Una invención apócrifa
LOS POEMAS DE ANTONIO J.ORBE
Nadar en el río es nadar en el tiempo
Nadar un río es diferente. Mi cuerpo
recuerda. Conoce la diferencia.
Resiste la corriente, se aleja de la orilla,
cada brazada da un golpe en la quietud.
La luz fluida casi dorada se desprende
en grumos que multiplican los reflejos.
El río ya no es el mismo en el centro
que en sus bordes donde reina asomada
la sombra de la selva. En el río
nada otro río. Se ve en la piel del agua,
en sus arrugas plegadas a la ribera
y en la tersura sedosa pero distante
donde el otro respira pleno, rebosante.
El pasado se alza en cada ola que avanza.
El brillo de las cosas y las palmeras oscuras
son reflejo de un museo de colores, y
el diente de las bestias, y el ojo asomado
al redondo presente que los acecha
y la noche que avivan las llamas.
El pasado se alza en cada ola que avanza.
El brillo de las cosas y las palmeras oscuras
son reflejo de un museo de colores, y
el diente de las bestias, y el ojo asomado
al redondo presente que los acecha
y la noche que avivan las llamas.
Recuerdo la plegaria en cada bocanada
y al niño que en una playa sin nubes
pesca lo que no importa si existe.
El río respira con uno.
Me deslizo apretado a la desnudez
y a la corriente. No es fácil el trabajo.
Nadar es perdonar el tiempo, olvidar.
del libro "Nadar en el tiempo"
es Pulpa, CABA, 2023
Gentileza del autor.
Osvaldo Picardo(Mar del Plata , provincia de Buenos Aires, Argentina, 1955)
Nota del Traductor:
Es el primer poema que encontré y la primera noticia que tuve del poeta Orbe. El texto estaba en el suelo de la B.M. de Nairobi, en un papel amarillo, con letra casi ilegible de médico y una miniatura dibujada con destreza al margen: es una palmera inclinada sobre su propio reflejo en la corriente de un rio donde también bracea un nadador. Como podrán apreciar, consideré que podía darle título a la presente antología.
MAGEN: un río, pintura de Joseph María Solá.
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