miércoles, 2 de junio de 2021

ESCENA

 









El sueño es sólo una historia
que la memoria
por la mañana transforma
en paisaje:
es sólo un espejismo
una trampa que la razón
te tiende
Intente recordar la
sombra que hay bajo
todo árbol:
en el sueño no hay sombra
sólo claridad
 
 
ESCENA
 
Estoy acostada dentro de una bañadera blanca; los vecinos de mis padres se acercan: quieren consejos o previsiones sobre el futuro. Las personas no aparecen —es un sueño— sólo sé que están ahí. Ellas me traen y me entregan flores. Así como no veo personas, tampoco veo flores. Pero ellas deben existir porque uso sus pétalos para leer el futuro. La bañadera está rodeada por pilas de libros que no superan su altura. Sobre una de esas pilas, encima de un libro sobre Descartes -el úni­co identificable- hay una pequeña vela encendida. Sé que todos los libros se incendiarán. Despierto cuando digo: la culpa es de mi madre. Esta frase ahoga las imágenes. De­bería, según una amiga, quitarla. Probablemente entró ahí por descuido en el momento en que la conciencia invadía la escena con la misma falta de tacto con que la claridad invadía el cuarto.
  

( “Tejer y destejer –
7 poetas contemporáneas del Brasil”,
Ed. BAJOLALUNAPOESÍA, 2020.
 
 Simone Brantes
 
(Selección y traducción: Agustina Roca)
 
    
O sonho é só uma história
que a memória
de manhã transforma
em paisagem:
é só uma miragem
uma peça que a razão
te prega
Tente se lembrar da
sombra que há sob
toda árvore:
no sonho não há sombra
só claridade
 
Estou deitada dentro de uma banheira branca; os vizinhos dos meus pais se aproximam; querem conselhos ou previsões sobre o futuro. As pessoas não aparecem —é um sonho— só sei que elas estão ali. Elas me trazem e me entregam flores. Assim como não vejo as pessoas, também não vejo as flores. Mas elas precisam existir, porque uso suas pétalas para 1er o futuro. A banheira é toda circundada por pilhas de livros que não ultrapassam a sua altura. Sobre uma dessas pilhas, em cima de um livro sobre Descartes -o único identificável- ha, acesa, uma pequena vela. Sei que os livros todos pegarão fogo. Acordo quando digo: a culpa é da minha mãe. Esta fra­se sufoca as imagens. Deveria, na opinião de uma amiga, ser cortada. Provavelmente entrou aí por descuido no momento em que a consciência invadia a cena com a mesma falta de tato com que a claridade invadia o quarto.
 
Simone Brantes (Nova Friburgo, 1963), reside en Río de Janeiro. Tiene un màster en Filosofía y un doctorado en Letras (UFRJ). Ha publicado los libros de poesía: Pastilhas brancas (Editora 7Letras, 1999); O caminho de Suam (Editora 7Letras, 2002); Quase todas as mi- tes (Editora 7Letras, 2016), Premio Jabuti 2017. Como ensayista ha escrito Rose Auslander por Simone Brantes, colección Ciranda da Poesía (Eduerj/Editora UFPR, 2019). Sus poemas y traducciones se publican en diarios y revistas como O Globo, Inimigo Rumor, Poesia Sempre, Polichinello, Revista Piauî, Action Poétique y Lyrikvãn- nen. Participa, entre otras, en las antologías: A poesia an­dando: treze poetas no Brasil (Lisboa/Cotovia) y Roteiro da poesia brasileira. Anos 90 (São Paulo/Global).

 
 


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