Del libro: Parlamentos
LA VIEJA SOMBRERERA
rescata de sus hormas una forma,
la transforma y conforma
su sombrero.
Inspirada,
desviste los modelos fatigados
y viste el nuevo:
aquel tul, este pájaro asomado,
aquella fruta o ramo o abalorio
sobre el borde volcado.
Lo cambia, insatisfecha y
concentrada,
y combina de nuevo.
Si es
certera
su arriesgada pericia,
¿es por eso una artista?
¿Qué nos dice
su encelado asumir
lo incontinente?
Acaso nada más que lo aparente:
el lujo renaciente
de la vida.
(De la edición de AH: Poemas completos,
2018)
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