miércoles, 30 de noviembre de 2022

LA LUNA DEL DRAGÓN (1991)


CASAS


Las casas donde he vivido hacen viajes de noche,
vienen en silenciosas bandadas desde abandonadas ciudades,
desde pueblos que asedian carboneros,
y siempre me encuentran en un sitio de la oscuridad,
ante una lámpara me encuentran, o en un lecho solitario,
y vuelan a mi alrededor como cosas de bruma,
muros y puertas que ya son pensamiento y nostalgia.
¡En cuántas he vivido desde los grandes días de mi infancia! 
Quiero esquivarlas porque traen, como viejos papeles, 
el testimonio de otros que fui,
de muertes que esquivé, de insomnes radios arruinando las tardes, 
de amores que fingieron ser el único amor, el verdadero, 
y que después huyeron como los caudalosos años en que ardían.
La substancia de mi ser parece cambiar como ellas, 
y pienso en tantos seres que recorrieron siempre 
una misma región de pasillos y salones y puertas 
y crecieron tal vez con un alma más firme.
Es más definitiva toda pérdida
cuando la edad del perdedor quedó también dispersa, 
tras esas puertas que no abriremos nuevamente, 
tras esos muros que después cayeron, 
en sitios donde hubo casas espaciosas y frescas 
y ahora hay duras torres orgullosas
o sólo un campo que recorren sin prisa vientos que olvidan.
Porque así sé que sólo lo que se queda en la memoria perdura, 
que ninguna lealtad me reclama en esas habitaciones lejanas.
Así he entendido que no hay morada
sino la que proyecta el corazón sobre un espacio cambiante, 
ni techo más fiel que ese de blancas nubes y estrellas, 
ni otro suelo que aquel de rumorosa hierba que aguarda.




LA JOVEN FLOR PLATÓNICA

Disgregada en las rosas del sueño y del olvido, 
con espinas de acero que enrojeció la historia, 
replegada en las íntimas rosas de la memoria, 
la rosa es una rosa para cada sentido.
Leve esfera de pétalos que en frágil fuego asoma, 
luz que una mano copia con su matiz exacto, 
fresca rosa de seda que fluye bajo el tacto, 
densa rosa de almíbar, tenue rosa de aroma.
En cada puerta el ángel de un deleíte distinto, 
imaginario alcázar, cristal y laberinto, 
melodiosa en los labios y en las letras cautiva.
Esfera multiforme, llama de amor violenta, 
ayúdame a ser Uno, bajo este sol que inventa 
una rosa de sombra junto a la rosa viva.

(De: "Poesía completa",
Ed. Lumen, 2022)
William Ospina (Colombia; Padua, Tolima, 1954)




IMAGEN: Fotografía de Olga López  de Larrinzar -Puerta entrabierta


 
 

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