PARA el que amó desde su encierro
las hojas últimas de un verano,
para el que solitario
se negaron los días y las noches
no hay lugar en un círculo perfecto.
El que busca una fuente no prevista
da con la fuente de la sed, con sus blasones
y vigilias de arena.
Augura y late para nadie el amor
en fortines aislados y carrozas,
en literas sin viento,
en estrechas proas desgobernadas.
Para el que solo sabe de absoluto,
caminos,
no hay lugar en un círculo perfecto.
SOLO conozco andenes
de los que todo parte, nada llega.
He nacido en un tiempo
de zumbidos de adiós,
largos ríos de manos y silencio.
La antorcha vacilante,
la puerta que se cierra,
la sonrisa marchita por el aire,
la inminencia del hueco
donde hace unos minutos
maduraba una rosa.
Ésta es mi parte del botín:
ser el vigía quieto, ignominioso,
de un lugar donde todo es despedida.
(Del libro: "La morada imposible"
Ed. Corregidor, 2019,
Edición a cargo de Ana M. Barrenechea
y María Negroni) Tomo I.
Susana Thénon (Buenos Aires, Argentina, 1935- 1991)
PUEDEN leer la biografía y más poemas en entradas anteriores de la autora
(N. del A.)
IMAGEN: Círculo imperfecto (Sin créditos)
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