En el silencio de los árboles
intuimos
que el otoño es perfecto
se detiene en la rama
en las hojas
en el tronco
en la savia
y eso sucede en toda la montaña
Una mantis en mímesis
que nos hace escuchar
la oración de la vejez
En la naturaleza
se vuela para sucumbir
o para crear vida
En otoño
los pedúnculos marchitos
no soportan el peso del tiempo
Enormes son nuestras
equivocaciones
y aciertos
en la vida
Ay fatalidad
La poesía es el arte mayor
para volvernos solitarios
Un arte milenario
para miles de años posteriores
Hasta el respirar
y el paso del oxígeno
está grabado
en la nada.
VIDAS EJEMPLARES
Tres fósforos yacen acostados
en una cama de cartón.
Es tarde en la noche
y el calor del verano los sofoca;
conversan del destino
y de lo hermoso que es arder
acercándose a dos velas
cuando los enamorados
se miran con dulzura
antes de cenar.
Están concientes que sus vidas
se acercan al ocaso y no le temen;
la vida es eso,
una llama que surge
y que se apaga
al intentar asir su fuego.
Tranquilos aguardan
y en el tedio de la espera,
juegan a soñar que hay otra vida
que nace cuando mueren.
José María Memet
José María Memet, poeta y gestor cultural, nacido en Neuquén, Argentina, en 1957 y nacionalizado chileno en 1970. Ha publicado varios libros, entre ellos "Poemas crucificados" (1977); "Bajo Amenaza" (1979); "Los gestos de otra Vida" (1985), "Amanecer sin dioses" (1999), "El rastreador de lenguajes" (2005) y "El cazador de instanstes", entre otros. Director del Festival Internacional Chile-Poesía. Su obra ha recibido diversos premios, entre otros, el Gabriela Mistral en 1977 y el Premio Pablo Neruda en 1996.
No hay comentarios:
Publicar un comentario