jueves, 31 de julio de 2025

A veces me pregunto...

 


a veces me pregunto
cómo sería el mundo
si el hombre desapareciera
de repente, y pienso,
en filmaciones de distintas
partes del mundo como
interminables tiempos muertos.
sin tiempo, no serían esos
donde la cámara se queda
filmando más de 1 minuto
la pierna de una mujer
mientras toma café
en un bar del centro de Roma,
o una fuente de agua
en blanco y negro
siempre fluyente
en apariencia,
no, así sería
como filmar un pozo,
o quedarte con la imagen
de la lluvia esa
de ausencia de programación.
así sería como grabar
un video sin input
una cinta gris, sin sonido
ni imagen.
pero yo siempre pienso
en las armas de guerra
y en una nave espacial,
apostada al lado de un lago
con un pájaro picando
el metal de su superficie.


Alejandro Jorge (Lobos, 1981), Especificaciones, Editorial Triana, 2010



martes, 29 de julio de 2025

TODOS LOS DÍAS

 



No se declara ya la guerra,

se la continúa. Lo inaudito

se ha vuelto cotidiano. El héroe

permanece lejos de los combatientes. El débil

ha entrado en las zonas de fuego.

El uniforme del día es la paciencia,

la distinción esa estrella miserable

de la esperanza encima del corazón.

 

Se la otorga

cuando no ocurre  nada más,

cuando calla el fuego graneado,

cuando el enemigo está invisible

y la sombra de la armadura eterna

cubre el cielo.

 

Se la otorga

por el abandono de las banderas, 

por la valentía hacia el amigo,

por la delación de secretos indignos

y la desobediencia

a toda orden.

 

Ingeborg Bachmann (Kalgenfurt, Austria, 1926 - Roma, 1973), Poesía alemana de hoy (1945-1966). Traducción de Rodolfo Alonso y Klaus Dieter Vervuert, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1967.


Alle Tage

Der Krieg wird nicht mehr erklärt,/sondern fortgesetzt. Das Unerhörte/ist alltäglich geworden. Der Held/ bleibt den Kämpfen fern. Der Schwache /ist in die Feuerzonen gerückt./ Die Uniform des Tages ist die Geduld,7 die Auszeichnung der armselige Stern/ der Hoffnung über dem Herzen. //Er wird verliehen,/ wenn nichts mehr geschieht,/ wenn das Trommelfeuer verstummt,/wenn der Feind unsichtbar geworden ist/ und der Schatten ewiger Rüstung/ den Himmel bedeckt.// Er wird verliehen/ für die Flucht von den Fahnen,/für die Tapferkeit vor dem Freund,/ für den Verrat unwürdiger Geheimnisse/ und die Nichtachtung / jeglichen Befehls.


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domingo, 27 de julio de 2025

CAMINATAS (1999)

 



PIEDRA

Hermoso día 
dijiste y yo pensé 
animal de luz.
Un reloj de sal 
al vaciarse se llena 
y viceversa.
¿Estás ahí?
¿Vas a volver 
a estar?
¿Nunca deja de sonar 
el mar de la memoria?
Caracol de niña 
coleccionista, 
la infancia inventándose 
continuamente.
Deseo de mirar 
en el ojo del ciclón 
del deseo, 
ver algo, 
alguien.
El caballo y la luna.
Tengo que saber, decís, 
como dicen los hombres 
tomando el mundo como cosa 
personal.
Lo personal es el mundo 
para mí.
Camino
por instinto,
llego al lugar adecuado
(sea perderme)
y luego lo sé.
Me levanto, 
dormís como si bastara 
el cielo arriba, 
el mundo abajo.
Te miro 
despertarte, 
calzarte el vaquero, 
entre el deseo y vos 
hay algo
que corre por mi cuenta.
El agua y el fuego acuerdan 
que no se entenderán.
La forma
de extinguir una hoguera 
es otra hoguera 
a su lado.
Un río es todo 
lo que no soy, 
piensa la piedra 
enamorada de la imagen 
de una piedra que se mueve 
en el agua.
La pasión 
tiene su orilla.
No hay piedra que entienda, 
si el río quisiera 
quedarse no podría.
Quisiera arrancarle
un murmullo,
por qué no me acompaña
-piensa el río-
canto pero me dolerá
amar a un pájaro.
Si hay dos
hay un malentendido.
Como un potro, un torrente 
se parecen al fuego.
Lo que sueña el universo 
me atraviesa 
como el amor vegetal 
hacia la luz.
Cómo saber hasta dónde llegar 
con vos,
no sé hasta dónde 
llegué de mí.
Sin embargo aquí estoy.
Un corazón quebrado 
por amor
puede entender dónde comienza 
un corazón ajeno.
La piedra piensa a su manera
las palabras
son pulidas por un río.
Nos asemeja nuestra pasión 
por el silencio.
Dormir 
o comer juntos 
o bailar en armonía 
tan precaria.
Como todo.
Un paraíso inventándose 
continuamente.
Un pacto con la serpiente, 
el alma a cambio 
de una cabeza capaz 
de conocer quién es 
y quién refleja.
No importa,
son dos los que se encuentran 
solos.
Siempre se llega 
tarde en los recuerdos, 
nadie nos esperaba 
para matar o salvar 
a un muerto.
Y la fiesta no existía.

(Del libro "El amor es animal",
Poesía reunida,
Salta el pez, 2024)

Susana Villalba (Buenos Aires, Argentina, 1956)


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viernes, 25 de julio de 2025

RÉQUIEM PARA UN SÍMBOLO DE NOBLEZA


Réquiem para un símbolo de nobleza

Vamos a darle descanso
Finalmente, a la abeja,
que transitó ya tantos poemas
buenos y malos
éditos e inéditos

con su vestido de bourbon
su escafandra de verano
su danza circular 
                  de pequeño cóndor.

Descanso perentorio a la abeja

por la espiga de filo fatal
por el zumbido ritual de torero
y por su honorable labranza de polen.

Seamos justos con la abeja
que supo darle al poema
su muerte última 
y su resurrección primera.


En un abrir y cerrar de ojos

Lo prenatal
el primer vagido
el último suspiro.

Y en el medio
el sufrimiento
y también el amor.


Cena

Una copa de bohemia
en sus relieves de cristal.
A través del vino dorado
pasa una cinta de luz.

Como animales 
asustadizos y frágiles
las manos se acercan
y arrugan el mantel de lino.

Se dicen poco:
Lo necesario para el olvido.
Lo indispensable para el reencuentro.


Variables de hacienda

Gasto más de lo que produzco:
mis remedios son más caros que mis versos.

Los índices de la economía importan
más que el hambre de la gente.

Por suerte, la retama está en flor.

(Inéditos- 
Gentileza del autor)
Santiago Espel (Buenos Aires, 1960)


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miércoles, 23 de julio de 2025

TAREAS DEL DUELO

 



Goethe: “Toda separación significativa 
genera un átomo de demencia”.


A-
Personas desconocidas 
me curaron migrañas horribles
a distancia, con gemas.
Gentes del facebook 
que sin haberme visto nunca
ni yo a ellas, si yo escribiera:


“ ¿alguien me llevaría 
a tomar un restretto”, responderían 
“yo”, desde varios lugares del mundo.

Pero quien 
de entre todos ellos 
recibió mi amistad
sin pedirla y sabe que, 
perla en su estuche,
la contiene,
obviando su mecánica 
deseante
[“ ¿alguien me llevaría 
a tomar un restretto”],
¿concentraría su estela toda
en la brillante luz de la lámpara central
que ilumina este texto?


C-
Parada en tú
Parada sobre 
pronombres 
que te conciernen

Parada en tu retén impedida
Parada en un átomo de tu conciencia 
que no me reconoce
Parada separada
Parada en lo despierto
Parada en retener 
lo que no
Parada en el día y en la hora 
del no saber
Parada a la puerta de
Parada ante la puerta cerrada a la hora cerrada
Parada oiré no obstante tu voz, 
y estaré con vos y vos conmigo

Parada cuando la rama se ponga tierna y eche hojas:

este patio empapado no existe,
él no lo ha visto.
y, error tan grande, 
tampoco este poema.

(del libro inédito 
"Tareas del duelo"
Gentileza de la autora)

Alicia Silva Rey (Quilmes, Buenos Aires, 1950)

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anteriores.



lunes, 21 de julio de 2025

De: TRES POEMAS CHINOS

I


Recuerdo de Ming Ch'e
Carta a su hermano Su Che

¿Qué es nuestra vida en el mundo?
Gansos migratorios en bandada
descansan un momento sobre la tierra nevada.
Luego alzan vuelo hacia el Este, tuercen al Oeste 
y solo quedan huellas de sus patas en la nieve. 
Murió el monje anciano, hay una lápida 
con su nombre y ya está corroída.
No puedo leer los poemas que escribimos 
en los muros de piedra de la cabaña.
No hay signo alguno de que estuvimos aquí. 
Estoy cansado. Tuvimos una larga jornada. 
Durante todo el camino relinchó mi mula renga.

Su Tung-po, siglo XI.


Jorge Aulicino
(Buenos Aires, 1949, 20 de julio de 2025)

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sábado, 19 de julio de 2025

LA HIEDRA


La hiedra

Hace muchos años, cuando no éramos
todavía marido y mujer, una tarde
de marzo o abril, por las orillas de un lago,
un poco bromeando, un poco en serio, recogimos
al pie de un abeto un breve ramo de hiedra,
símbolo de la fidelidad de sentimiento,
en recuerdo de aquel paseo tranquilo,
último de una época de nuestra vida.

No puedo mirarla sin turbarme.
La luz ha decolorado poco a poco
las hojas que eran verdes y negras.
Mutaciones imperceptibles, síntesis
muy lentas, alteraciones invisibles,
como si hubieran pasado no veinte años
sino muchos siglos. Ahora aquel ramo parece
muchas cosas que es inútil mencionar aquí.

Sin embargo, palideciendo de este modo, ha vivido.
Si una vez fue digno de sonrisa,
ahora es más parecido a una figura de amor.

[De Una volta per sempre]



Los árboles

Parecen idénticos los árboles
a los que veo desde la ventana.
Pero no es así. Uno, grandísimo,
se quebró, y ahora no recordamos
más la gran pared verde que era.
Otros están enfermos.
La tierra no respira lo suficiente.
Los setos apenas tienen tiempo
a dar algunas hojas nuevas
que ya agosto los ahoga de polvo
y octubre de humo.
La historia del jardín y de la ciudad
no interesa. No tenemos tiempo
para dibujar las hojas y los insectos
o sentarnos en la luz pura
a trabajar largas horas.
Los árboles parecen idénticos,
la especie parece fiel.
Y en cambio están muy lejos.
Ni siquiera un grito,
ni siquiera un silbido les llega.
No es el caso de desesperarse,
hija mía, sino de saberlo,
mientras miramos juntos los árboles
y tú aprendes quién es tu padre.


Franco Fortini (Florencia, 1917–Milán, 1994), Versi scelti, 1939-1989, Einaudi Editore, Turín, 1990
Versiones de Jorge Aulicino

Tomados del blog de Jorge Aulicino Otra Iglesia es imposible donde pueden leer más poemas de Fortini.

L'edera

Molti anni fa quando non eravamo
ancora marito e moglie, in un pomeriggio
di marzo o aprile, lungo le rive de un lago,
un poco scherzando, un poco sul serio, colsi
al piede di un abete un breve ramo di edera,
simbolo di fideltà dei sentimenti,
per ricordo de quella passeggiata tranquila
ultima di una età della nostra vita.

Senza turbamento non so guardarla.
La luce ha scolorito a poco a poco
le foglie che erano verdi e nere.
Mutamenti impercettibili, sintesi
molto lente, alterazioni invisibili
come se non vent'anni ma molti secoli
fossero passati. Ora quel ramo somiglia
tante cose che inutile è qui nominare.

Pure, solo così impallidendo, ha vissuto.
Se una volta era degno di sorriso
ora è più somigliante figura d'amore.
---

Gli alberi
Gli alberi sembrano identici
che vedo dalla finestra.
Ma non è vero. Uno grandissimo
si spezzò e ora non ricordiamo
più che grande parete verde era.
Altri hanno un male.
La terra non respira abbastanza.
Le siepi fanno appena in tempo
a metter fuori foglie nuove
che agosto le strozza di polvere
e ottobre di fumo.
La storia del giardino e della città
non interesa. Non abbiamo tempo
per disegnare le foglie e gli insetti
o sedere alla luce candida
lunghe ore a lavorare.
Gli alberi sembrano identici,
la specie pare fedele.
E sono invece portati via
molto lontano. Nemmeno un grido,
nemmeno un sibilo ne arriva.
Non è il caso di disperarsene,
figlia mia, ma di saperlo
mentre insieme guardiamo gli alberi
e tu impari chi è tuo padre.


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jueves, 17 de julio de 2025

HABÍAMOS PENSADO


 










Ellos, los engualichados con té con leche

Ellos, los engualichados con té con leche,
También llamados proxenetas de viejas,
Se juntan en los patios de sus casas,
Patios penumbrosos donde las moscas orbitan cactus, 
A, entre risas, intercambiar experiencias 
De inmersión sin ahogo en el pecado general 
Para salvar la cara y tener metas.
No son de esta ciudad, son 
La ciudad: intermediarios, bancarios,
Corredores, dueños de pequeñas pizzerias,
Apóstoles de las fuerzas policiales, abuelos 
Que critican el cerebro de sus nietos:
Amantes de un pasado idealizado que fue horror 
O vergüenza según la historia y que ellos vivieron 
En suelta inconsciencia, bailando Franky Toronja 
Y apretando los duros pechos de noviecitas 
Que les tenían miedo cuando sus porongas 
Amagaban con salir de la bragueta y culminar.
No malos, vulgares; no crueles, hinchas 
De la crueldad de terceros; ni buenos,
Ni piolas, ni felices, elévese desde un circulo profundo 
De sapos y helechos lacios un canto de invitación 
Para los hombres sin espejo ni sospecha que ven 
Vagamente en la curiosidad 
De los demás un indicio de amenaza 
A sus propiedades materiales y espirituales.



La estrella

¿Sabés que fuiste el mejor?
Tus poemas eran muy buenos.
Sabías que eras el mejor.
De pie sobre una plataforma 
de madera oscura, sombras 
y mamarrachos atrás, 
de tu boca de oro brotaban diamantes 
brutos y pulidos, eras un orfebre en el barro 
y nosotros los cerdos que hozaban alrededor. 
Pero qué digo, de tu boca de oro fluían 
torrentes de palabras y era mayúsculo 
nadar, chapotear y ahogarse.
¿Quién mezclaba así
Cinismo y candor, rabia
reseca, senectud, nostalgia,
los parajes idos, la ciudad
de siempre? Siempre en la dosis justa,
siempre nueva, sin cansarte,
toda la noche y todas las noches,
por la alegría, el alcohol,
la noche. ¿Sabés qué?
Vos fuiste el mejor.
Ahora el mejor soy yo.
Salía a la madrugada a comprarte puchos, 
pero ahora soy un chico grande.


Con ella

Entre nubes de pasado infuso 
me acerco lento pero seguro 
a tu barrio en un 109 que 
traquetea por el empedrado molesto 
pero seguro como antes decías que soy yo, 
en el patio, bajo la higuera vieja, 
solos, diez años atrás.


Hablando de poesía con el tachero

Puede ser que no se entienda 
su función, uso, propósito, fin 
o virtud. Puede ser que cuando uno 
anda por la ciudad a todo trapo, 
la gente, los semáforos, las bicis, viendo 
lo que vemos para parar la olla 
sin poderlo creer, alienado o nervioso, 
piense que es cosa de ingenuos o parásitos 
porque te piden que seas veloz y craso 
o te pasan por arriba. Pero mire usted 
su propio caso: toda la noche maneja 
con Horacio Molina a volumen bajo, 
le guste a quien le guste, así que vive 
en la lírica barrial de los 40 
como cualquiera que ame a Garcilaso.
Vive envuelto en música
Encajado en metal, rodando por calles húmedas 
y entiende de qué se trata.
Así que usted vive a su manera 
en el mismo mundo 
en que yo vivo a mi manera.

(Del libro homónimo,
Mansalva, 2025)

Alejandro Rubio (Buenos Aires -1967-Id.,2024)


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martes, 15 de julio de 2025

LA ENFERMEDAD MENTAL


SOBRANTES

Anotado en una servilleta del astral 

Si realmente nos preguntáramos
por el sentido de la vida nadie
estudiaría Derecho ni
trabajaría para el Estado ni leería
novelas ni votaría ni copularía:
saldríamos todos a la calle
con un bidón de nafta a quemar todo.



Elegía

El poeta cesante que,
corto de vista y más o menos premiado,
gasta los últimos cartuchos en imitarse a sí mismo.
Pero antes solía haber adultos de verdad,
con bigote, sombrero y cajita de rapé,
que bailaban toda la noche a troche y moche
en salones llenos de espejos y arañas.
Ahora las vidrieras iluminadas están muertas, 
las medias en los zapatos están muertas; las mascotas 
en las casas de buena familia están vivas, 
apenas. Chau: catorce sonetos de un saque.



Catilinaria

El hijo de puta que imita a Mallarmé, 
que imita a Baudelaire, se baña 
en aceite fragante y sale el sábado 
a pescar hembras en su Honda.
Hace mejores originales que los originales.
Porque la sabiduría
del pasado, el peso
de la tradición, perfuman tanto
como hieden. Yo, en cambio,
me debo a mi tirria:
tiritando en el colchón compongo
los mejores versos de ocasión.


Egloga

¿Qué dice la luna?
Son las cuatro de la madrugada. 
¿Qué dice el fuego?
El rojo es el color de la sangre. 
¿Qué dice el agua?
La música continúa.
¿Qué dice el viento?
Todo se mezcla.



Confesión

Hay poetas que trabajan horas en largos versos. 
Yo los escribo rápido para olvidarlos.
Llevado por la mala costumbre y la pena 
a ver matices de loro en un colibrí que saltaba 
de petunia en petunia, experiencia por otra parte 
ciega a mi vida ficticia, grabé en una corteza: 
la belleza es lejana y la estación está cerca. 
Partamos, oh compañeros de viaje, 
hacia el barullo de la gran ciudad.



El enamorado

Te ofrezco mi bazo como si fuera un corazón.
Te ofrezco quinientos euros.
Te ofrezco noches en vela en un banco duro 
frente a las puertas selladas de un consultorio externo. 
La emoción perdura mientras se deshace 
la sustancia pétrea de la discordia.
Te ofrezco jeroglíficos sobre el polvo.
Te ofrezco un castellano perfecto.



Una soledad permanente

En verano el gato se escapó 
por los lechos, se paró átenlo 
sobre el parapeto de una terraza 
y percibió los malos tiempos por venir 
pero no volvió a avisarnos.
El amor que sentías por mí 
y el amor que sentía por vos más 
el amor de ambos por nuestros padres 
y hermanos, sin olvidar a los primos, 
sumado al amor que guardamos 
en el banco por si las moscas
debería habernos protegido de este invierno lluvioso 
cuando las goteras percuden los muebles, la ropa 
huele mal y ya no me gusta mirarte en la ducha. 
Fueron unas vacaciones: acabamos de regresar 
de cualquier playa barata y poco a poco 
no se nos ocurre nada que decir. Discusiones 
en torno a una película o al pollo para la cena, 
ojos espejos de agua ayer y hoy duras agujas 
que se clavan en la viscera precisa, tus amigas, 
ausencias inexplicadas, paseos para el corazón: 
la decisión se impone, pero todavía 
admiro tus manos que con tanto arte 
tejieron el pulóver que me saco ante una puta.

(Del libro homónimo,
gog y Magog, 2012,
reed,2023)

Alejandro Rubio


Alejandro Rubio nació en Buenos Aires en 1967 y falleció en la misma ciudad en 2024.Publicó Personajes hablándole a la pared (Seis Sellos, 1994); Música mala (Vox, 1997); Metal pesado (Siesta, 1999); Prosas cortas (Ril y Melusina, 2003); Novela elegiaca en 4 tomos: tomo uno (Vox, 2004); Rosario (Gog y Magog,2005); Foucault (Imprenta Argentina de Poesía 2006) ; Falsos pareados (Imprenta Argentina de Poesía, 2008); Diario (La Calabaza del Diablo, Chile, 2009); Samuel Horribly (Imprenta Argentina de Poesía, 2009); Sobrantes (Gog y Magog, 2010); Wachiturros (Spiral Jetty, 2011); La garchofa esmeralda (Mansalva, 2010);La enfermedad mental. Poesía reunida (Gog y Magog, 2012, 2023); Kohan (Vox, 2015); Hablando de poesía con el tachero (Belleza y Felicidad, 2016); El poema no es el tema (Club Hem, 2017); Not serbian (Ascasubi, 2017);Iron Mountain (Iván Rosado, 2018) y Moral (Ascasubi, 2021).


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domingo, 13 de julio de 2025

SOMOS LAS TRISTES PLUMAS ASUSTADAS


XVIII

Somos las tristes plumas asustadas,
las tijeritas, el cuchillín doliente,
que hemos escrito dolorosamente
esas palabras que vos habéis oído.
Y queremos decir por qué partimos
y hemos llegado a vos aquí presente:
la mano que nos movió dice que siente
la duda que en el corazón ha aparecido;
que de forma tal lo ha destruido
y lo puso tan cerca de la muerte
que otra cosa no tiene que suspiros.
Llegamos a vos para rogarte
que quieras ponernos a tu abrigo
si aún queda piedad por inspirarte.


Guido Cavalcanti (Florencia,1250-1300), Rimas. Versiones de J. Aulicino. 
Selecciones de Amadeo Mandarino, Buenos Aires, 2006

Tomado del blog Otra Iglesia es imposible de Jorge Aulicino, donde pueden leer más poemas de Cavalcanti.


XVIII
Noi siàn le triste penne isbigotite,/le cesoiuzze e 'l coltellin dolente,/ch'avemo scritte dolorsamente/quelle parole che vo' avete udite.//Or vi diciàn perché noi siàn partite /e siàn venute a voi qui di presente:/la man che ci movea dice che sente/cose dubbiose nel core apparite;//le quali hanno destrutto s' costui/ed hannol posto s' presso a la morte,/ch'altro non v'è rimaso che sospiri.//Or vi preghiàn quanto possiàn più forte/ che non sdegn[i]ate di tenerci noi,/tanto ch'un poco di pietà vi miri.


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