Poesía eres (también)
tú
(Hipo rima con periplo)
La página,
nebrija para pájaros,
(menos
sucede en la indecisión
o amanece
el azur a lo sublime)
la página,
si por otro Sur asoma
con
sortilegios a sentirse elegida,
la página,
su ojo estando en paz,
desparejo
acertijo de hicocervos
(y un rayo
al resplandor oyendo).
Nada hay ni temas para entender.
Ante el
tacto, la lentitud detenida
daría su
borde al alba de una vez,
un plan de
lis por los alrededores
dará más de
una razón al silencio.
Claro será
el comienzo de conejo
a cercar la
suerte con pata propia.
Blanco conejo
a quien encuentra,
¿o es azul
su sombra en persona?
Sombra de
éstas contra el tiempo,
y la más
veloz al hacerlo, lo hará.
Mojado de
miradas da el destino
por
entendido al entendimiento,
deja gotas
de esgrimas y alegría.
Ah, y la
irreverencia del escriba
mientras
las esdrújulas pasan de
moda,
enmiendan al mensajero
que por
ojear tendrá radar en él.
Por ver su
luz permanente, qué decir,
qué resero
poner encima.
Encima del
oro el orden adorna,
sirve a la
raza salvada del deseo.
Sea el
olvido la bestia diferente,
el
esporádico túnel que lleva al
cazador, a
la zona al fin cazada.
Como otra
canción a la trampa,
como más al
semblante de azor
saliendo de
causas casi sinceras.
Como, en el
cine de Tarkovsky.
Cine con
cielo, lección solitaria.
Por mirar a
su rosa hace un rato
los ojos
sabían de abril la mitad.
Una toma
con el mal iluminado,
visiones
entre cumbres y bruma
que obra
burlando al taparrabos
cuando no
lamentan descubrirlo,
ni al brío
descubren. La Historia
al tiritar
entre estaturas aturdía a la
lantana lo
que al fin la fortuna:
tal mitad
muerta atrapaba al azar
y su río
real al mundo demuestra,
una
situación sin estar sintiéndola.
Cuánta hora
de tórax, autoría de
días en
pasado hacia los sapos a
poco de
pensarlo, cuánta réplica
que por
arrobo libra otro drama.
Pero hay
que seguir haciéndolo,
hacer al
ser contrario al sentido.
Ya la tala
lastima las posiciones,
las horas
en fila serán estos días,
el premio
de preguntar a la vida.
Toca como
paga una parte peor.
A la puerta
toca cual condición.
El tiempo
reparte los recuerdos,
el pasado
está aún por suceder.
(Del libro: El cutis
patrio,Mansalva, 2009)
Eduardo Espina (Montevideo, Uruguay, 1954)
Pueden leer la biografía en una de las entradas anteriores
del autor.
IMAGEN: Fotograma de "El sacrificio" de Andrei Tarkovsky
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