martes, 27 de noviembre de 2018

¿QUIÉN DICE QUE MIS POEMAS SON POEMAS?




























¿Quién dice que mis poemas son poemas?
Mis poemas no son poemas.
Cuando entiendas que mis poemas no son poemas,
podremos empezar a hablar de poesía.



Un estrecho sendero rodeado por un bosque espeso;
por todas partes, montañas en oscuridad.
Han caído ya las hojas del otoño.
No llueve, pero a las rocas aún las ennegrece el musgo.
Regreso a mi ermita por un camino que pocos conocen,
con una canasta de hongos frescos 
y una jarra de agua pura del pozo del templo.



El pelo hirsuto detrás de las orejas,
una túnica gastada que semeja nubes blancas 
y humo negro.
Medio ebrio, medio sobrio, regreso a casa,
rodeado de niños que me guían por el Camino.



Las vicisitudes de este mundo son como el desplazamiento
de las nubes.Cincuenta años de vida no son sino un largo sueño.
Lluvia escasa: De noche, en mi ermita desolada,
aprieto con calma mi túnica y me apoyo en la ventana vacía.



Una vez más, los niños y yo jugamos a la guerra
con hierbas de primavera.
Avanzando, retrocediendo, cada vez con más refinamiento.
El crepúsculo... Todos regresan a casa;
la luna, brillante y redonda, me ayuda a soportar
       la soledad.



¡Ryokan, Maestro Zen!
Como un tonto, como un ignorante,
¡mente y cuerpo completamente dormidos!



Peldaños de piedra, un montículo de musgo verde 
y lustroso;
el viento trae el aroma de pinos y cedros.
La lluvia ha cesado y comienza a clarear.
Llamo a los niños mientras voy por sake,
Luego de beber bastante, escribo dichoso estos versos.



La vida es como una gota de rocío,
vacía y fugaz;
se han terminado mis años 
y ahora, frágil y tembloroso,
debo desvanecerme.



Ryôkan



(Versiones de
Carlos A. Castrillón)



Ryôkan. Poeta y monje japonés. Su verdadero nombre era Yamamoto Eizo. Nació en 1758 en la ciudad de Izumozaki, de la provincia de Echigo (actualmente Niigata), sobre la costa oeste del Japón. Una región de nieve. Descendiente de una familia acomodada, su padre poeta de cierto renombre, ejercía la Jefatura del poblado. Eizo pasó su juventud dedicada al estudio. A los 18 años entró en un monasterio zen. Estudió con el maestro Kokusen de la Seca Sotô, quien lo inició en los misterios de la meditación sentada (zazen). Después de la muerte de su maestro, Ryôkan fue reconocido como el único heredero y depositario de la Transmisión. Pero eligió la soledad de una ermita de montaña, donde pasará veinte años. Pureza, alegría y compasión emanaban de su persona. Al final de sus días abandona la montaña y se instala en la residencia de un amigo donde conoce a una joven de 29 años, Teishin, quien lo acompañará hasta el final El monje loco (como le decían cariñosamente), murió a los 72 años, en 1831.





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