sábado, 30 de abril de 2022

AMOR SE FUE














MIENTRAS DURÓ
 
Vivamus, atque amemus
 
Los mil y cien besos
y cien mil más,
besos sin cuenta
de Catulo y Lesbia,
o el único, prolongado
beso de Paolo y Francesca
persisten, nos buscan,
son nuestros,
más sin cuenta
y más sin fin.
 
 
Estás en mí
 
Estás en mí como una luz
que no se apaga nunca.
Bueno, no exageremos,
no un sol
ni un faro,
apenas un candil
en el cuarto del niño temeroso,
un pabilo nadando en aceite
en el sagrario de la oscura catedral
o un incesante cigarrillo
que alguien alienta
detrás de un vidrio
al fondo de una sala nocturna de hospital.
 
 
CUANDO SE FUE
 
Como Cleopatra
 
Sucesores herederos
de los testigos que vieran
al áspid trepar
desde la mano
que abrió la tapa
y se introdujo en el canasto,
los orfebres desde hace siglos
hacen de las serpientes
largos enroscados brazaletes
rematados
en una cabecita de platino
con ojos de esmeralda
y lengua de oro
dirigida hacia el corazón.
Así mis manos te buscaron
y quedaron quietas
mientras las tuyas
treparon por mis brazos
y cuando terminaron de subir
y se deslizaron
por mi pecho
yo ya estaba muerto.
 
(Del libro: Antífonas -Amor se fue-
Apuntes sobre Proust; Editorial
Palabrava, 2019)
 
Enrique Butti (Santa Fe, Argentina, 1949)


IMAGEN: Paolo y Francesca, pintura de Gustave Doré.
 


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