Papá tiró una semilla
y creció la casa
le colgaba inmadura una habitación y otra a punto
de caer sobre la superficie libre
de asperezas
Papá dijo voy a descansar
y se tiró
de cabeza en la casa y se quebró la costilla
destinada para algo mejor
la habitación se expandía
borrando la línea del precipicio
Papá se despertó y ya todo estaba dicho
y hecho: el tronco hueco del mundo
familiar tallado con iniciales
principios insospechados
Papá ni se mosqueó
a la sombra
del árbol derrumbado cuenta los días
hábiles
las manos arrancan la fruta
podrida por distracción
Mamá puso las manos abrió la boca
no retuvo
la lluvia que caía
de cada gota que golpeó la tierra nació
su reflejo
los cimientos se ablandaron
y sobre su cabeza
una fruta madura hizo sentir la gravedad
Mamá dijo no voy a descansar
hasta saberlo
y olerlo y visualizarlo
y trepó
a la casa que crecía
vacía
cáscara perfecta
para instalarse en la zona
segura en caso de remordimiento
La rama más frágil del árbol
iba y venía con un vientito apenas
las formas guardadas
raíces expuestas
perdían vigencia prestaban
a confusión
Papá levantó un dedo
señaló
algo que nadie más veía
y puso al tanto
tan alto tanteando los efectos
personales perdidos en la continuidad
de una especie de esnobismo
No voy a descansar dijo mamá
hasta que
se abra la casa
la fruta
prohibida a los pies
a la sombra
de la rama más frágil
Y tronó
y el hueco de una mano reveló lo que ocultaba
cada gota que caía sobre la construcción floreciente
Al cuarto día se despertó y contó
el sueño para sí mismo
tiraba una semilla
un centro
que no fue gol
y el espacio se extendía como nubes de tormenta
hay que estar atenta dijo
mamá resbalando del trono
en fondo blanco fundida
El secreto se agrandó
a medida
que el árbol se achicaba
en otoño
crujíamos ante un ademán de caricia
caíamos
formando remolinos
reformando
la tradición
No tengo
dijo papá
nada más para decir
y se ocultó
en el hueco de mi mano
como una semilla
Cayó la noche
quebró
un cuarto de la casa
partió en silencio hacia el corazón de la fruta
papá puso
cada cosa a la sombra y a semejanza suya
nací
sin imagen
Cuando sea grande
voy a plantarme, dije
en un cuarto a mirar cómo llueve
a sentir cómo duele
darse la cabeza contra el marco
una y otra vez
rompí el silencio
Que alguien responda,
¿puedo ser
oída?
No
corrió la voz
bajo mi propia sombra espantada
(De: "Indor",
inédito)
Andrea López Kosak (Bahía Blanca, Provincia de Bs.As., 1976)
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