I
Él sabía que era necesario que
todos conozcan
la desnudez del hombre. Ella no
miente.
(Aproxima y permite estar más
cerca
de lo que recibiremos y de lo
que podamos dar).
"Sin ropajes ni adornos
vamos a estar más cerca de los
hombres".
Las palabras como piqueros
oscurecieron aquella tarde de
patas azules.
Las rocas también tuvieron el
peso
de la inmensidad
o de pelícanos al borde de las
olas.
Aterrizábamos en Galápagos.
(La Isla Baltra fue un paisaje
desértico
iluminado por cactus candelabros
al borde de un mar verde botella
o esmeralda
y fragatas en el cielo).
Y entre la Isla Baltra y la Isla
Santa Cruz
el Canal de Itabaca,
un paso entre cardumen y
bandada,
escama y pluma.
Después, ese bordado contraste
entre lo árido
y lo tropical y la maravilla.
Estábamos en Yawatisuyu,
el “territorio de las
tortugas".
En puerto Ayora el mar lucía
como una turquesa.
Un cangrejo naranja, una garza
azul
y la amarilla flor del
algodoncillo
se amontonaron como un arcoíris.
Después...,
descubrimos el canto de los
pinzones.
II
Arrecifes, acantilados, puntas,
cabos,
bahías y extensas playas
extendiéndose como una
invitación.
Y el silencio haciéndose entrega
y ésta mojándose la nuca
con un agua de estrellas.
Toda isla tiene un náufrago en
su corazón
como todo árbol un nido, pluma o
pájaro.
Y si nada de eso tiene,
tiene al menos el temblor de un
canto
o si se quiere el de un sueño.
Se llega a las islas como a la
poesía,
sin palabras.
Con ese impulso que nos une
desde adentro,
volcánico; tan parecido al amor y la muerte.
Por eso allí nadie se niega a
florecer,
a arrastrarse, a nadar, a
trepar, a flotar...
Exhibiendo lo que uno tiene
también exhibe lo que le falta.
A veces es necesario
abrir las palabras para que
respiren
colgarlas como se cuelga a la
pobreza
de una soga o el alma
o hundirlas para humedecerlas
III
(Sólo en el indio duele
íntimamente América.
¿Será porque en su muerte
es donde más vida tiene?)
Testimonios manteños, atacames,
coaques
y chimus, además del de los
incas...
Después será Fray de Berlanga en
1535...
Uno se deja llevar por las
palabras,
por el temblor de los
crisantemos y el agua
y aparece flotando al borde de
Isabela,
Santa Cruz, Fernandina, San Salvador,
San Cristóbal, Floreana,
Española, Marchena,
Santa Fe, Pinta, Genovesa,
Baltra, Rábida,
Seymur o Pinzón.
Por amor dejamos de tener miedo
a la muerte.
A veces después de tantas
jóvenes hurgaciones
quedamos satisfechos.
Hoy con los silencios de ambos
y sus roces gemirá una música.
¿Cómo será arder en la sangre?
Y hay en el aire dulzones
sonidos de marimbas,
cununos, pincullos, rondadores y
tundulis...
(Pese a que el dolor siempre
tironea
desde lo más profundo de
América.
Llegué huyendo de los totorales
del Lago San Pablo.
Con los brazos abiertos como los
ponchos o las alas
de Otavalo. Llegué con la
tibieza del Pululahua en
los pies, llegué descalzo y me
detuve sobre esta
sequedad de sol y pena y
pastizales. Una lluvia de
pétalos siempre nos moja y perfuma
por dentro).
Los corales se prenden
y apagan como los cocuyos.
La marea depositó el trozo de
música
de un latido sobre la negra lava
petrificada.
Era un spondylus. Una llamarada
o quizás una señal, toda una
leyenda y su peso.
XII
En 1832 Ecuador anexó las Islas a su territorio.
En 1892 les asignó a cada isla
un nombre en español
y al conjunto "Archipiélago
de Colón"
Uno es dueño de lo que calla
y esclavo de lo que habla.
La mitad del mundo tiene algo
que decir,
pero no puede;
la otra mitad no tiene nada que
decir,
pero no calla.
Las palabras que no van seguidas
de hechos,
no valen nada.
Es fácil hablar claro
cuando no va a decirse toda la
verdad.
Se necesitan dos años para
aprender a hablar
y sesenta para aprender a
callar.
Empequeñecido
por la magnificencia de la
naturaleza,
hicimos silencio.
Luis Alberto Salvarezza
Luis Alberto
Salvarezza. Nació en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, en 1957. Agrónomo
Nacional y Prof. Universitario de Literatura. Realizó cursos de
perfeccionamiento en el país y el exterior. Se desempeñó como Rector de la
Escuela Provincial de Técnicos Viales "Héctor Buenaventura Sauret" y
Vicerrector del Colegio del Uruguay "Justo José de Urquiza" y dictó
cátedras en el nivel medio, superior y universitario. Ex becario del Fondo
Nacional de las Artes (Investigación) y del Instituto Hispánico
(perfeccionamiento). Faja de Honor de la SADE en poesía (1991) y ensayo (2008).
Integra 72 antologías locales, provinciales, nacionales y del exterior. Ha
colaborado en revistas como "Ser", "El Mirador",
"Borrón y Cuenta Nueva", "El Barco Ebrio" (Buenos Aires) y
en el Diario "La Prensa" durante doce años y en el Diario "La
Nación" esporádicamente, entre otras publicaciones y ha asistidos a
números encuentros literarios dentro y fuera del país. Es Miembro de Número del
Instituto de Genealogía de Entre Ríos en cuya Revista ha publicado 12 trabajos
sobre la especialidad. De su vasta obra (unos 25 libros), poesía, plástica (de
la cual ha realizado importantes exposiciones) fotografía y ensayos, podemos
citar: "DE LOS ORÍGENES ARDIENTES", Ediciones Baha'i, Buenos Aires,
1985, 50 p. (Primer Premio Nacional "Rubén Darío", 1985 y
Primer Premio "Palas Atenea", Buenos Aires, 1984).."KATHERINE
MANSFIELD Y OTROS POEMAS" (30 tarjetones ilustrados, Concepción del
Uruguay, Entre Ríos, 1987). "NO ES UN CASTILLO", Ediciones Eduner,
Concepción del Uruguay, Entre Ríos, 1994 (Mención Nacional Ediciones
"La Piedra Movediza", Tandil, Buenos Aires, 1994)."ENTRE
EL AMOR Y LA MUERTE", Ediciones "El Mirador" del Colegio
Superior del Uruguay "Justo José de Urquiza", Concepción del Uruguay,
Entre Ríos, 1997..Ensayo "EL ÁLBUM FAMILIAR", Memoria 9no. Congreso
de la Fotografía, Historia de la Fotografía, Sociedad Iberoamericana de la
Historia de la Fotografía, Rosario, Santa Fe, 2006. "DE CRUCES, ALAS Y
MÁRMOLES" - Cementerios, ensayos y poesías-, Eduner, Concepción del
Uruguay, Entre Ríos, 2007, 92 p. Segunda Edición Ampliada, 2012, 216 p. / Faja
de Honor de la SADE, Buenos Aires, 2008. .Plaqueta "POEMA
ECUATORIAL", Buenos Aires, 2015, ."JUAN L. ORTIZ - AL VILLAGUAY Y
OTROS POEMAS", Colección "Villaguay, los nuestros", Ediciones
del Clé, Nogoyá, Entre Ríos, 2015 y el ensayo: "JUAN CARLOS GHIANO",
Editorial Dunken, Buenos Aires, 2020, 320 p., entre muchos otros trabajos.
Fotografía tomada del sitio Autores de Concordia, donde pueden leer más poemas del autor. Salvarezza
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