Después habrá una discusión.
Por ahora todo es cerrar los ojos,
mantenerlos cerrados a la altura del agua,
respirar, volver a sumergirse.
El límite entre el agua y el aire
coincide con la línea de pensamiento
que lo que hace es fundir y refundir
en cualquier orden
un par de escenas o secuencias, fotografías
tomadas con una cámara automática,
siempre más o menos el mismo material,
- es lo que se ha podido reunir -
animales salvajes avanzando
hasta quedar en primer plano,
alguien que le enseña a una chica
a usar una pistola en el desierto,
o igual una persona en una bañera
- y aquí vendrá la discusión:
quién es la persona,
quién soporta
la línea de pensamiento, o quién
apretó el gatillo,
tomó la foto, quién señaló la posición
donde habría que ubicarse
para obtener una buena vista aérea
de la bañera.
Vox, 2001.
IMAGEN: Mujer en la bañera, pintura de Antonio López.
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