ME REPLIEGO
En las mañanas cuando despierta la ciudad
y los diarios golpean con el ayer
hay manchas negras en las veredas
de los talleres mecánicos
y colectivos que esperan detenidos
frente a la seda de una lencería
Después vendrá la noche
con su olor a manteca rancia
el transporte público se tambaleará
en los suburbios
habrá funcionarios que irán al aeropuerto
hacia los bancos de Kuala Lumpur
Ellos no mirarán los umbrales
donde se sienta la muerte a conversar
(a veces toma un mate y se va)
Yo me replegaré entonces
Cerraré los brazos sobre mí misma
Ya no quedará nadie en la calle
ABANDÓNICA
¿Por qué mi vuelo no remonta el río?
Todo está en su lugar
el aullido del viento
(se sabe)
hará temblar los cristales
Todo está en su lugar
lo que se espera
lo que insiste.
Veo sólo almanaques
tarjetas postales con palmeras
enanos de jardín
pantuflas con orejas
y cables enlazados sin amor
Abandónica
la poesía
sin piedad se retira
Veo un mantel a cuadros
lo aliso
y es un mantel
A cuadros.
FÁBRICA DE NOSTALGIAS
Es el adiós del circo que se anuncia
con una hilera de lámparas vencidas
la fiesta estará en los ojos
de la trapecista
Es la calesita que en cada vuelta
parece que se va
en los caballos de madera
El ramo que una novia dejó
cuando los muñecos de azúcar habían caído
las vías inmóviles
bajo nubes que viajan
El final que siempre espera agazapado
Sólo el viento desdeña
humilla los diplomas y las fotografías
Sólo el viento reniega
de todas las formas de nostalgia
VENTANA
Lloverá en este instante sobre su ventana
(en el cristal donde apoyaba la frente).
Tal vez la pared blanca esté sola
o no haya pared
ni planta que caiga desde el techo.
Tal vez la lluvia golpee como siempre la pared
la planta y la ventana
y falte nada más que mi frente
en el cristal
(De: Intemperie Buenos Aires)
CADA VEZ MÁS CLAROS ERAN SUS OJOS
Sentada en el sofá
era una herida entre las fotos
Ibamos al bar frente a la plaza
y le aconsejaba cosas absurdas.
De cómo mejorar su vida
y otras mentiras para no llorar.
que iríamos a ver ópera.
Que le compraría un tapado nuevo.
Que pasearíamos bajo la llovizna en un auto negro
Y cada vez más claros eran sus ojos.
Habló de unas hermanas que en el pueblo
fueron reinas de belleza
Habló de un verano.
De un tiempo
en el que no estaba yo.
(Inédito)
Clelia Bercovich
Clelia Bercovich. Nació en Carlos Casares, provincia de Buenos Aires, Argentina. Estudió Licenciatura en Psicología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) . Es Especialista en Estudios de la Mujer (Carrera de Posgrado UBA). Experta en Violencia en Base al Género. Ha publicado dos poemarios: “La traición de los paraísos” (Ed Ruinas Circulares, 2011) e “Intemperie Buenos Aires” (Editorial Imaginante, 2013).
2 comentarios:
Sensibilidad portena y hermosa
Bella poesía...
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