4-
siempre la muerte
es un gesto ridículo
pienso en delmira agustini
la imagen del cuerpo
atravesado
sobre el corazón
la herida
tendida ahora
en la cama del marido
de la mano de él
muertos los dos
la desnudez expuesta
como nunca
encendida
por la pasión
a los veintitantos años
una fotografía
clausura la palabra
las metáforas
el cuerpo perdido
en ese gesto
ya no se leen los poemas
dispuestos
para los cirujanos
7-
sobre el vestido negro
en la fotografía
la flor del hibiscus
reúne toda la luz
en su naranja intenso
enorme
abierta como un ojo
en la sombra húmeda
la mujer corta la flor
para mí
-no puedo detenerla-
sólo quería
mirarla
sobre el follaje oscuro
en la pared de ladrillos
soñar
que ilumina la noche
en el silencio de tres siglos
de la casa
encendida
en el patio de tierra
su nombre de flor
sobre mi memoria
la abuela
lo decía casi en secreto
como si no quisiera develar
su presencia:
rosa china
en el jardín de entonces
las palabras
encontradas en la infancia
densas
como objetos
que pesan en las manos
que huelen
era lo exótico:
plumas de pavo real
porcelanas
seda roja
sobre seda negra
cinco pétalos
naranja
como una palma
en la fotografía
la flor que cortó la mujer
sin darme tiempo
para decirle
que no es nada
una imagen
atravesó los años
como fuego
la rosa china
ilumina el patio irreal
de la abuela
que sale a cubrirla
con delicadeza
contra la helada
en el invierno que vuelve
16-
temprano
en el aire
junto jazmines
como si bordara o escribiera
uno a uno
en un vaso de barro
hay que dejarlos secar
para hacer té
cosecharlos
antes de que caigan
a la tierra
perfumo mi mano
que va
entre las hojas amante
el día se detiene
en este acto
dispuesto para vos
pero no ves
demoro el trabajo
del amarillo
y el mío
la gata huele alrededor
la mañana
que no conoce
espirales que hilvanan
los jazmines
mientras caen
y todo contiene la respiración
para que no se apague
la minúscula luz
la agitación
blanca
del viento
todo contiene la respiración
menos mi mano
que borda o escribe
entre las hojas
deja que el tiempo haga su parte
como si cada cosa
fuera sólo perfume
-y qué más hace falta-
digo el ritmo
de las silabas de idea
co-mo-un-jaz-mín-li-via-no
pétalos de mi voz
apenas sostenida
antes de deshacerse
que-cae-cae-cae
Laura Forchetti (Cnel.Dorrego, Prov. de Buenos Aires, 1964)
IMAGEN: La poeta uruguaya Delmira Agustini.
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