martes, 18 de marzo de 2025

El amor que mueve al sol y a las demás estrellas


-I-
El gobierno del dos
entre cuarks danzantes e inusitados
para celebrar el primer movimiento,
por ondas, de la materia.

Imagino un respiro oscilante,
y vibrar por rebotes el coraje del origen,
euforia de las células en el choque primario:

siempre hay un beso al comienzo de la vida.

De los míos, solo uno, fósil
en concha de memoria,

fragmentos estelares en fuga
más allá de tus labios.

Por furor de vida me incluyo en los multiversos,
donde el fervor de carbono preludia
a las formas expandidas:
remolino y desorden
como el amor ardiente,
en el tiempo Uno del fuego.

Solo me llegan residuos de combustión:

agotada la luz que piensa en septiembre,
filtra el largo viaje
un borde solamente, por prodigio,
entre las estrellas descendidas sobre el rostro

y siento la memoria del universo
que se vuelve rocío de lluvia astral.

Haberte amado se inscribe en la casualidad necesaria,

un cúmulo sideral,
adensado en el fuego del Instante,

poco importa el tiempo
precipitado más allá

del flamear de las pasiones.
El mentón en la mano,
en la hora del sol aún concedida,
llamo a la química del cosmos,
busco luz de inteligencia astral.

-II-

Veo entonces, con ojos sin pupilas,
verdear el prado sumergido,
la lente del misterio brillar
semillas de reacción cósmica,

Amor de clorofila,
ámbar cronomillonario

que conserve flores, pequeños voladores
y los sueños verdes del principio,
prisión y cofre del mundo primero;

para mí no tengo estuche de ámbar
que conserve las palabras en teca transparente,
los cristales diamantinos de un antiguo pálpito, 
el vacío sin oro envuelve
mi infinita canción.

-III-

Perdura, sin embargo, más allá la inercia de la nada,
la mirada alrevesada en vértigo de arché,
el Principio astral del AMOR,
si en todas partes hubo mirada de dos,
ojos y moléculas en espejo,
el mismo latido, hombre y materia,

se mueve en secreta danza
impredecible encuentro de enzimas,
selección por errores
entre protocélulas errantes y combativas.

El mismo misterio del sentir humano 
más oscuro que los azúcares primordiales, 
para combatir la dura distancia del desamor,
tan denso como hielo interestelar.

Resiste, aun así, el pronunciarte
en esta tormenta,
entre caídas de electrones
o remolinos de iones metálicos,

la poesía de las últimas sílabas,
espejos de pietas el devenir del mundo,
para nosotros, los post-sapiens,
para mí, sin rayos de elegible,
encomendarse a moléculas aglutinadas de sonidos,
nuestra danza alquímica,
desde el alba prebiótica
a la palabramásallá hundida

(De: "El canto del origen",
Barnacle, 2025,
Envío de Alberto Cisnero)
Gabriella Cinti

(Traducción de Antonio Nazzaro)

Gabriella Cinti, nacida en Jesi, Italia. Italianista, estudiosa de griego, poeta, escritora y ensayista. Entre sus publicaciones encontramos los poemarios: Suite per la parola, 2008; Euridice è Orfeo, 2016; Madre del respiro, 2017; La lingua del sorriso. Poema da viagg0 (Primera edición 2022 y segunda edición, 2024). Los ensayos: Il canto di Saffo, 2010; EMILIO VILLA e l’arte dell’uomo primordiale: estetica dell’origine, 2019; All’origine del divenire. Il labirinto dei Labirinti di Emilio Villa, 2021.Ha ganado premios en Italia y en el extranjero, y ha sido reseñada en la prensa nacional y en importantes publicaciones. Ha sido traducida al inglés, griego, rumano, polaco y español. Su novela Polifema ganó el premio editorial Mangiaparole del Progetto Cultura 2023.




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