miércoles, 22 de agosto de 2012

INSOMNIO




Un hombre solo camina por los bordes de su propia noche.
Va y viene con una vieja pregunta por los andurriales de su
condición.
El amanecer está todavía lejos pero la sangre y los pasos resuenan
en su cabeza despierta, en su cuerpo acabado. Resuenan en la calle
vacía de un callejón sin salida.
Sus hijos y su mujer duermen. Mañana será otro día igual y no
dirán nada,
¿Conoce o no, este hombre, el punto donde todos los caminos
se separan? ¿Conoce o no los fantasmas de la desesperación,
el momento en que toda su vida, como única respuesta, sueña con
ser una gran piedra arrojada contra la noche absurda?


IMAGEN DEL CARACOL

I
"Estar un poco con uno mismo" dijiste.
Sí, alejados del estruendo y las
inútiles utilidades
de cada dia.
Sustraidos, por un momento
secreto y luminoso
a ese orden que siempre toma mas de lo que da.
 

II
"Estar un poco con uno mismo" —dijiste.
Sí, lo sé, sustraídos a ese orden

que siempre toma más de lo que da
alejados por el estaño del estruendo
y las utilidades del día
a los momentos secretos luminosos.
A veces es necesario
un movimiento de repliegue
para ocupar
un lugar que siempre está vacío y descuidado.



LO NECESARIO, LAS PERLAS

Como esas gotas de rocío
descubiertas, suspendidas
en las pequenas y rubias y escondidas telarañas del jardin
asi fue mi amor por ti.
Despues vino el padre sol 
iluminó, evaporó, limpió, 
no dejó mas que lo necesario. 
Asi es ahora mi amor entre las flores.





Juan Manuel Inchauspe (Santa Fe, 1940-1991)





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