Pienso en las vidas inocentes de los personajes
de las novelas que saben que morirán.
pero no que termina la novela. Qué diferentes son
de nosotros. Acá, la luna mira, muda,
a través de las nubes dispersas la ciudad dormida,
y las hojas caídas se arremolinan con el viento,
y alguien -que soy yo-, apoltronado en una silla, hojea
las páginas que faltan, sabiendo que no tienen mucho tiempo
el hombre y la mujer en el cuarto alquilado,
la luz roja encendida encima de la puerta, el lirio que proyecta
su sombra sobre la pared; no tienen mucho tiempo
los soldados debajo de los árboles a la vera del río,
los heridos que son transportados a alguna
ciudad del interior donde se quedarán;
la guerra que duró ya tantos años va a llegar a su fin,
igual que todo lo demás, excepto una presencia
que cuesta definir, un rastro, como el olor del césped
tras la lluvia nocturna, o el resto de una voz que nos avisa,
sin tener que explicarlo abiertamente, que no desesperemos,
y que si llega el fin, pasará eso también.
Mark Strand (Summerside, Isla del Príncipe Eduardo, Canadá 1934 - Nueva York, E.E.U.U., 2014)
(Traducción de Ezequiel Zaidenwerg)
I think of the innocent lives
Of people in novels who know they'll die
But not that the novel will end. How different they are
From us. Here, the moon stares dumbly down,
Through scattered clouds, onto the sleeping town,
And the wind rounds up the fallen leaves,
And somebody -namely me- deep in his chair,
Riffles the pages left, knowing there's not
Much time for the man and woman in the rented room,
For the red light over the door, for the iris
tgossin its shadows against the wall; not much time
For the soldier under the trees that line
The river, for the wounded being hauled away
To the cities of the interior where they will stay;
The war that raged for years will come to a close,
And so will everything else, except for a presence
Hard to define, a trace, like the scent of grass
After a night of rain or the remains of a voice
The lets us know without spelling it out
Not to despair; if th e end is come, it too will pass.
1 comentario:
Vaya, Marcelo, por fin alguien que habla de Mark Strand. Pásate, si quieres, por:
http://laantorchadekraus.blogspot.com.es/2012/08/un-dia-en-la-vida-de-mark-strand.html
Muchas gracias por tu atención, Un abrazo.
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