domingo, 12 de agosto de 2018

TONADA






















El amor es una prenda
que uno lleva
y que empieza a adquirir
la forma de uno.

Tu ropa, tus pantalones por ej. registraron tus arrugas, la forma
de tu trasero
y yacen en el suelo como si te los hubieses quitado con la
misma prisa previa al sexo
minutos atrasada a no sé qué trámite o trabajo. U otro (desliz).
U otra
ternura tan insustentable como ésta;
medias, molde y forma de tus pies
colgando exhaustas en la cama, observo
tus prendas e imagino tus ojos
cuando las selecciones verificando su calidad
en mercados, ferias persas
o esas tiendas de ropa americana que abundan
en los mercados persas de la mente.
Y he visto a nuestras madres cuando meten una mano en la
pierna de una pantimedia
y abren el puño como si se fuera a romper
o examinan la tersura de la prenda en la mejilla,
y comparan precios y evocan colores, recuerdos,
la historia futura o el inevitable desgaste, célebre
ternura insustentable:
no cicatrices: caricias del tiempo; la praxis
que inevitablemente lisia:

toda página expuesta prolongadamente al sol
ha de volverse inevitablemente sepia

y las líneas escritas no se borran
cuando se las rehace en el recuerdo.
¿Cómo era la tonada?; ah, sí:
el amor es una prenda...



Germán Carrasco (Santiago de Chile,1971)







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