El sueño es sólo una historia
que la memoria
por la mañana transforma
en paisaje:
es sólo
un espejismo
una trampa que la razón
te tiende
Intente recordar
la
sombra que hay bajo
todo árbol:
en el sueño no hay sombra
sólo claridad
ESCENA
Estoy
acostada dentro de una bañadera blanca; los vecinos de mis padres se acercan:
quieren consejos o previsiones sobre el futuro. Las personas no aparecen —es un
sueño— sólo sé que están ahí. Ellas me traen y me entregan flores. Así como no
veo personas, tampoco veo flores. Pero ellas deben existir porque uso sus
pétalos para leer el futuro. La bañadera está rodeada por pilas de libros que
no superan su altura. Sobre una de esas pilas, encima de un libro sobre
Descartes -el único identificable- hay una pequeña vela encendida. Sé que
todos los libros se incendiarán. Despierto cuando digo: la culpa es de mi
madre. Esta frase ahoga las imágenes. Debería, según una amiga, quitarla. Probablemente
entró ahí por descuido en el momento en que la conciencia invadía la escena con
la misma falta de tacto con que la claridad invadía el cuarto.
( “Tejer y destejer –7 poetas contemporáneas del Brasil”,Ed. BAJOLALUNAPOESÍA, 2020.
Simone Brantes
(Selección y
traducción: Agustina Roca)
O sonho é só uma história
que a memória
de manhã transforma
em paisagem:
é só uma miragem
uma peça que a razão
te prega
Tente se lembrar da
sombra que há sob
toda árvore:
no sonho não há sombra
só claridade
Estou deitada
dentro de uma banheira branca; os vizinhos dos meus pais se aproximam; querem
conselhos ou previsões sobre o futuro. As pessoas não aparecem —é um sonho— só
sei que elas estão ali. Elas me trazem e me entregam flores. Assim como não vejo as pessoas,
também não vejo as flores. Mas elas precisam existir, porque uso suas pétalas
para 1er o futuro. A banheira é toda circundada por pilhas de livros que não
ultrapassam a sua altura. Sobre uma dessas pilhas, em cima de um livro sobre
Descartes -o único identificável- ha, acesa, uma pequena vela. Sei que os
livros todos pegarão fogo. Acordo quando digo: a culpa é da minha mãe. Esta frase
sufoca as imagens. Deveria, na opinião de uma amiga, ser cortada. Provavelmente
entrou aí por descuido no momento em que a consciência invadia a cena com a
mesma falta de tato com que a claridade invadia o quarto.
Simone Brantes (Nova Friburgo, 1963), reside en Río de Janeiro. Tiene un màster en
Filosofía y un doctorado en Letras (UFRJ). Ha publicado los libros de poesía: Pastilhas brancas (Editora 7Letras, 1999); O caminho de Suam (Editora 7Letras, 2002); Quase todas as
mi- tes (Editora
7Letras, 2016), Premio Jabuti 2017. Como ensayista ha escrito Rose
Auslander por Simone Brantes, colección Ciranda da Poesía (Eduerj/Editora UFPR, 2019). Sus poemas y
traducciones se publican en diarios y revistas como O Globo, Inimigo Rumor, Poesia Sempre, Polichinello,
Revista Piauî, Action
Poétique y Lyrikvãn- nen. Participa, entre otras, en las
antologías: A poesia andando: treze poetas no Brasil (Lisboa/Cotovia) y Roteiro da poesia brasileira. Anos 90 (São Paulo/Global).
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