viernes, 19 de octubre de 2012

La contradicción o la aventura de la inmortalidad




Lo limpio

¿No ves cómo se lava la tierra
ante mí?

¿No ves los granos de arena
semillar la piel de desgano
                   calentar el músculo

filmar
la escena del sol
con los reflejos del ojo?

La lavo yo.

Yo revoleo tierra, arena; agua:

le hago la danza al desierto
y se moja entero de adentro; del fondo
de abajo:

llueve
de sur a norte
en los sueños, y en la realidad.




En boga está pegar


los cielos
contra el piso
para mostrarle a dios que
no es misterio
ni un mar de apocalipsis
ni la redención

lo que acucia

la mente del hombre;

no es el concurso
de almitas bellas
danzando el infinito
lo que despierta clamores
y alcanza temperaturas infernales
en los estadios de fieras,
                   millares de cuerpos
                   ávidos incontinentes.

No no; sólo más tierra.

Unos pedazos de carne

una galera

una etiqueta grande para pegarse
en la frente

y escribir

                         de "El gusto del desierto"


Paulina Aliaga (Comodoro Rivadavia, Argentina, 1985)








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