POEMAS DEL
INGENIERO NAVAL: ÁLVARO DE CAMPOS
Mi imaginación es un Arco de Triunfo,
bajo él pasa toda la Vida.
Pasa la vida comercial de hoy, coches,
camiones,
Pasa la vida tradicional en los trajes de
algunos regimientos,
pasan todas las clases sociales, pasan
todas las formas de vida,
y en el momento en que pasan a la sombra
del Arco de Triunfo
son momentáneamente un triunfo que yo les
hago ser.
Algo triunfal cae sobre ellos,
y son, un momento, pequeños y grandes.
El Arco de Triunfo de mi imaginación
asienta de un lado sobre Dios y del otro
sobre lo cotidiano, sobre lo desgraciado
(según se piensa),
sobre la faena de todas las horas, las sensaciones
de todos los momentos,
y esas rápidas intenciones que mueren
antes del gesto.
Yo mismo, aparte y
fuera de mi imaginación,
y sin embargo parte de
ella,
Soy la figura triunfal
que mira desde lo alto del arco,
que sabe del arco y que
le pertenece,
y mira al que pasa por
debajo elevada y colgante,
monstruosa y bella.
Pero en esos grandes
instantes de mi sensación,
cuando, en vez de
rectilínea, ésta es circular
y gira vertiginosamente
sobre sí misma,
el Arco desaparece, se
funde con la gente que pasa,
y yo siento que soy el
Arco, y el espacio que éste abarca,
y toda la gente que
pasa,
y todo el pasado de la
gente que pasa,
y todo el futuro de la
gente que pasa,
y toda la gente que
pasará
y toda la gente que ya
ha pasado.
Siento esto, y al
sentirlo soy cada vez más
la figura esculpida que
sale de lo alto del arco
que mira abajo,
a ese universo que
pasa.
Pero yo mismo soy el
Universo,
yo mismo soy sujeto y
objeto,
yo mismo soy Arco y
Calle,
yo mismo ciño y dejo
pasar, abarco y libero,
miro desde lo alto, y
desde abajo me miro mirando,
paso por debajo, me
quedo encima, me sitúo en los lados,
totalizo y trasciendo,
realizo a Dios en una
arquitectura triunfal
de arco de triunfo
puesto sobre el Universo,
de arco de triunfo
construido
Sobre todas las
sensaciones de todos los que sienten
y sobre todas las
sensaciones de todas las sensaciones...
Poesía del ímpetu y de
la rotación,
del vértigo y de la explosión,
Poesía dinámica,
sensacionista, que silba
Por mi imaginación en
torrentes de fuego,
En grandes ríos de
llama, en grandes volcanes de lumbre.
En mi verso canto a trenes, automóviles, vapores.
Mas en mi verso, por más que lo ice, sólo
hay ritmos e ideas,
no hay hierro, acero, ruedas, no hay maderas, ni cuerdas,
no hay esa realidad de la más nula piedra
de calle,
esa piedra que, además, nadie mira al
pisar
pero que puede ser mirada, cogida con la
mano, pisada,
y mis versos son sólo sonidos e ideas
sólo para ser comprendidos.
Lo que yo quiero no es cantar al hierro: es
el hierro.
Lo que yo pienso es sólo dar la idea del acero -y no el acero-
lo que me enfurece en todas las emociones
de la inteligencia
es no cambiar mi ritmo que imita a la
cantarína agua
por la frescura real del agua al tocarme
las manos,
por el visible sonido de ese río en que
puedo meterme y mojarme,
que puede empapar mi ropa,
en que me puedo ahogar, si quiero,
que tiene la divinidad natural de estar
allí sin literatura.
¡Mierda! Mil veces a la mierda todo lo
que no puedo hacer.
¡Todo, Walt! -¿oyes?- ¿qué
es todo, todo, todo?
Mil rayos partan la falta que nos hace el
no ser Dios
para tener poemas escritos al Universo y
tener las Realidades
por nuestra carne
y tener ideas-cosas y el pensamiento
Infinito!
Para tener estrellas reales dentro de mi
pensamiento-ser
nombres-números en los confines de mi
emoción-de-Tierra.
Qué
emperador tiene el derecho
de romperle la muñeca a la hija del
obrero?
¿Qué César con sus legiones tiene justa
ley
para romperle la máquina de coser a la
vieja?
Si yo fuera por la calle
y le arrancara esa cinta sucia de las manos a la niña
y la hiciera llorar, ¿dónde encontrar a cualquier Cristo?
Si yo arrebatara de golpe
ese pastel barato de la boca al niño
pobre,
¿dónde encontraré justicia en el mundo,
dónde me esconderé de los ojos de ese
Bulto
Invisible que mira a través de las
estrellas
Cuando el corazón ve por los ojos el
misterio del mirar
el
Universo?
Mi emoción concreta, oh juguete de niños,
oh pequeñas alegrías legítimas de oscura
gente,
oh pobre riqueza exigua de esos que no
son nadie...
Esos muebles comprados con tanto
sacrificio,
Esos manteles remendados con tanto cuidado,
esos pequeños
enseres tan acertados y colocados en su sitio.
Y la rueda de
uno de los mil carros del rey vencedor
lo rompe todo, y todos lo perdieron todo.
Fernando
Pessoa (Portugal; Lisboa, 1888- id., 1935)
(Traducción:
Eloísa Álvarez)
Minha imaginação
é um Arco de Triumpho.
Por baixo passa toda a Vida.
Passa a vida commercial de hoje, automóveis, camions,
Passa a vida tradicional nos trajes de alguns
regimentos,
Passam todas as classes sociaes, passam todas as
formas de vida,
E no momento em que passam na sombra do Arco de
Triumpho
São momentaneamente um triumpho que eu os faço ser.
Qualquer cousa de triumphal cahe sobre elles,
E elles são, um
momento, pequenos e grandes.
O Arco de Triumpho da minha Imaginação
Assenta de um lado sobre Deus e do outro
Sobre o quotidiano, sobre o mesquinho (segundo se
julga),
Sobre a faina de todas as horas, as sensações de
todos os momentos,
E as rapidas
intenções que morrem antes do gesto.
Eu-proprio, aparte e fóra da
minha imaginação,
E comtudo parte d’ella,
Sou a figura triumphal que olha do alto do arco,
Que sahe do arco e lhe pertence,
E fita quem passa por baixo
elevada e suspensa,
Monstruosa e bella.
Mas ás grandes horas da minha
sensação,
Quando em vez de rectilínea, ella é circular
E gira vertiginosamente sobre si-propria,
O Arco desapparece, funde-se com
a gente que passa,
E eu sinto que sou o Arco, e o
espaço que elle abrange,
E toda a gente que passa,
E todo o passado da gente que
passa,
E todo o futuro da gente que
passa,
E toda a gente que passará
E toda a gente que já passou.
Sinto isto, e ao sentil-o sou
cada vez mais
A figura esculpida a sahir do
alto do arco
Que fita para baixo
O universo que passa.
Mas eu proprio sou o Universo,
Eu proprio sou sujeito e
objecto,
Eu proprio sou Arco e Rua,
Eu proprio cinjo e deixo passar,
abranjo e liberto,
Fito de alto, e de baixo fito-me
fitando,
Passo por baixo, fico em cima,
quedo-me dos lados,
Totaliso e transcendo,
Realiso Deus numa architectura triumphal
De arco de Triumpho
posto sobre o universo,
De arco de triumpho construido
Sobre todas as sensações de todos
que sentem
E sobre todas as sensações de
todas as sensações...
Poesia do impeto e
do giro,
Da vertigem e da explosão,
Poesia dynamica, sensacionista,
silvando
Pela minha imaginação fóra, em
torrentes de fogo,
Em grandes rios de chama, em
grandes vulcões de lume.
No meu verso canto comboios, canto automóveis, canto vapores.
Mas no meu verso, por mais que o ice, ha só rhythmos e ideas
Não ha ferro, aço, rodas, não ha madeiras, nem
cordas,
Não ha a realidade da pedra mais nulla da rua,
Da pedra que por acaso ninguém olha ao pisar
Mas que pode ser olhada, pegada na mão, pisada,
E os meus versos são sons e ideas só para serem comprehendidos
O que eu quero não é cantar o
ferro: é o ferro.
O que eu penso é dar só a idea do aço — e não o aço —
O que me enfurece em todas as emoções da intelligencia
É não trocar o meu rhythmo que imita a agua
cantante
Pelo frescor real da agua tocando-me nas mãos,
Pelo som visivel do rio onde posso entrar e
molhar-me,
Que pode deixar o meu fato a escorrer,
Onde me posso afogar, se quizer,
Que tem a divindade natural de estar alli sem
litteratura.
Merda! Mil vezes merda para tudo o que eu não posso
fazer.
Que tudo, Walt - ouves? - que é tudo, tudo, tudo?
Todos os raios partam a falta que nos faz não ser
Deus
Para ter poemas escriptos ao Universo e as
Realidades por carne
E ter ideas-cousas e o
pensamento Infinito!
Para ter estrellas reaes dentro do meu
pensamento-ser
Nomes-numeros nos confins da minha emoção-a-Terra.
Que imperador tem o direito
De partir a boneca á filha do operario?
Que Cesar com suas legiões tem
justiça
Para partir a machina de costura da velha?
Se eu fôr pela rua
E arrancar
a fita suja na
mão da
garota
E a fizer chorar, onde
encontrar qualquer Christo?
Se eu tirar
com uma pancada
O bolo barato da bocca
da creança pobre
Onde encontrarei justiça no mundo,
Onde me esconderei
dos olhos do Vulto
Invisivel que espreita pelas estrellas
Quando o coração vê pelos olhos o mysterio olhar o
universo?
Minha emoção concreta, ó brinquedo de creanças,
Ó pequenas alegrias legitimas da gente obscura,
Õ pobre riqueza exigua dos que
não são ninguém...
Os moveis comprados com tanto sacrificio,
As toalhas remendadas com tanto cuidado,
As pequenas cousas de casa tão ajustadas e postas no logar
E a roda de um dos mil
carros do rei vencedor
Parte tudo, e todos perderam tudo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario