Los jardineros verdaderos no pueden soportar los guantes
Entre el toque firme y la raíz tierna,
Deben dejar que sus manos se llenen de nudos
Mientras se mueven con una fuerte sensibilidad
Debajo de la tierra, entre las rocas y brotes,
Sin magullar o herir la fruta oculta.
Y así vi cómo las manos de mi madre se llenaron de cicatrices,
Ella, que podía sanar la planta o amiga herida
Con el mismo amor vulnerable pero riguroso.
Una vez me molestó ver su retorcida belleza,
Pero ahora su verdad me ha sido dada para vivir,
Mientras aprendo por mí mismo que debemos ser duros
Para movernos entre lo tierno con una mano abierta,
Y para permanecer sensibles hasta el final.
Pagar con un poco de dureza, para un mundo noble.
May Sarton (Belgica, 1912, 1996 -vivió en E.E.U.U, desde los 4 años)
(Traducción: Marianela Leonardelli)
AN OBSERVATION
True gardeners cannot bear a glove
Between the sure touch and the tender root,
Must let their hands grow knotted as they move
With a rough sensitivity about
Under the earth, between the rock and shoot,
Never to bruise or wound the hidden fruit.
And so I watched my mother's hands grow scarred,
She who could heal the wounded plant or friend
With the same vulnerable yet rigorous love;
I minded once to see her beauty gnarled,
But now her truth is given me to live,
As I learn for myself we must be hard
To move among the tender with an open hand,
And to stay sensitive up to the end
Pay with some toughness for a gentle world.
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