ESCRITO A LA LUZ DE LA LUNA
Che fai tu, luna, in ciel? Dimmi, che fai, silenziosa luna?Leopardi, “Canto notturno’’ Se apaga el día y ella me señala
tu
disco,
tu moneda labrada con una oscura efigie.
Desde edades ocultas a la vista
de azor de las palabras, ¿qué ves, callada luna?
¿Ves
las tenues variantes de las nubes sobre los continentes
oscuros
para ti, como los mares secos para nosotros,
o
acaso, como un vago hilo que se advierte al soslayo,
la Gran Muralla
que erigimos ayer, piedra tras piedra?
¿Ve
tu luz el despunte mareante de las rosas,
ves
cómo se marchitan las dulces hijas de la tierra?
¿Ves
al tiempo soñarnos, ves cómo barre el viento la ceniza?
Madre
de la poesía
que
todavía nos asedia desde tu luz, que nos inunda
cuando
la noche llega apaciguada con sigilos y aromas
y el
pavor de existir nos exalta y conmueve,
yo
te miro brillar en mi pluma de plata
y
alzarte sobre la ciudad repleta de basura y desdicha
y
te pregunto por las cosas que no responde nadie
sino
tu extático silencio. ¿Qué ves, luna, en los hombres?
¿No
ves al más remoto enterrando a su padre
y
echando flores vivas sobre ese cuerpo inerte
que
ayer lo aconsejaba y auguraba el futuro?
¿No
ves el mismo duelo desde que convergían los glaciares
y te alumbraba
más brillante
la Tierra Llena en tus sagradas
noches ?
¿No ves ahora como entonces la locura y el miedo
latiendo en un venablo, en una punta filosa, en
un hechizo,
los convulsos rituales de unos seres vestidos
y el temblor de sus cuerpos desnudos que se rozan
cuando rojas se extinguen las hogueras
en el hondo refugio, mientras afuera aúllan
las ambulancias o los lobos bajo tu luz
alucinante?
¿No ves al niño que te mira desde su cuna mínima
soñando con la teta blanca que saciaría su hambre
pura,
no ves a la muchacha donde late ya el germen de
otra vida
y al fracasado cazador de sienes entrecanas
que vuelve a contemplarte como a través de
siglos,
acuclillado cerca de su gruta, pensando en lo que
fue,
en su paso fugaz bajo tu rostro,
luna divina? Una mujer le ha dicho
que te mire, y allí ha quedado, solo,
absorto en tu hermosura inexplicable,
como
si fuera tu perfecto disco la única faz capaz de consolarlo,
la
única luz capaz de comprenderlo
suspendida
también sobre el abismo,
como
si fueras, luna variable y única, su única confidente
y
compañera,
y
sus ojos los únicos abiertos para verte.
(Del libro: Virgen de proa, Editorial Pre-Textos, 2015, Gentileza del autor) Alejandro
Bekes
(Del libro: Virgen de proa,
Alejandro Bekes nació en Santa Fe. Argentina. en 1959. Vive en Concordia, desde 1969. Es autor de los cuadernos de poesía: Esperanzas y duelos, Camino de
la noche, Premio Fray Mocho, 1989, La Argentina y otros poemas, 1990 Abrigo contra
el ser, 1993, País del aire, 1996, El hombre ausente,
2004, entre otros poemarios. En 2006
publicó una antología de su itinerario poético con el título Si hoy Fuera
siempre (Valencia. Pre-Textos). Ha traducido una selección de la Poesía de Gérard
de Nerval (Córdoba. Colección Fénix. 2004), las Odas de Horacio (Losada., 2005). Venus y Adonis de
Shakespeare (Losada. 2007). Geórgicas de Virgilio
(Losada. 2007)., Epodos de Horacio,
entre muchas otras traducciones. Ha publicado los volúmenes
de ensavos: Los caminos tortuosos (Logroño., AMg, 1998), Lo intraducible. Ensayos sobre poesía y traducción (Premio Amado
Alonso. Pretextos, 2010), más el diccionario
de lingüística Breviario filológico (UNER, 2014), así como diversos ensayos y artículos en revistas universitarias y volúmenes colectivos. Ha sido docente titular de la Universidad Nacional de Entre Rìos y de los
Profesorados en Lengua y Literatura en Ciencias de la comunicación de la
Escuela Normal de Concordia; entre otras altas casas de estudios. Colabora con las revistas argentinas Fénix y Hablar de poesía; y Clarín de Oviedo (España).
Alejandro Bekes nació en Santa Fe. Argentina. en 1959. Vive en Concordia, desde 1969. Es autor de los cuadernos de poesía: Esperanzas y duelos, Camino de
la noche, Premio Fray Mocho, 1989, La Argentina y otros poemas, 1990 Abrigo contra
el ser, 1993, País del aire, 1996, El hombre ausente,
2004, entre otros poemarios. En 2006
publicó una antología de su itinerario poético con el título Si hoy Fuera
siempre (Valencia. Pre-Textos). Ha traducido una selección de la Poesía de Gérard
de Nerval (Córdoba. Colección Fénix. 2004), las Odas de Horacio (Losada., 2005). Venus y Adonis de
Shakespeare (Losada. 2007). Geórgicas de Virgilio
(Losada. 2007)., Epodos de Horacio,
entre muchas otras traducciones. Ha publicado los volúmenes
de ensavos: Los caminos tortuosos (Logroño., AMg, 1998), Lo intraducible. Ensayos sobre poesía y traducción (Premio Amado
Alonso. Pretextos, 2010), más el diccionario
de lingüística Breviario filológico (UNER, 2014), así como diversos ensayos y artículos en revistas universitarias y volúmenes colectivos. Ha sido docente titular de la Universidad Nacional de Entre Rìos y de los
Profesorados en Lengua y Literatura en Ciencias de la comunicación de la
Escuela Normal de Concordia; entre otras altas casas de estudios. Colabora con las revistas argentinas Fénix y Hablar de poesía; y Clarín de Oviedo (España).
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