Árbol de la vida
1
Un árbol de la vida ornamenta el parque
de una abadía centenaria.
2
Y en una colina de Entre Ríos
cien años se van en un atardecer.
3
El amor que corona
es el que crucifica,
mientras
las hojas de este árbol de la vida
comienzan a
caer.
Cayó del
azul
En un
vidrio rajado
se refleja
un jardín
una imagen
de la semejanza perdida
entre el
niño y el adulto
(esa
distancia entre la tierra y la ceniza
que es todo humano).
Una luz
lejana
se
concentra en la rajadura del vidrio
y mi mano
palpa lo absoluto del frío.
Este
invierno de la purificación
es un ir a
una segunda inocencia
donde el
camino hacia lo cercano
es el más largo
y conserva
el enigma de lo íntimo.
El cielo
está aquí
se pierde y
se recupera: un rayo de sol
cayó del
azul.
Salto
1
Cae el sol
sobre tus ojos
y el nacer
del otoño nos llama a la caída,
la de
encontrarnos humanos en finitud hacia el
cielo.
2
Desde la
orilla nos contemplamos raíz
siendo la
ausencia
de lo que
creció y nos olvidó.
La luz en
el río y nuestra tierra del otro lado
destierro en el
horizonte azul.
3
Algo de la
belleza de tu nombre
sabe a
partida:
la de aprender a
volver a morir.
Gonzalo Acosta Tito
Gonzalo Acosta Tito nació en Entre Ríos en 1982. Estudió
Ciencias de la Comunicación de Ciencias Sociales de la UBA, e hizo su formación
inicial en el Colegio Capuchinos de Concordia. Publicó los ensayos: Los
góticos en la Argentina y Caminar la caída. Génesis y sentido cristiano,
y el poemario El mendigo de ojos celezul (Primer premio del Certamen Juventud y poesía
2009, Paraná). Realizó retiros espirituales en abadías de los monjes trapenses.
Considera al poeta Hugo Mujica como uno de sus maestros.
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