VIERNES (2001)
Solocalm
Al fin la luz del sol
se ha librado de ti
y da en una pared
y eso es el mundo.
Al fin el tiempo acá
se ha venido a vivir
y no hay gloria en los días
sólo calma
donde las cosas ya no sueñan con ser arte
donde las cubeteras no aguardan una cámara
y el tango del champagne
fluye de cumpleaños sencillito
y no hay infinitos libros, solamente este
y libre de vanidad la ceniza de los años
ya flota sin odiarte;
ya nadie calca nada del televisor,
para qué.
Si en lo que resta
Si en lo que resta
no somos quienes seríamos;
si en lo que resta
no me anudo al cuello un pañuelo italiano
ni señalo, con un gesto, el espacio
que contemplar, si en lo que resta no me tomo un
barco,
no me siento al sol, no salgo
al encuentro de tu cuerpo sin que me moleste
que las palabras no coincidan,
si en lo que resta no llego a saber
qué gusto tenía tu boca, si en lo que resta no te digo
nada que te haga sentir
que estás en una de aquellas películas, y es cierta;
si en lo que resta no amo una gran ciudad,
no me llevo a mí, a aquella, la que era linda,
a los nuevos barrios del tiempo, si en lo que resta no
me canto una canción
ni lloro, ni te veo mirarme como diciendo:
“Ya sé, tu canción sigue siendo demasiado bella
para soportarla”, y hay tiempo, o hay al menos la misma
sensación de que hay tiempo, y además
la sensación de que lo hubo, un alta mar
de tiempo donde ninguna orilla se divisa;
si en lo que resta no canto como cantaría’ no dejo que
mi voz
gorjee e inunde la noche
hasta convertirla en otra cosa, en algo parecido a un
pastel
de oro y dulces, un pastel para mirar,
si en lo que resta no te vuelves absoluto,
no te vuelves absoluto sólo por un instante
en que toda la belleza del Hombre se concentra en tu
imagen
y esa tu imagen puede ser tocada, tenida, mía
y entonces nada falta,
si en lo que resta
no flotamos durmiéndonos hasta nuestro fondo,
si, dulces moribundos, no borramos
el borde entre esta soledad
y el mundo, si en lo que resta no somos
ni nos acordamos de que aquí somos,
ni nos anoticiamos de que se nos es,
si en lo que resta no somos espléndidos,
si en lo que resta no somos quienes seriamos,
no damos con nuestro recuerdo del futuro,
no honramos aquella nostalgia del mañana;
si en lo que resta no nadamos hacia nosotros,
hacia aquellos que amábamos, hacia aquello en lo que
devendríamos,
si en lo que resta no, entonces cuándo,
si no nosotros, entonces quién
nos consolará de estar tirados acá?
(del libro "Viernes", Poesía reunida -1979-2021)
Beatriz Vignoli
Beatriz Vignoli nació en Rosario, Santa Fe, Argentina, en 1965. Es poeta, escritora, periodista, traductora, crítica de arte, curadora independiente y docente. Desde 1991 escribe en la sección Cultura de Rosario/12. Publicó los libros: Almagro (2000), Itaca (2004), Soliloquios (2007), Bengala (2009), Lo gris en el canto de las hojas (2014),Árbol solo (2017) y Luz azul (2017). Y las novelas Reality (2004) Nadie sabe adónde va la noche (2007) y DAF (2014). Cultiva el collage, el dibujo, el canto y la jardinería en forma amateur.
PUEDEN leer más datos biográficos y poemas en entradas anteriores de la autora (N.del A.)
IMAGEN: B.V. fotografiada por Andrés Macera.
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