miércoles, 6 de marzo de 2024

TIERRA AMANECIDA (1926)

 


Posesión de un minuto


Calma de oro me ablanda los sentidos. 
El gramillal mojado, el aire nuevo.
La quietud es más honda que una dicha, 
y rema en agua de horas mi silencio.

En medio de esta noble venturanza 
mi desnuda nostalgia tizna cielos.
Cargo un alma confusa de caminos... 
Pero alguien me perdona desde lejos.


Madrugada

La aurora se levanta risueña como un chico.
El sol publica y abre llanuras y distancias.
De las barbas gauchescas de los sauces escapan 
como frases serenas las primeras bandadas.

Me siento rico en cada yuyito o flor que veo.
La mañana es ferviente como un grillo sonoro.
Voy paciendo emociones... 
¡Salud, señores pájaros! 
Sacuden horizontes los vientos de mi gozo.


Retorno

Feliz como un señor que busca el sol 
entre arboledas que desgajan cantos, 
así he de recorrer esos parajes 
donde la soledad, patrona de almas, 
y la quietud, se alargan como besos. 
Todo esto fue sencillamente hermoso. 
Hambriento el corazón entonces iba... 
Generosa como un balcón subido 
izó mi fe su elástico entusiasmo.
No era mucho el silencio por mis cauces.

Y bien encaramado en las jornadas 
salí de los minutos suelto en júbilo. 
Parejo y persistente en mi igualdad 
como la estrella es persistente en luz. 
Árbol, alta vehemencia del paisaje, 
a su vera pasé rodando lunas.

Mide nuestra vejez el recordar.
Bien sentí que cerraban como llagas 
los ciclos realizados, en mi pecho.
Pues que somos tal vez una costumbre 
de eternidad, reviviré comarcas.
He de volver sin rumbos ni momentos. 
Viento tirante, banderín del mundo, 
flamearás mi alegría.

(Del libro "Mastronardi -Obra completa",
Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe,
2010)


Carlos Mastronardi (Gualeguay, Entre Ríos, 1901- Buenos Aires,1976)

Pueden LEER la biografía en entrada anterior del autor.

IMAGEN: Pintura de Cesario Bernaldo de Quirós. 






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