CREO EN EL ÁRBOL
Se podría decir que tengo un árbol en el llano, o una campana
grande
budista, colgada en el vacío:
los pájaros pequeños en una rama más alta
se echan a volar "zas", de una vez, todos juntos
rompiendo la red del aire, cuando yo meto la mano en el estuche
de mi cámara
Un poco después
caen las plumas en un pozo
se mueve al mismo tiempo la columna que ha sostenido el cielo
mientras se ponen de punta los pelos y las ramitas del árbol
cubiertos de los vapores fríos, porque acaba de caer la lluvia
primaveral
Miro embelesado y absorto el árbol grande y majestuoso
a punto de emitir, si lo tocas, una campanada profunda y lejana.
Veo temblar un campanario del universo inmenso
sacudiéndose las luces
o unos rayos cristalinos que se meten en las gotas del agua
Resucita estrella
Estrella única en el centro de la eternidad infinita
Eternidad verde donde se encuentra el árbol donde llueve
Yo quisiera entrar desnudo en el árbol, cuando encuentro
uno inmenso, para abstraerme en el hecho una prenda
de sacrificio.
FLORES DE CEREZO BAJO LA LAMPARA DE VAPOR DE MERCURIO
Florecían los cerezos
en la cuesta del parque de Sachík
y esto me daba tanto dolor
que me quedé locamente embriagado
por no poder aguantarlo más.
Las flores brotaron del más allá
para pasear por aquí bajo la lámpara de vapor de mercurio
para pecar, porque pecar bajo la lámpara es lo más hermoso
que hay en el mundo
por ejemplo, para besar a quien quiera
o romper la botella de aguardiente para marcar la memoria
de esta noche primaveral tan hermosa
Era algo así como aquel sentimiento de culpabilidad
de que te morías
después de tu primera experiencia de masturbación
en tu adolescencia
Y cuando caían todas las flores de una forma horrenda
como aquellas gotas de pecado que caían encima del excremento
yo ya sabía
que un día acabaría así mi vida
Ahora estoy añorando aquel pecado irrecuperable
esa luz criminal
que me dice por fin que la deje
Quisiera felicitarla, es lo único que quiero
este amor tardío
que despido hoy
y miro arriba como si fuera por primera vez
la lámpara de mercurio entre las flores de cerezo
que ha iluminado más esplendorosa esta vida mía.
Hwang Ji-woo
(Traducción: Yong-Tae Min)
Hwang Ji-woo. Poeta coreano, nació en 1952 en la ciudad de Haenam. Estudió filosofía y estética. Ha publicado los siguientes libros de poemas: Incluso los pájaros abandonan este mundo (1983); Del árbol del invierno al árbol de la primavera(1985), Yo soy tú (1987), Una flor de loto en el ojo del cangrejo(1990), El mar ilumina al anochecer (1995), Algún día estaré sentado en un bar oscuro (1998). Por su obra poética Ji-woo ha recibido los premios más importantes que se entregan en su país, entre otros, el premio Kim Sooyoung, el Sowol y el premio de la Fundación Daesan. En la actualidad se desempeña como profesor de Dramaturgia en la Academia Coreana de Teatro.
1 comentario:
dos hermosos poemas de Hwang Ji-woo, como hermosos también los títulos de sus libros. :)
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