Una mujercita hoy se
abrazó a mí.
Una hija de vos, una
que descendió de tu carne
hoy me abrazó; licor
de dioses
la ola de su cabello
se acostó
sobre el viejo
acantilado de mi pecho.
Nada más el toque,
adentro me estalló toda la fiesta.
Luces de antes
volvieron a encenderse
y perfumes de
novísimos jardines
desataron brisas de
silenciosa felicidad.
Una mujercita hoy se
abrazó a mí.
Una hija de vos, una
que descendió de tu carne.
La más joya de tu
alhajería
hoy me abrazó.
Tomo el encuentro, lo
cargo,
me lo llevo para
adentro, lo atesoro.
Venga este pan este
fueguito venga
para mi más y más
vivir.
de "Bajo
continuo",
Ediciones El mono armado
Marcos
Silber (Argentina, Buenos Aires, 1934-Id,2021)
Pueden LEER la biografía y más poemas en entradas anteriores.
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