domingo, 30 de septiembre de 2018

LAS INMEDIACIONES DEL VACÍO





Cuando muere lo más puro
Cualquier gozo se invalida
Queda el pecho como hueco,
Y hay sombras por donde mires.

Basta unos segundos 
Para eliminar el mundo.


HMT

I

En el fondo, siempre supe 
Que alcanzaría el amor 
Y que sería
Un poco antes de mi muerte.

Siempre tuve confianza,
No renuncié
Mucho antes de tu presencia, 
Me fuiste anunciada.

Ya está, vas a ser tú 
Mi presencia efectiva 
Estaré en la alegría De tu piel no ficticia

Tan suave a la caricia,
Tan ligera y tan fina 
Entidad no divina,
Animal de ternura.


III

Cuando haya que dejar este mundo 
Haz que sea en tu presencia 
Haz que en mis últimos segundos 
Te mire con confianza

Tierno animal de senos turbadores 
Que sostengo en el hueco de mi mano; 
Cierro los ojos: tu cuerpo blanco 
Es el límite del reino.


IV

Una mañana de tiempo bello y muy claro 
Lleno de pensamientos carnales 
Y entonces el gran reflujo sanguíneo,
La condenación esencial;

La vida que se va riendo 
A llenar entidades nuevas,
La vida no ha durado demasiado,
El fin de la jornada es tan bello.


VI

Al cabo de unos meses 
(O de unas semanas)
Te cansaste de mí,
Tú, a quien hice reina.

Ya conocía el riesgo, 
Que se reveló mortal;
El sol, como un disco, 
Luce sobre mi vida rota.


VII

No existe el amor
(No el de verdad, no lo suficiente)
Vivimos sin ayuda,
Morimos abandonados.

La llamada a la piedad 
Resuena en el vacío 
Nuestros cuerpos se estropean, 
Pero nuestras carnes están ávidas.

Desaparecidas las promesas 
De un cuerpo adolescente, 
Entramos en la vejez 
Donde nada nos espera

Más que la vana memoria 
De nuestros días extintos,
Un sobresalto de odio
Y la desnuda desesperación.

(Del libro: Configuración de la última orilla,
Anagrama, 2013)

Michel Houellebec

(Traducción: Altair Diez)


Par la mort du plus pur
Toute joie est invalidée
La poitrine est comme évidée,
Et l’œil en tout connaît l’obscur.
Il faut quelques secondes
Pour effacer un monde.


HMT

I. Au fond j’ai toujours su / Que j’atteindrais l’amour / Et que cela serait / Un peu avant ma mort. // J’ai toujours eu confiance, / Je n’ai pas renoncé / Bien avant ta présence, / Tu m’étais annoncée. Il Voilà, ce sera toi / Ma présence effective / Je serai dans la joie / De ta peau non fictive // Si douce à la caresse, / Si légère et si fine / Entité non divine, / Animal de tendresse.


III. Lorsqu’il faudra quitter ce monde / Fais que ce soit en ta présence / Fais qu’en mes ultimes secondes / Je te regarde avec confiance // Tendre animal aux seins troublants / Que je tiens au creux de mes paumes ; / Je ferme les yeux : ton corps blanc / Est la limite du royaume.


IV. Un matin de grand clair beau temps / Tout rempli de pensées charnelles / Et puis le grand reflux du sang, / La condamnation essentielle ; // La vie qui s’en va en riant / Remplir des entités nouvelles, / La vie n’a pas duré longtemps, / La fin de journée est si belle.



VI. Au bout de quelques mois / (Ou de quelques semaines) / Tu t’es lassée de moi, / Toi que j’avais fait reine. // Je connaissais le risque, / En mortel éprouvé ; / Le soleil, comme un disque, / Luit sut ma vie crevée.


VII. Il n’y a pas d’amour / (Pas vraiment, pas assez) / Nous vivons sans secours, / Nous mourons délaissés. // L’appel à la pitié / Résonne dans le vide / Nos corps sont estropiés, / Mais nos chairs sont avides. // Disparues les promesses / D’un corps adolescent, / Nous entrons en vieillesse / Où rien ne nous attend // Que la mémoire vaine / De nos jours disparus, / Un soubresaut de haine / Et le déses-poir nu.



Michel Houellebecq, nació en 1956 en Saint-Pierre, isla de La Reunión, departamento de ultramar de Francia al este de Madagascar. Vivió en Argelia desde los cinco meses hasta 1961 con su abuela materna. Cuando cuenta seis años, fue enviado a Francia al cargo de su abuela paterna, una veterana comunista, mientras que su madre se trasladó a Brasil junto a su novio. Describió a su progenitora como una especie de hippie degenerada que "prefería a sus amantes antes que a sus hijos". El apellido de soltera de su abuela era Houellebecq, que él tomó como su seudónimo. Se crió en Dicy (Yonne), y después en Crécy-laChapelle. Ingresó en el Lycée Henri Moissan , una escuela secundaria en Meaux en el noreste de París, como interno durante siete años. Luego fue a Lycée Chaptal en París para seguir cursos de preparación con el fin de calificar para écoles Grandes (escuelas de élite). Comenzó a asistir al Instituto Nacional Agronómico de Paris-Grignon en 1975, y creó una revista literaria titulada Karamazov donde escribió poesía. Su abuela falleció en 1978. En 1980, obtuvo su diploma de ingeniero agrónomo y en ese mismo año se casó con Jacinthe de La Roche Saint-André. Fue padre de Etienne en 1981 y tras divorciarse, fue internado varias veces a causa de una depresión. Dio inicio a su carrera literaria a los 20 años mientras frecuentaba círculos poéticos. En 1985 conoció a Michel Bulteau, director de la Nouvelle Revue de París, quien publicó sus primeros poemas. Fue el propio Bulteau quien le animó a  participar en la colección "Les Infréquentables" de Editions du Rocher y en 1991, publica Lovecraft, contre le monde, contre la vie, mientras trabaja en  la Asamblea Nacional como secretario administrativo. En el mismo año se pone a la venta Seguir vivo, en Editions de la Différence, y después, su primer libro de poemas: La búsqueda de la felicidad, por el que recibió el premio Tristan Tzara. Por entonces conoció a Marie-Pierre Gauthier con la que se casó en 1998. En 1994, se editó Ampliación del campo de batalla, su primera novela, una sátira del mundo laboral que enseguida cosechó un gran éxito y que fue comparada con El extranjero de Albert Camus, convirtiéndose en uno de los libros más vendidos del año. En esta obra expone una dura crítica contra el capitalismo más salvaje que, según Houellebecq, ha convertido el amor, los sentimientos y el sexo en pequeñas parcelas de mercado. Colaboró en revistas como L'Atelier du Roman, Perpendiculaires y Les Inrockuptibles. Desde 1996 publica en  Flammarion. Su segundo conjunto de poemas, El sentido del combate, obtiene el premio de Flore 1996. Sus obras Seguir vivo y La búsqueda de la felicidad son reeditadas en un volumen en 1997. En 1998, fue galardonado con el Gran Premio nacional de Letras Jóvenes Talentos por el conjunto de su obra.  Intervenciones, conjunto de textos críticos y de crónicas, y Las partículas elementales, su segunda novela y considerado el mejor libro francés de 1998 por la revista Lire y que fue galardonada con el Prix Novembre, aparecen simultáneamente. Su crítica en Las partículas elementales se centra en el Mayo del 68 francés y en la liberación sexual como una de sus consecuencias. En todos sus libros aparece el lamento por la pérdida de sentido de todo y la sensación decadente de fin de civilización. 





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