y llegó el verano para penetrar en sus fisuras y
ser por fin una noticia nueva
Rita Kratsman
los plátanos de la calle en noviembre
vuelven a llenarse de hojas y
la ventana del living recupera
su encaje verde
apenas perfilado de luz
según la danza suave
de la brisa en los brotes
silencio susurrado por paseantes
que van y vienen del parque
con triciclos y cochecitos de bebé
pasajeras risas de domingo
y algún que otro motor perezoso
un escenario donde la tarde
puede recomenzar su historia
repitiendo o variando argumentos
a través de los años
en el balcón se ilumina de color
el proscenio de las flores
y más allá al fondo a lo lejos
el coro del barrio
el mundo a coro
conjetura
¿tendrá fin esta pandemia?
esta noche
tanto extraño tu cuerpo
que la piel se quiebra
como desfiladero
en las cumbres
vertiginosas
del deseo
hay noches en que las sábanas crecen
hasta abrirse en el ojo
de un desierto
insomne
apoyar delicadamente
el punto más sensible
de un cuerpo sobre el punto
más sensible de otro cuerpo
poner en ese leve roce
la total intensidad y concentración
insistir
pétalo sobre pétalo
hasta que el estallido
desbarate
los bordes
¿si estoy enamorada es que encontré por fin dónde morar?
la morada invisible ¿es el amor? ¿siempre lo ha sido?
amor es mi morada donde morar no puedo ni renuncio
morada de moradas donde los soles cantan
a la pequeña luna sin cobijo
morar en tu razón donde no alcanzo
y enamorar un cielo de ojos tristes
tener morada en vos como una pascua
(Del libro: "Como una cierva sedienta",
El jardín de las delicias, 2023.
envío de la autora)
Graciela Perosio (Buenos Aires, 1950)
Pueden LEER la biografía en entrada anterior de la autora (Nota del administrador)
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