REPLICANTES ASTRALES (1993)
Es una niña al borde de la fuente
que le pone pétalos al agua.
Un pétalo, otro pétalo
Un malvón deshojando otro malvón.
Un día lejano, dentro de muchos días
quizás esté sentada en otro sitio y vea
a otra niña que en sucesión interminable
se siente al borde de otra fuente
y ponga otros pétalos
de otros malvones sobre el agua.
Entonces quizá, remotamente, una piedra
se vuelque en su memoria
Algo cambie de sitio y por una rara
ramazón de aire se recuerde
sentada en una fuente lejana
poniendo pétalos al agua
de unos malvones con este mismo olor
de pronto.
IDEA DE LA AVENTURA (1990)
II
Como si fuera un ansia impenetrable
inmensa que quisiera volar todo tu cuerpo
con solo abrir los brazos
porque a veces parece que vas caminando
por un prado por un verde camino caminando
y sientes que te envuelve
que te llena y empiezas
a hacerte tan fuerte
que podrías
podrías
aflojar este cinto
olisquear
este aire
Enloquecerte
V
aunque vuelvan y vayan
aunque quieran
aunque digan
o inventen
aunque crean
es el
trajín
el
mismo siempre
es
el mismo cansancio
en
las mujeres
La esperanza
Siempre. Como un punto blanco y arrasante
una luz, de pura esencia necesaria. Incandescente.
Cegada por la luz, la boca abierta
palpita algo en el valle, ruido de agua
Hojas de eucalipto perfumado
Algo de paz se recoge sobre el oro esparcido
Algo, parecido a la misericordia
Queda.
DE NADA DE NADIE (2001)
Obsesión
Una piedra en el centro del estanque
al fondo, bajo el agua profunda. Apenas
se movía la superficie traslúcida del agua
la palabra emergía entrecortadamente.
Ascendía para pedir con los brazos en cruz
con el silencio que rodea a los que imploran
la crispación del suplicante. Entonces se
acudía a los preceptos a las mudas recetas en
papel de regalo a las promesas de anillos italianos
para el dedo índice de la mano derecha. Entonces
se invocaban los hijos la elección de la reina la última
navidad que vimos juntos. Los aviones plateados que
cruzan el cielo de la noche como trozos de espejo y
mañana no importa. Lo consumado exhala, la pira que
se agolpa y se sustrae. La palabra piedra suturarla con
las cosas ajenas y con las cotidianas de modo que ya
no pueda verse que ya no tenga peso al fondo del estanque.
El agua en entremedio de peces y migajas
el conocido filo de esa piedra, cortezas
que devuelvan fragor alrededor. Recoger del silencio
el ras, del agua el entremedio, del color
el estanque.
(Del libro: Un mar en la madrugada,
hiloseditora, 2017)
Silvia Guerra (Maldonado, Uruguay,1961)
Pueden LEER la biografía en una entrada
anterior de la autora.
IMAGEN: Fotografía de Andrew Shpatak.
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