sábado, 31 de agosto de 2024

Suite Francesa 1857-1968


 L’œuvre au noir
Opus Nigrum
Marguerite Yourcenar (1968)
Il s’agit pour moi d’être plus qu’un homme.
(p. 18 – Le grand chemin – collection Folio – Editions Gallimard, 1986)


ZÉNON

I

Los eucaliptos que hoy dan sombra 
y perfuman nuestro aire,
los que son estatuas vivientes.
¿Son los mismos que protegieron a Zénon?


II


¿Qué veías Zénon, cuando mirabas?
Buscabas un espacio subterráneo 
en el que, por fin, llegar
a la duda.
 

III

Nuestro cuerpo es el Todo
—decías—.

Y también 
que ciertos cuerpos, los más ardientes, 
son los que más refrescan.
Me habita un cuerpo, Zénon.

Y no hay otro que lo refresque.
 

IV

Encerrado adentro de su piel:
pared que lo inmoviliza 
pero no lo aquieta.
El pulso de Zénon late 
con deseo y angustia: 
incertidumbre.
Sin embargo
hace meses que no sale de Brujas,
del convento de Brujas que lo ampara
del cuarto del convento de Brujas que lo abriga: 
sus pensamientos no respetan el encierro.
 

Del lbro "Suite Francesa 1857-1968"
(Barnacle, 2024)
Envío de Alberto Cisnero
Alicia Waisman


Alicia Waisman nació y vive en Buenos Aires. Escribe poesía desde la adolescencia.  Es Licenciada en Ciencias Antropológicas y profesora de francés, lengua que habla, traduce y enseña.Participó del taller Aníbal Ponce y luego, de los primeros años del taller Mario Jorge De Lellis, en los ’70. Posteriormente trabajó sus textos con Liliana Díaz Mindurry."Ser Hablada" fue publicado por la editorial Ruinas Circulares, en cuyos V concurso obtuvo mención. En 2013 fue jurado de ese mismo concurso.Está asociada al Centro PEN de Argentina cuyos ciclos de lectura de poesía co-organiza y co-conduce (“7x7”, “Libera la palabra”, “Palabras cruzadas”).  Los poemas dedicados a Emma Bovary que forman parte de Suite Francesa (1857-1968) fueron seleccionados y publicados en la antología Mujer y Escritura – 35 autoras argentinas de hoy por Fundación La Balandra. Tiene además dos libros inéditos, "Piedra en el zapato" y "El oficio de los vivos".
 


miércoles, 28 de agosto de 2024

BARCO ENCALLADO


cuando se quiere oxígeno
y hay sólo oscuridad para tragar
¿qué se respira?

cuando se quiebra el cuerpo como un barco encallado
en la tardía luz de una bengala

y el ciclo del fastidio
arroja contra el muro frontal de la locura
la edad de una mujer

cuando la piel expulsa su madera podrida
y el corazón bombea su mensaje de náufrago

qué duelo se anticipa al funeral
qué desencuentro escarba en la sequía
quién anda en esa furia cortando el eslabón
que la sostiene en la cordura
como unida a un desgarro


el tiempo es lo que llega
después del ruido
cuando el silencio se quiebra los dedos
contra los riscos de tu boca

el tiempo no se ve
venir
llega y te compra
caramelos baratos
en los kiosquitos de la muerte



apuntes de fe
 

creo en lo que se mueve detrás de la aspereza
en la instancia agotada de una promesa rota
creo en la inmediatez
creo en las despedidas
en los cuerpos vencidos por el peso de la parte que falta
creo en la vanidad
creo en lo efímero
en la trinchera que construye la noche con las piedras del día
creo en los pactos del azar
en la brutalidad de los sentidos
en esa dentellada que sufren los cimientos cada nueva estación


yo pego inútilmente la espalda a la pared
vivo en esa cornisa
tarde o temprano me romperé los dientes sin el menor estilo
sé predecir esa obviedad
creo en la conveniencia de recapitular
en la esforzada dignidad que me asiste
en los favores del instinto
más que en ninguna cosa

 

Laura Yasán (Buenos Aires, 1960-2021)


pueden LEER la biografía y más poemas en entradas anteriores de la autora.






 







 

lunes, 26 de agosto de 2024

HOMBRE SOLO



Todos han muerto.
Se han ido muriendo uno a uno.
Yo pude haberlos matado 
pero dejé al tiempo la tarea.
Por segundos seré dueño, 
dueño solo de la memoria
y desde mi sitial
abarcaré los sueños de los otros,
sus grandes desconsuelos,
sus vidas en pedazos.
Cuando me toque la muerte 
seguiré sentado como en este instante,
bajo el tala,
mirando sin ver
los cerros, 
allá lejos.



Leonardo Martínez (Catamarca, Argentina, 1937 - Buenos Aires, Argentina, 2016)

Pueden LEER su biografía y más poemas en entradas anteriores.
 

sábado, 24 de agosto de 2024

Ha venido tu lengua...


 Ha venido tu lengua; está en mi boca
como una fruta en la melancolía.
Ten piedad en mi boca: liba, lame,
amor mío, la sombra.


* * *

Ardes bajo las túnicas carnales.
Ha sido inútil la sutura negra:
no hay agua en ti. Todas las fuentes manan en otra edad
y se enloquece la pureza de la copa vacía.

* * *

La memoria es mortal. Algunas tardes, Billie Holliday pone su rosa enferma en mis oídos.
Algunas tardes me sorprendo
lejos de mí, llorando


Antonio Gamoneda (Oviedo, España,1931)

Pueden LEER la biografía y más poemas en entradas anteriores.

jueves, 22 de agosto de 2024

EL LUGAR DE MI QUIETUD


los ojos se tensan
se cierran
sobre el alma adolorida
apenas una línea
en un espejo cansado
que se pierde 
sin poder decirlo

puertas cerradas
sobre la memoria perdida
del amor

ay
no poder 
a veces
mostrar
el verdadero rostro



las puertas y ventanas
se cierran
apenas pueden
inútiles
proteger
lo que quedó adentro

en la sala oscura
unos rayos improbables
y el aire quieto
que apenas busca
el sonido perfecto
de la paz

un muro
de lamentos seculares
o solo de quejas
se rompe

una fisura
suficiente
para anegar
la casa
ahogarla
en la impotencia



todavía queda un poco de aire
un globo rojo
un puñado entre los dedos

alcanza para el resto del viaje
creo
o espero

la promesa de lo incomprensible
sobre los hombros
como una manta raída
llena de agujeros
en el invierno blanco 
y helado

(Envío de Alberto Cisnero)


Dolores de Elizalde 



Dolores de Elizalde. Es licenciada en Letras (UCA) y se dedicó a la docencia universitaria y secundaria en Literatura comparada lo largo de 35 años. Coordinó talleres de lectura. La escritura es un hábito mayormente privado: tiene una vasta obra inédita de poesía y cuentos, y una novela policial en progreso.

“El lugar de mi quietud” (Barnacle, 2024) es su primer libro de poesía publicado.


 

martes, 20 de agosto de 2024

Dispara...


Por arriba por detrás
Dispara
Dispara
Resiste
Defiende
De pie
De pie
De pie
El futuro será de toda la humanidad

***

De la podredumbre
Las sirenas
anunciarán la siembra


HIMENEO

Para tu cuerpo
construiré el dosel
Abriré la puerta sumisa
Prenderé la radio
Amasaré el pan


DOTE

Te enseñaré
El secreto onomatopéyico del mundo
Te presentaré a
Tomás Moro
Federico García Lorca
La sombra de los ahorcados
La sangre de los fusilados
En las aceras de las ciudades inaccesibles
Te enseñaré mis tarjetas postales
El anciano y el niño de los jardines públicos 
El tutu de la bailarina sobre un taxi

Escapados ambos de la batalla de Marne
El caimán caminante
La amante de suicidios
La novia enmascarada
La tonta del teatro antiguo
La mitad de la Sulamita
La que el payaso raptó en el carnaval

En fin, las diecisiete lunas mecánicas
que antecedieron tu simpar arrebol.
 

Oswald de Andrade (São Paulo, Brasil, 1890-Id.1954) 

(Traducción: Pierre Furter)

Pueden LEER la biografía y más poemas en entradas anteriores.


 

domingo, 18 de agosto de 2024

IMPRESIÓN,OSCURIDAD


El reparto

En pleito con tus desvíos, ¿llega hasta vos 
el ruido de las llaves, el ladrido,
la exhalación liberada en la imagen 
de la leche caliente, la tostada, la carga volátil?
¿Estás en la oscuridad cuando la voz de tu madre
pregunta: llegaste? O no pregunta, pues a ella sí
le llega la brisa atávica nacida en los pulmones 
que gritaron a las cabras en la nieve de Friburgo.
Seguirás todavía en la penumbra cuando termine
el sí entrecortado, más una pantomima que un relato,
una acción agresiva contra el olvido, desmenuzada 
en dóciles tareas: dejar la llave sobre la mesa, 
exhalar, encender la hornalla, poner la leche a hervir,
sacarse la ropa mojada por la llovizna y la transpiración, 
dejar que el calor de la casa mil veces negado, pero al fin 
la única conquista que valió la pena, lo más parecido 
a la idea del amor, dejar que el abrazo cálido del espacio 
envuelva el cuerpo que regresa, siempre huérfano, 
con el buen perder cotidiano y unas palabras iniciales, 
una huella que alguien te acompaña a reconstruir.



Impresión, oscuridad

1
Contaban con vos, no preguntabas. 
Fuiste milicia cabal: ponías el cuerpo, 
negociabas futuras horas de tu sueño.
Cuentan con vos, suponés, atándote las zapatillas,
aunque nunca escuchaste nítida Su voz, 
sólo el murmullo y el ánima cuyo brazo rígido 
indicó el desvío, mientras el otro, muñón al fin, 
agitaba el aire para indicar cualquier cosa o 
malasangre y gusto por la aflicción, el teatro.
Pasás la mano por la pared y la nube de yeso eclipsa
el único rayo de luz que, a esta hora, te acompaña.
Habría sido, como en Monet, otra vez neto
el sol en el espacio donde retomás tu práctica, 
habría sido la impresión de una forma graciosa
en el sillón de las siluetas, invitándote, de verdad,
a conversar, o a que le pases la mano por donde quieras.
Pero componías un transcurrir de ruidos y alusiones, 
cuánto duraría aquel chirrido, qué aspecto darle a ese recelo.
Quieras o no, conservar las huellas del malestar te da
una fábula, la anécdota del sitio donde ocurrió una fe.

2

Acá había una pared. Afuera, un país.
Cuando estaba la pared, del otro lado había niños: 
dormirían. De vez en cuando, un terror nocturno.
O un deseo: Ojalá que cuando venga la muerte sea yo.
Esa inquietud no existe más, la pared no existe más.
Armamos un cuarto grande sin muebles
para ir y venir, o representar escenas abstractas
sin la belleza de los objetos iluminados o sus relieves,
o el sentido que podrían tener para nuestros herederos. 
Escenas abstractas. Que sirvan para todo 
sin el gruñido del viejo monstruo babeante.
Desaparecido el vapor lírico 
que espiralaba en nuestros cuerpos, 
disculpo las horas mal dormidas, 
y salgo de la casa 
hacia el Bajo, 
desciendo, desciendo
entrecerrado, me doy
de a poco 
a la vereda soleada, 
cubro
mi cabeza, 
acelero, agito
en el pecho
sin ilusión
casi 
las mismas cuestiones, 
ya al costado del ancho
río 
de la elocuencia, 
escupo asistido
por brutales musas,
escupo y callo 
con vigor: 
un atleta 
no debe expresar 
su desconsuelo.

(Del libro "Impresión, Oscuridad",
Barnacle, 2024
Envío de Alberto Cisnero)
Pablo Caramelo



Pablo Caramelo  (Junín, Provincia de Buenos Aires) Ha publicado los libros de poesía “Dormancia” (El Jardín de las de” (El Jardín de las delicias, 2020),“Notas frente a una puerta desvanecida” (Grupo Editorial Sur – 2018. Mención Especial del Jurado en el Concurso Internacional de Poesía Raúl González Tuñón, cuyo jurado integraron Laura Yasán, Horacio Salas y Alberto Spunzberg), “Buenos Aires planea una revolución justa” (Ediciones Liliputienses – España, 2014) y “Falso feudo” (Nova ediciones, 2014), "Dádiva brutal: pensamientos sobre el juego del padre (Barnacle, 2023) e "Impresión, Oscuridad" (Barnacle, 2024). Es además actor con una extensa y fecunda trayectoria teatral, y también director escénico y dramaturgo







jueves, 15 de agosto de 2024

NOCTURNOS

 

VOLVER

Quisiera estar en casa
entre mis libros
mi aire mis paredes mis ventanas
mis alfombras raídas
mis cortinas caducas
comer en la mesita de bronce
oír mi radio
dormir entre mis sábanas.
Quisiera estar dormida entre la tierra
no dormida
estar muerta y sin palabras
no estar muerta
no estar
eso quisiera
más que llegar a casa.
Más que llegar a casa
y ver mi lámpara
y mi cama y mi silla y mi ropero
con olor a mi ropa
y dormir bajo el peso conocido
de mis viejas frazadas.
Más que llegar a casa un día de éstos
y dormir en mi cama.



QUÉ TENGO YO QUE VER

Si pudiera saber
qué diablos tengo yo
que ver con todo esto
si no se me acosara
acorralara
a toda hora atoda voz
en todas circunstancias y momentos
y pudiera saber
pensar un poco
aplicada y serenamente en qué
en qué demonios en
qué diablos tengo
yo
que ver con todo esto.



POEMAS DE AMOR


HOMBRE

Hombre
conciencia
cuerpo
gesto mirada voz
torre
tierra
cadena
y abrigo abrazo mano
y precio
y premio
y marca.



SUEÑO

Viento y cierzo
la esquina
de Colonia y Ejido.
Te casaste me dijo.
Te casaste le dije.
Tú ya no me querías.
No, ya no te quería.
Pero me deseabas.
No, ya no te deseaba.
Mentira dijo. Ves.
Y sacó de un estante
de detrás de los libros
un vaso de daiquiri
tan fresco parecía.
Yo estaba remendando
con extremo cuidado
la hoja de una Biblia.
Le dije no me toques
el brazo. Es importante.
Y ése no era mi cuarto.
Yo no tenía cuarto.
Un gato gris estaba
sobre la Biblia y yo
dije bueno qué importa.
Y pensé que podía haberle dicho
Sí. Un poco te quería.
Pero a quién. A ese gato.
Y me miré al espejo
y vi una flor violeta


(Del libro "Poesia completa", 
Lumen, Barcelona, 2008)
Idea Vilariño


Idea Vilariño (Montevideo,Uruguay, 1920-2009)


Pueden LEER biografía y más poemas en entradas anteriores de la autora.



martes, 13 de agosto de 2024

POSTALES DE INVIERNO. CIELOS DE ENERO.


1                    

Asidos a la vida
se disuelven nuestras manos.
Seca la voz
y la luz del pecho.

Vano
el empeño de las raíces
y la fuerza de los nudos.

Alma de viento
tiene la muerte.

Y a su soplo

como la semilla del cardo
es la vida.



3                           

Oh, tú
que has sentido la vida
como un obsequio.

Y con párvulo paso
corres a rasgar
como un papel de seda
cada misterio.

Sólo
hallaste vacío.



6

Hectáreas de viento
y trigo flaco

fue el vivir.

Tras sus nubes

a veces me alcanzó
el rayo de una dicha.



7

Y así
mientras se van los días
y la muerte
se espesa como una tormenta,

vivo, oh sol,
el esplendor
de todo lo que iluminas


12

Poco
es el vino de los brindis.

La vida
en asiduo trago 

bebemos solos.

Y la muerte
es un pan que no se parte.



18

Felicidad:

Te buscamos
entre los tallos
siempre verdes de la vida.

Atentos al cielo
de tus estrellas fugaces.

Y de tu voz
sólo nos llega
algún eco.


23

Esta soledad
sea quizá
una manera de ser
del invierno.

Y yo,
otro modo
de la gran llanura.

(Del libro "Postales de Invierno. 
Cielos de enero", Barnacle, 2024
Envío de Alberto Cisnero)

Alfredo Rescia 

Alfredo Rescia.Nació en Leones, Provincia de Córdoba. En lo que concierne a letras obtuvo en el año 1997 el Premio Provincial de Literatura y en el año 2000 el Premio Municipal de Literatura “Luis José de Tejeda”. “Postales de invierno” mereció el Premio Provincial de Literatura, 1997, Córdoba. La Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Córdoba imprimió al año siguiente la edición liminar 
Sin embargo el grueso de su obra permanece inédita.

domingo, 11 de agosto de 2024

DE SEXTA Y DE SÉPTIMA GRANDEZA

 


Aerostato 


Despojarse, aligerar los lastres
todos los metales: el oro y los instrumentos
de a bordo. Descarnarse, si es necesario,
desangrarse hasta la extrema lágrima.

Tú que no muestras el rostro 
marca con tinta roja las esdrújulas
y los versos que en la caída pierden sonido, el insostenible espiral  
del precipicio, cuando incluso los diptongos
se desatan por destinos de pérdida de sustentación 
como las almas de los cuerpos y las culpas de los remordimientos.

Prepara un asterisco verde hierba
donde se estima el punto de impacto,
y un lino claro, ya sea sudario o manto
se verá, si muertos o sobrevivientes.
Pero de todas formas llegaremos desnudos.


Pero aquí en mi celda no hay espacio
no hay ranura puntiaguda a la que las manos nos permitan  
     acercarnos y
filtrar aquella luz indescifrable e inquieta en medio de los ojos:
pero puedo crearte un lugar lejos de cualquier lugar
mi pálido compañero, visitante insomne,
para caminar descalzos y sin pasos en la cresta del día
un lugar que no sea ni siquiera un lugar 
donde cada verso se quede sin pronunciar 
y destelle para mí y solo para mí,
se consuma en su propia llama
y hasta otro sueño no resurja.

de "Custodi ed invasori", Mimesis-Hebenon, 2005 




Un respiro repentino movió las ramas 
altas, el engaño astuto de las hojas

algo se vislumbró, en el recorte cobalto:

un revoloteo. O una esquirla,   
el ala boscosa del azor o solo
simplemente un rayo de sol

¿Simplemente? me ridiculizaste, incrédula
El viento había cesado, el cielo ya cerrado




 Espera de los invisibles


Son mi obsesión
gorjeos, trinos, silbidos
alfabetos breves y no demostrados
voces que no visten cuerpo

ni ala en el verano entre el follaje 
pero yo tengo del otoño la paciencia
y esperaré la rama despojada,
del radio la pendiente exacta

será de repente a la vista
la aparición, y breve
de "Notizie dal 72" parallelo, Joker, 2015

(Del libro "De sexta y de séptima grandeza",
Barnacle 2024, envío de Alberto Cisnero)
Alfredo Rienzi

(Traducción: Antonio Nazzaro) 



Alfredo Rienzi  (Venosa, Italia, 1959). Ha vivido en Turín desde su niñez.Ha publicado varios volúmenes de poesía: “Contemplando segni”, X Premio Montale, 1992, en “7 poeti del Premio Montale” (Scheiwiller, 1993, con pref. de M. L. Spaziani); “Oltrelinee” (Ed. dell’Orso, 1994); “Simmetrie” (Joker, 2000); “Custodi ed invasori” (Mimesis-Hebenon, 2005); “La parola postuma. Antologia e inediti” (puntoacapo, 2011); “Notizie dal 72° parallelo” (Joker, 2015); “Partenze e promesse. Presagi” (puntoacapo, 2019) ; “Sull’improvviso” (Arcipelago itaca, 2021, pref. Por M. Cucchi), premio InediTO - Coʃine di Torino. Es además traductor y ensayista. Está incluido en el Atlas de los Poetas de la Universidad de Bolonia y en numerosas antologías críticas nacionales. Sus textos han sido traducidos al inglés, español, ruso y rumano.



viernes, 9 de agosto de 2024

EL ESTILO VERDADERO

´

Solución


Me llama,
creo que lo hace mirando
su propio acontecimiento,
ropa blanca ropa negra
ropa blanca ropa negra
Se adormece, adelgaza, amarillea
oxidación, como si unos árboles
que me visitaran dijeran: no cabe duda,
sos el rodaje azul petróleo
donde se lían caballos
Rama arrancada, camión que pasó



Hora libre


Pareciera que me dice que siempre
está haciendo algo;
en eso, en un tiempo que fue similar
al movimiento estaciona con su piel
sobre las cosas,
las manda a hacerse un poco de cada estancia,
a ocultar su rostro de raíz dejando
afuera sus patas de conejo
El papel azul que se había amoldado
a la campana de la pera
rehace



Tema de Marcela

Miro hacia la calle, el aire se pone lento
Aparece una bolsa negra,
sonrío más con los ojos que con los labios,
sé que la bolsa
aterriza en el tiempo y pasa por una fila
de botellas y envoltorios de fideos
que segmentadamente
la van reflejando, casi
una pelusa construyéndose
antes de perderse
Aterriza y me agacho
un poco para verla como si fuera
otra mujer
que despeja maleza y escucha
los secretos de sus hijos una escena detrás,
me inclino entre tonos
sobre su movimiento y veo que se estira
como lo haría
una bailarina, enganchada al poste
del alumbrado, paraguas deshecho
o paloma que se asienta
con voluntad, qué más,
un manipuleo de herramienta resuena por ahí,
goznes, cosas aumentadas y vencidas



(del "Estilo  verdadero",2023,
Bahía Blanca, Proyecto Lux, 22
tomados del blog Op.Cit,
de José Villa)
José Villa (Martín Coronado, provincia de Buenos Aires, 1966)


Pueden LEER biografía y más poemas en entradas anteriores del autor.