechos
adoptan una pose como de indiferencia.
Hartos del corazón que anheló tanto, prefieren olvidarse
de todas sus promesas anteriores.

Mas mente y corazón prosiguen
su conversación animada,
discuten,se intercambian epifanías diversas,
a veces se les va toda la noche
en lamentos y antífonas.

Rostro y cuerpo les han tomado el pelo,

comparten soledad
sin saber bien qué hacer. 



Denise Levertov (1923, Ilford, Inglaterra-Seatle, E.E.U.U.. 1998)


(Traducción: Cristina Gámez Fernández y Bernd Dietz)

BROKEN PACT

A face ages quicker than the mind.

And thighs, arms, breasts,
take on an air of indifference.
Heart's desire has wearied them down, they chose to forget
whatever they once promised.

But mind and heart continue
their eager conversation,
they argue, they share epiphanies,
sometimes all night they raise
antiphonal laments.

Face and body have betrayed them.

they are alone together,
unsure how to proceed.










miércoles, 14 de septiembre de 2016

LA PARTIDA




¿Has puesto ya la luna a buen recaudo?
Ata mejor las cuerdas,por favor.
El pan mételo más, para evitar
que lo aplaste la luz -una bagette
bien tostada y tan blanca en su interior
no es fácil de encontrar
hoy en día. ¡Y por Dios
que no se nos ocurra irnos al final
y olvidarnos del mar! Así que ponlo
ahí entre los zapatos
y ata detrás la luna. ¡Es la hora!



Denise Levertov (1923, Ilford, Inglaterra-Seatle, E.E.U.U.. 1998)


(Traducción: Cristina Gámez Fernández y Bernd Dietz)


THE DEPARTURE

Have you got the moon safe?
Please, tie those strings a little tighter.
This loaf, push it down further
the light is crushing it -such a bagette
golden brown and so white inside
you don't see every day
nowadays. And for God's sake
don't let's leave in the end
without the ocean! Put it
in there among she shoes, and
tie the moon on behind. It's time!




lunes, 12 de septiembre de 2016

A LA MANERA DE MIRABAI
















Siglo XVI, India

Anne se ha vuelto loca, está hecha un desastre, es inútil
Está ausente, no hay nada que hacer
Golpea su tambor
Golpea su tambor en el templo interior 
Al sonido del tambor ella repite
"Buda, Buda"
Es la melodía mas dulce

Se ha roto una válvula, el agua se ha vertido
Su alma, "su cisne" dice, vuela y se escapa
El cuerpo de Anne es un desconocido para ella
Un extraño
Anne se ha vuelto loca, está extática
Está hecha un desastre, es un caso perdido
Está ausente, no hay nada que hacer, no hay vuelta atrás

Se lo cuenta a todo el mundo
A través de las calles y las plazas
Dice que permanecerá a los pies de su maestro para siempre
Finalmente ha conocido al maestro para siempre
Finalmente ha conocido al maestro que contiene
Ahora es la Reina de su mundo.



Anne Waldman


(Traducción Annalisa Marí Pegrum)

AFTER MIRABAI

16º century, India

Anne's gone mad she's a mess hopeless
Gone beyond all help, no return
She beats her drum
She beats her drum in the inner temple
To the soundof the drum she repeats
"Budha, Budha"
It's the sweetest melody

A vessel is broken, water is spilled
Her soul she calls "swan" flies away
Anne's body has become alien to her
It's a stranger
Anne's body has become alien to her
It's a stranger
Anne's gone mad, ecstatic
She's a mess, hopeless
She's gone beyond all help, no return

She's telling everybody
All through the streets & squares
She says she'll sit at her master's feet forever
She's finally met the master in herself
Now she's Queen of her world.





Anne Waldman (E.E.U.U.; Nueva Jersey, 1945) formó parte de lo que ella mismo denominó "una segunda generación beat". En 1965 asistió al encuentro de poesía de Berkeley, California, lo cual determinaría el resto de su carrera como escritora. Desde 1968 hasta 1978 fue directora del St.Mark's Poetry Project, un centro cultural por el que han pasado las voces más importantes de la poesía norteamericana de las últimas décadas. En 1970 publicó "Giant Night", el primero de sus cuarenta y dos libros. Cuatro años más tarde fundó junto a Allen Ginsberg y a Diane di Prima, la Jack Kerouac Disembodied School of Poetics (Escuela J.K de Poéticas Descorporizadas) en Narope Institute, Colorado.