LA DESPEDIDA DE LOS LEJANOS
Intenté abandonarte veinte veces al día,
observando tu amanecer en la resaca,
en los timbres desconocidos
y en la estupidez de los sillones
que esperan y revuelcan.
Me provoqué
recogiéndote
chocando los vidrios de mis venas,
aislándote de ti y de mí
en un parque de memoria.
Este año será rápido
como las sortijas de un matrimonio espeso
y la lluvia de un sol indeciso:
sin evidencias que me motiven
Me dueles en el fondo de la garganta
donde el ruido es un sarcasmo
y la vida una sombra que espera
Te lloro cuando me esperas en la oscuridad
y no puedo verte.
Me hiero soñando tus manos en los bares,
tu gabán negro
y cabello desordenado
Pesan los restos de mis cuencas
y soy incapaz de llamarte.
Ya nos yace la despedida,
mis pulmones se han abierto
en este frío que quiere volarse con ellos,
pareciera una propagación atrevida
donde retumban sus alas de óxido.
EL SECRETO DE LOS AMANTES
Te escondí en un cuartito del closet,
asomé mis manos en tu cuerpo
para sentirte gemir
y ahogarte en mi boca.
Tu respiración se fue mezclando
como una mecha a punto de disolverse.
Tu risa de cautiverio me inquietó;
el tiempo y mis dedos se apresuraron
en hundirse en esa carne de sudores y caos.
Te reviví en el piso frío y quise retener
ese espacio ardiente de la memoria
donde cubrí tus ojos exaltados.
Quise que no acabaran tus sombras
ni tus cautos pasos del espacio que te redujeron
en la medida que te succionabas indecible adentro.
Te di pocas pistas para que no te movieras en un espejo de infinitos.
A escondidas nos duchamos el uno del otro,
imaginé tu cuerpo y te imaginé observando el mío
reinventándote inevitable
Te escondí ese día que no soporté alejarte
Te escondí tanto que no pude reconocer los saltos
de esa distancia que palpitaba fúnebre.
LA MESITA DEL CENTRO DEL BAR DE LA AVENIDA 33
La mesita de centro espera a media luz,
erguida y elegante en ansias
como si estuviera en medio de un lago extenso de cruces,
Inmaculada.
Espectadora de recuerdos,
de discursos atrapados,
acompañante de aves perdidas y danzantes,
amante de resucitados con sus nostálgicos protocolos,
desmayados por tanta acrobacia
La mesita de centro del bar de la avenida 33
purga los insomnios sin ponzoña,
remueve los ojos deshabitados en el rito
y cuando aumenta la noche detiene las despedidas
en su íntima música de hirvientes desvelos
LA CÁRCEL DE LAS HORAS
Podrían los desconocidos
mejorar el apetito de tu boca
recorrerme en ti
como hotel viejo y deshabitado
Aparecerme en la madrugada
y después del festín añorar tu refugio
Todos los sonidos se acercan
(no los de adentro)
revisan los rincones
e insectos que se pegan a las almohadas
Me despierto gritando por los abusos del miedo.
Arrullo mis letras de olvido
y apareces en los enjambres de la noche.
Siento que se ahorcan tus delgadeces,
las heridas de tus palabras me retumban en el cuello
y nada me rodea.
BREBAJES VIII
La destreza que te renueva
solo abarca un círculo de ojos alucinados,
un espacio reducido sin ventanales
y juegos adolescentes
Era de esperarse
BREBAJES XIV
Quiero besar la luna de tus cenizas
para que me vuelva el cuerpo perdido en tus labios.
El pasado se enciende en la difuminación del recuerdo
pronunciado...
suavemente
BREBAJES XXII
Perdí todo como una apuesta de dados,
nunca fui buena para eso
Siempre lo que abunda en pocas partículas
hace del corazón una tonada de fuego
(Del libro Homónimo,
gentileza de la autora)
gentileza de la autora)
Sofía Rodríguez García
Sofía Rodríguez García, Bucaramanga (Colombia). Escritora, artista y editora. Ha sido coordinadora de espacios organizativos y de estudios políticos. Defensora de Derechos Humanos y de género; educadora popular; tallerista de literatura desde hace 22 años. Ex Detenida política. Su obra ha sido publicada en antologías, periódicos y revistas de Rumania, Colombia, España, Argentina, México, Portugal, El Salvador, Chile e Italia. Autora del libro “Cada vez que cobija el fuego ”, “El bar de la avenida 33”, “No permaneceré más de 40 horas contigo”Obra visual , edita actualmente un libro de cuentos ficción. Realiza producciones de Poesía sin texto, “un licor del meu”: Ha participado en varios festivales en Argentina y en Colombia. Parte de su obra ha sido traducida en rumano, italiano, catalán y portugués.
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