miércoles, 6 de agosto de 2025

POESÍA DEL YO PARA CRÉDULOS

 


1

Qué catástrofe
la postal de mariscos en la costa, amor.
Vámonos a Marte
acepta mi invitación
fotografiemos una roca
un fósil
cualquier estupidez
o a vos y a mí reflejados en un espejo de polvo.
Así se comprenda tal vez, amor
que en el mundo de los buenos modales
no son necesarios fusiles
ni bombas atómicas.
Te doy mi mano
acepta la invitación
y vístete de miedo también
existe un lugar en Marte
parcelita tierra de nadie, amor
en donde todavía
los satélites no arribaron.
Te invito a ver el mundo con los pies en esa parcelita
pero vístete de miedo, amor
y acepta mi invitación.
Y verás y veré
que en América del Sur
las postales de mariscos en la costa
flamean junto a la bandera de América del Norte.
Verás y veré, amor
a nuestro continente
comiendo mariscos
con sabor a Los vuelos de la muerte.



5.

Soy el aerosol negro grafitti que confiesa
a cada desconocido:
soy inhumano
soy insano.
Soy lana oscura de vida negra.
Así me bautizaron
y así me dieron nombre propio.
Veo con una lupa luminosa el mundo al revés
y como una pirámide invertida
a vos llego,
hermosa mía,
y pruebo
de tu dulce cuerpecito
también invertido
oveja negra de aerosol negro
y arriba
por encima de nuestras cabezas
de tu pelo lacio de negro terciopelo
y del mío
esmalte sintético azabache
con los ojos
y con la lengua
repaso la lumbre de la luna
y repaso también
la lumbre de la luna que se refleja en el mar
y cool y caprichosos
jugamos a atrapar meteoritos de hielo
meteoritos de hielo y luciérnagas en la profunda noche
inmersos en un minuto
en la inconmensurable constelación del universo
donde parece que nuestras cabezas van a explosionar
y entonces sí
los rieles del mundo se desbarrancan, mi amor,
y acá, perdidos en estrellas de algodón
que viajan a alta velocidad
insistimos colgarnos
con magnetismo
de las cosas más bellas del mundo.



10.

Nada me atraviesa
ni la oscuridad invernal del mediodía.
La herida de la pared
me toca el punto débil del corazón
el sol salió al revés
ya es de noche
y tal vez yo no sepa qué hora es
en mi pronóstico actual
me pesa una ciudad de hormigón.
No hay pedacito de cielo en las nubes
no hay pájaros en los cables de luz
es la oscuridad invernal del mediodía
es tal vez que nos mantiene flojos
la oscuridad invernal del mediodía.
Procuro no despertar mi voz.
No se molesten en llamarme, por favor.
Si algo se remueve
si algo se toca
podría agrietarse la pared
y junto a la herida
tal vez
yo
podría ser
una manchita de humedad.



Bernabé De Vinsenci

(Envío del autor)


Bernabé De Vinsenci nació en Saladillo, Provincia de Buenos Aires, en 1993. Publicó en narrativa el libro de relato Hígado (Orden de Dagón, 2018), la novela Ciégate para siempre (Capuchas Ediciones/Orden de Dagón, 2019) y en poesía La trama de los padecientes (Engaña Pichanga, 2020). Obtuvo una mención en el Concurso Felipe Aldaba Categoría Sub-20 por el libro de poesías La trama esquizode. Actualmente trabaja en la corrección de su primer libro de cuentos.





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