Lo que parece una figura.
Lo que parece una montaña.
Lo que parece el esqueleto
de la figura de una montaña.
Lo fijo, el esqueleto de una idea
que estaba en la memoria y fue
pensamiento, ocurrencia, dolor.
Lo que parece en el tiempo una cara
sola, perpleja.
***
MANIOBRAS
***
MANIOBRAS
Ahora
esa mujer habla del mar.
Sorpresiva, casi sin voz, dice y mezcla
una palabras incomprensibles, ajenas.
Dice y tartamudea que el mar, que la noche,
que un día, que pájaros, que el amor
y el silencio del silencio, que la muerte.
Dice y se va, como si nada.
Que sea así. Prefiero que no esté
con sus anuncios inconsolables y emigrada
sin respuesta -mientras que la vida avanza
a grandes pasos, lejos de uno- vuelva
y mire, lúcida, un objeto material
hecho de un grupo de palabras abstractas,
de nombres propios y voces:
sólo una escritura en voz baja, hecha
de arrepentimientos, agregados, decepciones.
Sorpresiva, casi sin voz, dice y mezcla
una palabras incomprensibles, ajenas.
Dice y tartamudea que el mar, que la noche,
que un día, que pájaros, que el amor
y el silencio del silencio, que la muerte.
Dice y se va, como si nada.
Que sea así. Prefiero que no esté
con sus anuncios inconsolables y emigrada
sin respuesta -mientras que la vida avanza
a grandes pasos, lejos de uno- vuelva
y mire, lúcida, un objeto material
hecho de un grupo de palabras abstractas,
de nombres propios y voces:
sólo una escritura en voz baja, hecha
de arrepentimientos, agregados, decepciones.
Jorge García Sabal (Argentina, Balcarce, 1948-Buenos Aires, 1996)
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