Te agradezco, poesía,
que hayas acrecentado ese silencio
que nació con mi ser, que hayas doblado
mi orgullo y mi humildad, mis dualidades,
mi original tristeza de ser hombre.
Te agradezco, poesía,
por haberme otorgado esa otra vida
que nace con el son de la palabra,
por mostrarme el secreto de las cosas,
por ofrecer la noche y su intemperie.
Gracias, poesía, gracias
por las nieves serenas de tu cima,
por el extenso ardor de tu llanura,
por el ritmo feliz de tu corriente,
por esa variedad de tus orillas.
Gracias por todo, gracias
por tanta buena fe, por tanta hondura,
por tanta soledad ennoblecida.
Gracias por tu verdad, por tu belleza,
por tus abismos y por tus alturas.
Osvaldo Rossler
Osvaldo Rossler. Poeta argentino. Nació en Buenos Aires en 1925; publicó su primer libro de versos – Reservando mi lágrima para lo cálido de mis cenizas – en 1952. Antes – en 1948 – sus poemas habían sido elogiados por Juan Ramón Jiménez, de visita entonces en Buenos Aires.En 1958 publicó El mar y más tarde El amor en la tierra, Canto de amor y soledad, Oficio de tinieblas y otros libros. Hacia 1969, Rossler – que desde su adolescencia venía cantando tangos – decidió escribir canciones e interpretarlas él mismo. Grabó un disco – La voz del poeta – (1972). Viajó luego a España, Italia y Francia, donde cantó con éxito y alterna ahora la poesía escrita y la cantada. Es autor de alrededor de ochenta composiciones (para las que compone en primer término la música) y entre ellas una docena de tangos. Pas de quatre data de 1971. Éste es, precisamente, el título del último libro de versos de Nicolás Olivari, el gran poeta de Buenos Aires a quien Rossler evoca.
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