POEMAS DEL INGENIERO ÁLVARO DE CAMPOS
Me he quitado la máscara y me miro al espejo.
Era el niño de hace
cuántos años...
no había cambiado
nada...
Esta es la ventaja de
saberse quitar la máscara.
Seguimos siendo niños,
ese pasado que
permanece,
el niño.
Me he quitado la
máscara y me la he vuelto a poner.
Así está mejor.
Así soy la máscara.
Y vuelvo a la normalidad
como a una terminal de línea.
Hace más de media hora
que estoy sentado al
escritorio
con la única intención
de mirarlo.
(Estos versos están
fuera de mi ritmo.
Yo también estoy fuera
de mi ritmo.)
Tintero (grande)
delante.
Plumas con sus
plumines, menos delante.
Más hacia aquí papel
muy limpio.
A la izquierda, un tomo
de la Enciclopedia Británica,
a la derecha
¡ah, a la derecha!
ese abrecartas con el
que ayer
no tuve paciencia para
abrir completamente
ese libro que me
interesa y que no voy a leer.
¡Quién pudiese
hipnotizar todo esto!
Los antiguos invocaban a las Musas.
Nosotros nos invocamos a nosotros mismos.
No sé si las Musas se aparecían,
dependería sin duda del invocado y de la
invocación,
pero sé que nosotros no nos aparecemos.
Cuántas veces me he asomado
sobre el pozo que me supongo ser
y ululado “¡Uh!” sólo para oír un eco
y no he oído más de lo que he visto:
ese tenue albor oscuro con que el agua
resplandece
en la inutilidad del fondo.
Ningún eco para mí...
Sólo tenuemente una cara, que debe de ser
la mía porque
no puede ser la de otro,
es una cosa casi invisible,
excepto cómo
luminosamente surge
en el fondo...
En el silencio y en la
luz falsa del fondo...
¡Qué Musa!
Fernando Pessoa
(Traducción: Eloísa Álvarez)
Depuz amascara
e vi-me ao espelho...
Era a creança de ha quantos
anos...
Não tinha mudado nada...
É essa a vantagem de saber tirar
a mascara.
É-se sempre a creança,
O passado que fica,
A creança.
Depuz a mascara, e tornei a pol-a.
Assim é melhor.
Assim sou
a mascara.
E volto á normalidade como a um terminus de linha.
Ha mais de meia hora
Que estou sentado á secretaria
Com o unico intuito
De olhar para ella.
(Estes versos estão fóra do meu
rhythmo.
Eu também estou fóra do meu
rhythmo).
Tinteiro (grande) á frente.
Canetas com aparos menos á
frente.
Mais para cá papel muito limpo.
Ao lado esquerdo um volume da Encyclopedia Británica,
Ao lado direito –
Ah, ao lado direito! —
A faca de papel com que hontem
Não tive paciência para abrir completamente
O livro que me interessa e não
lerei.
Quem pudesse hypnotizar tudo
isto!
Os antigos invocavam as Musas.
Nós invocamo-nos a nós mesmos.
Não sei se as Musas appareciam -
Seria sem duvida conforme 0 invocado e a invocação
-
Mas sei que nós não apparecemos.
Quantas vezes me tenho debruçado
Sobre o poço que me supponho
E balido “Uh!” p’ra ouvir um echo,
E não tenho ouvido mais que o visto –
O vago alvor escuro com que a agua resplandece
Lá na inutilidade do fundo.
Nenhum echo
para mim...
Só vagamente uma cara, que deve ser a minha porque
não ser de outro.
É uma coisa quasi invisível,
Excepto como
luminosamente surge Lá no fundo...
No silencio e na luz falsa do
fundo...
Que Musa!
Fernando
António Nogueira Pessoa (Lisboa, 1888- id., 1935).
Poeta portugués. Pasó su infancia y juventud en la República de Sudáfrica e
inició estudios de derecho en la Universidad de El Cabo, y regresó a Lisboa en
1905. Inició su obra literaria en inglés, aunque a partir de 1908 creció su
interés por la lengua portuguesa. Su obra es una de las más originales de la
literatura portuguesa y fue, junto con Sá Carneiro, uno de los introductores en
su país de los movimientos de vanguardia. También escribió poesía en francés y
en inglés. A partir de 1914 proyectó su obra sobre tres heterónimos: Ricardo
Reis, Álvaro de Campos y Alberto Caeiro, para quienes inventó personalidades
divergentes y estilos literarios distintos. Y también desde su ortónimo:
Fernando Pessoa -él mismo. Frente a la espontaneidad expresiva y sensual de
Caeiro, Ricardo Reis trabaja minuciosamente la sintaxis y el léxico,
inspirándose en los arcadistas del siglo XVIII. Álvaro de Campos evoluciona
desde una estética próxima a la de Whitman hasta unas preocupaciones
metafísicas en la tarea de explicar la vida desde una perspectiva racional.
Sobre estos desdoblamientos del poeta en varias personalidades, se reflejan sus
distintos yoes conflictivos, y elaboró su propia obra poética, a
veces experimental, una de las más importantes del siglo XX y que en su mayor
parte permaneció inédita hasta su muerte. Su poesía, que supone un intento por
superar la dualidad entre razón y vida, fue recogida en los volúmenes: Obras completas: I. Poesías, 1942, de Fernando Pessoa; II. Poesías, 1944, de Álvaro de Campos; III. Poemas, 1946, de Alberto Caeiro; IV. Odas, 1946, de Ricardo Reis; V. Mensagem, 1945; VI. Poemas dramáticos; VII. y VIII. Poesías inéditas, 1955-1956. Su obra
ensayística ha sido recogida en Páginas íntimas de autointerpretación (1966), Páginas de
estética y de teoría y crítica literarias (1967) y Textos filosóficos (1968).
En 1982 apareció Libro del desasosiego, compendio de apuntes, aforismos,
divagaciones y fragmentos del diario que dejó al morir, atribuido a un
semiheterónimo: Bernardo Soares.
Biografía tomada de:
IMAGEN: Fernando Pessoa, hacia 1928.
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