Hasta que
el tiempo fue reconstruido
bajo tu
propia vigilancia, cuántas
residuales
versiones de los hechos
fueron
depositando su carroña
en
papeles, en bocas, en conciencias.
Hombres e
ideas tenebrosamente
instalados
en la mitología, textos
que
suplantaron con abyecta máscara
el rostro
de la historia, allí
se
conjuraban para hacerte cómplice
de la
maquinación contra el fantasma
que
recorrió tu juventud
hasta que
el tiempo fue reconstruido.
¿Cómo
escapar a ciegas, desandar
el
camino? ¿Quién que no tú
lo haría,
con qué trámites
de
acotadas lecciones, testimonios
apócrifos,
tenaces simulacros?
Arduo
oficio fue el tuyo e inhumanas
las
trampas de la vida. ¿Con qué suerte
de antídotos,
argucias, imposturas
te
preservaste del contagio, mientras
a solas
compartías las ruinas
hasta que
el tiempo fue reconstruido?
Elegir no
pudiste una verdad
distinta
de la única, algún medio
de
subvertir el orden del pasado,
dirimir
lo proscrito, rechazar
el
asedio.
Pero tú
mismo fuiste
tu
testigo: primero un libro,
una mano
después, más tarde
una
palabra, luego un hombre
y luego
otro y otro más, y un año
y otro
año, una premonitoria
concurrencia
de hombres y de años,
y media
vida que concurriría
para que
al fin y de tu propia mano
otros
nombres pusieras a la historia
mientras
que el tiempo fue reconstruido.
Super
flumina Babylonis
Aquella
impávida, bellísima harapienta que merodeaba por el mercado de Sanlúcar, tenía
que ser sin duda la última portadora aborigen del talismán. Pues nunca podría
ser aherrojada quien tan humildemente iba ofreciendo la incorregible
magnificencia de su vida. Fermentaban despacio los zumos tórridos de las frutas
y un dulce amago de miseria envolvía los ambulantes puestos de la plaza. Pero
ella atravesaba incólume la densidad de los desperdicios: nada la hacía tan
superviviente como el contacto con lo perecedero. Junto a la edénica antigüedad
del gran río, era la más joven desterrada del mundo. Parecía escapar hacia
ninguna parte, como buscando esa otra forma de extravío que la conduciría al
punto de partida. También junto al gran río, lloraba la harapienta por un
perdido reino.
Aquella
impávida, bellísima harapienta que merodeaba por el mercado de Sanlúcar, tenía
que ser sin duda la última portadora aborigen del talismán. Pues nunca podría
ser aherrojada quien tan humildemente iba ofreciendo la incorregible
magnificencia de su vida. Fermentaban despacio los zumos tórridos de las frutas
y un dulce amago de miseria envolvía los ambulantes puestos de la plaza. Pero
ella atravesaba incólume la densidad de los desperdicios: nada la hacía tan
superviviente como el contacto con lo perecedero. Junto a la edénica antigüedad
del gran río, era la más joven desterrada del mundo. Parecía escapar hacia
ninguna parte, como buscando esa otra forma de extravío que la conduciría al
punto de partida. También junto al gran río, lloraba la harapienta por un
perdido reino.
José
Manuel Caballero Bonald
José
Manuel Caballero Bonald (Jerez de la
Frontera,1926 -Madrid, mayo de 2021).Poeta, novelista y ensayista español.
Perteneció a la generación del 50'. Como
poeta se inicia en 1948 con Poesía (1945-1948), a la que siguieron Las
adivinaciones (1952), Memorias de poco tiempo (1954), Ateneo (1956), Las horas
muertas (1959), El papel del coro (1959) y Pliegos de cordel (1963). En 1969 se
publica Vivir para contarlo, obra que recoge toda su poesía. En 1997 se publica
una antología de sus poemas, recopilados por María Peyeras Grau, con el título
El imposible oficio de escribir. Antología, y en 2002, la editorial Visor
publica Antología personal, acompañada de un CD con poemas recitados por el
autor. En 2004 fue galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía
Iberoamericana por el conjunto de su obra, y al siguiente año con el Premio
Nacional de las Letras Españolas. Ha recibido numerosos premios a lo largo de
su carrera pero el reconocimiento definitivo le llegó en 2006 con el Premio Nacional
de Poesía (Ministerio de Cultura) en 2006 por su obra Manual de infractores,
poemario que el autor califica como "apología de la desobediencia".
En 2012 recibe el Premio Miguel de Cervantes.
José
Manuel Caballero Bonald (Jerez de la
Frontera,1926 -Madrid, mayo de 2021).Poeta, novelista y ensayista español.
Perteneció a la generación del 50'.
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