Lo que un día nos gustó deja pronto de atraernos.
Lo que solía deleitarnos se asienta como fina ceniza en nuestra lengua
Lo que abrazamos una vez, nos abraza.
Las cosas, es cierto, tienen un destino:
Conexiones y descargas misteriosas como el lenguaje de las nubes.
En esto se ha convertido mi vida,
Mitad indescifrable, mitad nueva geografía,
Paisajes detenidos en penumbra, memoria barrida,
La voz sobrepuesta no es la mía.
Mientras tanto, el topo avanza en sus ensueños subterráneos,
Los perros echados oir ahí como tapetes,
Los pájaros espulgan su plumaje, los insectos abandonan su caparazón.
Charles Wright (E.E.U.U., Tennessee, 1935)
(Versión de Jeannette L. Clariond)
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