El agua empujó toda la noche yo la llamaba después
entendí que era inútil nombrarla: ella se llamaba a sí misma
todo esto pensaba cuando observé que el río detrás de los ojos
empezaba a secarse
ahora no puedo bajar los párpados
qué es esto de estar vigilante todo el tiempo ayer vinieron
sonidos apacibles y me dormí
este lugar no lo voy a dejar nunca
(el río secreto)
Mi mamá usa perfumes caros
este perfume es francés me lo compró papá
fabrico fragancias con los azahares de los naranjos y los pétalos
caídos del jardín los sumerjo en una palangana un día entero
agrego al agua un poco de alcohol y ya está me mojo el cuello
y el escote
Se ha puesto una remerita de buclé a rayas celestes y está bien en
la puerta de calle con el aire y los hombres que pasan en bicicleta
y le dicen tantos piropos –¡mamita!– que se ruboriza qué
importa si en el fondo de la casa la están buscando para secar los
platos o guardar los cubiertos se está tan bien así con esos zonzos
que parece que se babean y ella las puntas bien erguidas de los
pezones mañana se pondrá la otra la de banlon blanca que le
marca más
(en la puerta)
Después de muchas vueltas en la bicicleta finalmente se asomó a
una de las ventanas sobre el muro del colegio
la luz intensa de la siesta iluminó los cuerpos
no se atreve a decírselo a nadie y no puede dejar de pensar
por el espejo grande de la habitación también espió a sus padres
ahora ella sabe
En el baño de Antonia me di cuenta de que me había venido
apareció una mancha de sangre en la bombacha me gusta ese
baño porque huele a ella
yo ya quería tener la regla para no tener que mentir en la escuela
cuando las chicas hablaban de eso
ahora puedo contar lo mío a la Yolanda los padres se lo
festejaron le dijeron con mucho orgullo ya sos señorita
ya sos señorita, machaca mi hermano, no abrás las piernas
los varones no tienen que cruzarse de piernas
me gustaría ser como ellos y hacer pis de parada
(¿señorita?)
El primer día me duele mucho la panza mi mami está ocupada
no entiendo nada de nada al final creo que tampoco estoy
contenta me pregunto si alguna vez estaré contenta de algo
el Chango Barrera pasó varias veces en su bicicleta por la
platabanda yo sé que le gusto se te declara en cualquier
momento, dice la Mercedes pero para mí es un pavo
Siempre admiró a la diosa del jardín
una Venus de yeso con brazos no como la del comedor de lujo
de marfil finísima pero mutilada
por las noches piensa en ella el marido le cortó los brazos y la
arrojó al mar, le contó la Mercedes que parecía conocer la leyenda
de la Venus de Milo:
–Por puta
–¿Puta?
–Sí la que se abre de piernas a cualquiera
(la Venus de Milo)
La Elsa habla de cosas simples
hoy se me juntó más ropa que ayer la señora me dejó un montón pero
por suerte ya adelanté bastante
Allí la mujer aguanta el padre hace lo que debe hacer ajeno a
remilgos y está bien no es hora de lamentos
(sin anestesia)
Este es mi otro escondite nadie sabe dónde estoy me trepo
a la parra y llego hasta el techo que da a la casa del vecino aquí
ya no se oyen las voces de las mujeres sí los pájaros todo
esto no se lo puedo contar a nadie ni a la Mercedes que me
cuenta cada cosa la Elsa dice que yo tengo labios sensuales
no sé qué quiere decir eso tengo ganas de besar a alguien y
pruebo en el espejo de mi cuarto cerrando los ojos a veces me
pregunto para qué sirve la escuela si la escuela no me saca esta
preocupación me gustaría ser bailarina y danzar en el aire y
olvidarme de todo
(en la parra)
Marta Braier
Marta Braier nació en 1947 en San Miguel de Tucumán, provincia de Tucumán, República Argentina, y reside en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es Profesora en Letras desde 1972, con la distinción Summa Cum Laude, por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán. Especializada en Creatividad y Crítica Literaria, coordina talleres de escritura. Entre 2003 y 2015 dirigió el Taller Literario para Jóvenes de la Biblioteca Nacional. Ha sido traducida al francés, catalán y portugués. Colaboró, entre otros, en el suplemento cultural del diario “Clarín” (1976-1987). Cuentos suyos fueron incluidos en el volumen colectivo “Sociedad de sueños” (1992), así como textos poéticos en las antologías “Poemas y relatos desde el Sur” (con prólogo de Aitana Alberti, en Barcelona, España, 2001) y “Antología de poesía argentina contemporánea. 18 poetas” (compilada por Cristina Madero, Mario Jorge Buchbinder y Daniel Calmels, Reflet de Lettres, de Francia, y Alción Editora, de Argentina, 2012). Dirigió en 1998 un ciclo de narrativa y poesía en “Liberarte / Bodega Cultural”. Poemarios publicados: “Gestos de minué” (Libros de Tierra Firme, 1999), “Ésta es la tierra, corazón” (Ediciones Último Reino, 2005) y “El río secreto” (Premio Único de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en Poesía Inédita, Bienio 2010-2011, Ediciones El Jardín de las Delicias, 2016).
IMAGEN: Perfil del face.
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