viernes, 30 de julio de 2021

MONTEVIDEO, 2 y otros poemas


 







PENÚLTIMOS
 
 
DEMASIADO TARDE
 
Lo que el verano nos quita, el lugar que el verano nos deja, el don del estornino, su ir y venir
ansioso entre su sala de pastos, ¿su selva?, su desaparecer —¿hacia dónde?— con su verdoso
salpicado de oro, si el viento de pronto se levanta, si aquella nube, para nada esperada, gotea.
 
 
INVERNADERO
 
LA primera emoción
fue el olor de la tierra
mojada, oscura y fría
en un mundo vidriado.
 
En sus tiestos, las plantas
desconocidas, nuevas,
me miraron de pronto
como seres benignos
que pedían respeto
dándome su cariño.
 
Voy por un nuevo reino
donde un zarcillo avanza
y se prende en mi mano,
y todo es muy distinto
y es fragante el helecho.
Pero es hosco este abuelo.
 
 
 
MÍNIMAS DE AGUANIEVE (2015)
 
 
SE RECOMIENDA
 
TÚ quieta, aunque
el trapecio todavía se mueva
y te delate.
 


 
LEER y releer una frase,
una palabra, un rostro,
sobre todo los rostros,
y repasar, pesar bien
lo que callan.


.
 
CONTAR EL TIEMPO
 
UN metrónomo sobre el tiempo,
como un gas inflamable sobre el agua.
 
 
Vértices, vértigos
 
COLORES FRÁGILES
 
DECIMOS verde agua,
¿qué agua, de qué vaso?
Hoy este río es verde,
profundo verde de árbol,
verde o azul, de pájaro
o piedras más o menos preciosas.
Pero otro día es torvo,
como se puso aquella
mirada hacia la tarde
y piensas en la rara
fragilidad del gozo
y en la escapularia
protección que persigues.
 
 
 
MIS cielos y penínsulas,
mis mujeres y hombres,
los que la insensatez persigue,
mi eterna adivinanza entre
gritos de benteveos o gaviotas
sobre la espuma blanca,
cuya imagen regresa sin fatiga,
seguirán ya sin mí su travesía:
todo lo concentra y protege
una furtiva lágrima.
 
 
MELLA Y CRIBA
[2010]
 
CIUDADES
 
MONTEVIDEO, 2
 
MONTEVIDEO era sencilla y verde,
quebradiza de tanta línea recta,
ángulos como esquinas para el sueño
mientras a éste lo ayudó la suerte.
 
Pero sobre lo escrito por la historia
que alguien quizá sabrá leer mañana,
ingenuidad y errores han pasado
y nació el palimpsesto de la trampa.
 
Se lavó la confianza y la alegría,
el gusto a abierto corazón del viento.
¿Regresarán en luz de las ventanas?
¿Tanta presbicia vuelve inútil todo?
 
Los jóvenes, ¿podrán ganar de nuevo
el campo de alma que les ha quitado
un carnaval que dura en la tristeza
de los que callan lo tergiversado?
 
 
Luna llena, tierra vaciada
 


RELACIONES TRIANGULARES
 
HACE un rato
que en la encina cercana
protesta un grajo.
Mi vecina, la gata
blanquinegra e inaudible,
asoma en la ventana.
Mira al árbol
y encerrada imagina
la aventura riesgosa.
Mira al grajo y me mira.
No sabe a quién apoyo.
Para alguien que no existe
un raro trío hacemos
en tres lenguas distintas,
dos silencios y el ruido
del grajo inaccesible.
 

 
RELICARIOS
 
LA nostálgica pata del perro en tu rodilla,
el belfo agradecido del caballo en tu blusa,
la quietud ambiciosa del sapo acariciado,
la confianza en tu mano del petirrojo inglés.
 


 
ESCUCHO A MUTSUO TAKAHASHI
 
BAJO casias y ceibas y cedrones,
entre el ratán y el romerón,
en el jardín terrestre,
dice el poeta japonés la vía
por la que vamos a otro jardín
más alto.
Sube —un vapor— su voz
al cielo.
Del canto de los pájaros
                       cae,
como verdad absorta,
el piar de las horas.
 
 
(De: Poesía reunida; TusQuest, 2019)
 
Ida Vitale
 


Ida Vitale nació en Montevideo en 1923. Poeta, narradora ,ensayista y Profesora. Estudió Humanidades y tuvo como maestro a José Bergamín. Juan Ramón Jiménez la incluyó en una presentación de jóvenes poetas en Buenos Aires. Ejerció como profesora de literatura hasta 1973. Fue colaboradora del semanario Marcha; entre 1962 y 1964 dirigió la página literaria del diario Época. Fue codirectora de la revista Clinamen, integró la dirección de la revista Maldoror. Tuvo que exiliarse en 1974 a causa de la sangrienta dictadura en Uruguay, allí entró en contacto con Octavio Paz y fue parte del comité asesor de la revista Vuelta, además de participar en la fundación del semanario Uno más Uno. Considerada integrante de la Generación del 45 con otros escritores como Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti, Carlos Maggi o Idea Vilariño. Desde 1989 hasta 2017 vivió en Austin, Texas junto con su marido, el también poeta Enrique Fierro, regresó a Uruguay en 2017. Fue nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad del Uruguay. En 2018 le fue concedido el Premio Cervantes en España. Entre sus 25 libros de poemas, podemos mencionar: Cada uno en su noche (Montevideo, 1960)- Fieles, (México, 1976 y 1782, antología) -Jardín de sílice (Caracas, 1980)-Sueños de la constancia (México, FCE, 1988; reúne cinco libros anteriores y el nuevo que le da título). Procura de lo imposible, 1988 -Jardines imaginarios (1996) -Un invierno equivocado (México, 1999)-La luz de esta memoria (Montevideo: La Galatea, 1999) -Reducción del infinito, (Antología y nuevos poemas, Barcelona: Tusquets, 2002) -Trema (Valencia: Editorial Pre-Textos, 2005) - Sobrevida (Antología, Granada: Esdrújula Ediciones, 2016) y Poesía reunida. Compilación y edición de Aurelio Major. Barcelona: Tusquets. 2017.




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