El cuarto propio
La que fui
escribía en la cocina:
sobre la mesa blanca de fórmica
extendía los papeles
después de limpiar
los restos de la cena.
La luz de la lámpara
fijaba un círculo.
Alrededor,
la historia turbulenta de esos años,
como un empapelado en la pared.
Las palabras,
un altar
donde guardar la fe.
Trabajos en la tierra
En canteros húmedos
hunde los tallos
todavía débiles.
No sabe
cuáles gajos prenderán
(hay leyes que su mano desconoce).
Presiona alrededor;
con las palmas abiertas
da pequeños golpes
y los terrones
se deshacen, obedientes.
En las noches de invierno
cubre las flores con una manta
que la escarcha ilumina.
Arrodillada,
vista de lejos,
es casi un boceto
impreso
sobre líneas sombreadas.
La abuela, en la quinta,
recorre pasillos de tierra
con sus zapatos abotinados,
el delantal,
la figura pequeña entre almácigos.
(Del libro: "La envoltura",
Ed.del Docck, 2012,
gentileza de la autora)
Raquel Sinelli (Pergamino, Provincia de Buenos Aires, 1954)
IMAGEN: Almácigos (sin créditos)
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